Donde la Muerte Solía Vivir

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Ubicación de Interés: Donde Vivía la Muerte (UdI-3448)

Equipo de Exploración:

  • Joyce Michaels (J-1)
  • Joyce Michaels (J-2)
  • Yo (J-3)
  • Joyce Michaels (J-4)

Parámetros de la Misión: Localizar a Tony y regresarlo a su cuerpo.

Información Adicional: UdI-3448 es una representación conceptual de la muerte. Las reglas de UdI-3448 no se comprenden del todo. Los cinco sentidos no operan en UdI-3448 como lo hacen en la realidad base. Esto significa que cualquier y todo aporte sensorial podría ser alucinatorio o metafórico.

A pesar de la naturaleza urgente de esta misión, tienes todo el tiempo del mundo, Joyce.

[INICIO DEL REGISTRO]

J-1: Ok, estamos dentro.

J-2: Tenemos suelos con baldosas, luces fluorescentes y un montón de sillas.

J-4: Y más que unas pocas… ¿Revistas People? ¿Qué es esto, 2017?

J-1 salta por encima de un escritorio abandonado y empieza a rebuscar entre los papeles.

J-1: Parece que tenemos registros médicos, horarios para cirugías.

J-4: ¿Un hospital?

J-2: Definitivamente, un hospital. Y esta es la sala de espera.

J-1: ¿Habían ya órganos en los asientos?

J-4: Por supuesto, ¿quién más estaría leyendo esas revistas?

J-1: Cierto, cierto. Creo que ya hemos buscado en esta habitación lo suficiente. Deberíamos dividirnos entre los cuatro corredores para buscar a Tony. Tiene que estar en el hospital en alguna parte.

J-2: Es decir, hasta donde puedo deducir, el hospital es todo lo que hay.

El grupo se da cuenta de la falta de ventanas en la habitación.

J-1: De acuerdo, yo me encargo de esto, los demás encuentren lo suyo.

J-1, J-2 y J-4 entran cada uno en los pasillos. J-3 se sienta en una de las sillas y comienza a mecerse de un lado a otro.

J-2: Este pasillo parece vacío. Ninguna de las puertas de los quirófanos están abiertas.

J-4: ¿Cuánto más tardará esto? Juro que puedo ver el final pero no me estoy aproximando a él.

J-2: Intenté llamar a una de las puertas. Nadie respondió.

J-4: Caminar y caminar. Eso es todo lo que estoy haciendo..

J-2: Estoy golpeando ahora. Todavía no hay respuesta.

J-4: No hay final.

J-2: Nadie puede oírme.

J-2 and J-4: Soy solo yo y el infinito.

J-1: Encontré una puerta abierta.

J-2 and J-4: ¿Dónde?

J-1: La primera puerta a mi derecha.

J-2 and J-4: ¿Qué hay dentro?

J-1: Una cama, un cuerpo, y un monitor de ritmo cardíaco.

J-2 and J-4: ¿Qué falta?

J-1: El doctor, la enfermera, la voluntad de seguir adelante.

J-2: Nadie puede oírme.

J-4: El final no está cerca.

J-3 continúa balanceándose de un lado a otro en la sala de espera. Sus auriculares están a máximo volumen.

J-1: El cuerpo se mueve, solo un poco. Está respirando rápidamente.

J-2 and J-4: Es una pesadilla.

J-1 se acerca al cuerpo. Está demacrado y se aleja de J-1. J-1 se extiende para tocar el cuerpo.

Voz no Identificada: [desde detrás de J-1] No le despiertes. Sus sueños son más dulces que el dolor de despertar.

J-1, J-2 y J-4 se derrumban en el suelo. J-3 se levanta y sale corriendo por el pasillo de la sala de espera1 Ella deja de correr después de catorce minutos, frente a una puerta abierta. Justo después de la puerta abierta hay un jardín lleno de margaritas. Un hombre está arrodillado junto a una de las flores, rozándola lentamente. A su lado está un maniquí con la forma del cuerpo de J-1.

J-3: ¿T— Tony?

El hombre levanta su mirada.

Tony: Me preguntaba cuándo llegarías. Vamos, tengo un jardín aquí. Sería una pena que no lo vieras.

Joyce da un paso en el jardín, y luego hace una pausa. Tony le ofrece una breve sonrisa. Ella se une a él en un paseo por el jardín.

Tony: ¿Qué hay de nuevo?

Joyce: Me dijeron que estabas muerto.

Tony traga saliva.

Tony: Pues… solo estaban medio equivocados.

Joyce: He estado cuidando de papá durante mucho tiempo.

Tony: ¿Cómo está él?

Joyce: Delirante, dañado, pero aún sin morir.

Tony deja de caminar. Joyce también se detiene. Después de un momento, Tony abraza a Joyce.

Tony: Lo siento mucho… Siento no haber sabido lo que estaba pensando o haciendo y lamento todo esto.

Joyce corresponde el abrazo de Tony.

Joyce: Lo sé. Lo sé, lo sé. Pero puedes guardar tus disculpas para más tarde. Te sacaremos, y podrás disculparte con papá y Emily tú mismo. Te sacaremos de aquí.

Tony: ¿Salir?

Joyce: Sí. Tenemos todo un plan en marcha. Vas a—

Tony suelta a Joyce y da unos pocos pasos hacia atrás. Le dirige una mirada confusa.

Tony: Espera… no.

Joyce: ¿No?

Tony: No, um… No me iré.

Joyce: ¿A qué te refieres con que no te irás?

Tony: Necesito estar aquí. Yo… Lo jodí todo, así que necesito arreglarlo.

Joyce: ¿Arreglarlo? Le disparaste a la muerte, joder. No puedes deshacer la muerte. Esa niña, o esqueleto, o lo que carajos fuera esa cosa, se ha ido.

Tony: ¡Y yo estoy aquí! ¡Y estoy averiguándolo!

Joyce: Tú…

Tony toma a Joyce de la mano y la lleva por el sendero.

Tony: Vamos. Comencé a trabajar en algo. Déjame mostrarte.

Joyce: ¿Mostrarme la muerte?

Tony: Sí. Bueno… Casi.

Tony continúa por el pasillo del hospital, deteniéndose frente a una habitación. Hay una mujer acostada en la cama del hospital con los ojos cerrados. Un monitor de ritmo cardíaco muestra una línea plana.

Joyce: No estoy segura de qué estoy viendo.

Tony: Es un cadaver, Joyce. Está muerta. Encontré sus huesos y los enterré.

Tony saca una azada roja de jardín de su bolsillo trasero.

Tony: Lo hice con esto, y con mis propias manos. Ahora, está plantando margaritas.

Joyce: ¿Estás… estás matando gente?

Tony: Digamos que, lo hacía. Ya no tanto. Por alguna razón la maldita cosa dejó de funcionar.

Joyce: ¿Dejó de funcionar?

Tony: Sep.

Joyce: Es una azada de jardín, Tony.

Tony: ¡No sé cómo funciona! Se siente mal, como si nunca estuvieran listos.

Joyce: Yo— No lo entiendo.

Tony: No voy a irme. Si no hay nadie aquí, ¿cómo se puede poner a la gente a descansar?

Joyce mira fijamente el cuerpo por un momento, antes de darse la vuelta y regresar al jardín.

Tony: ¡Joyce, espera!

Joyce: [hablando consigo misma] Se supone que Tony debe volver conmigo. Se supone que debe volver a casa. A casa. Quiero ir a casa.

Joyce se detiene en su marcha cuando se encuentra con J-2, J-4, y el maniquí de J-1.

J-2: ¿Te quieres ir a casa?

J-4: ¿Qué hay de Tony?

J-1: ¿Qué hay de las masas?

Joyce: Pero— pero se supone que no debería estar aquí. Ninguno debería. Este lugar no es para nosotros.

J-2: Entonces, ¿qué pasa con la chica que estuvo aquí antes que tú?

J-4: ¿O las margaritas?

J-1: ¿O los insectos?

Los pies de Joyce están ahora rodeados de cadáveres de insectos quemados.

Joyce: ¿No estuvo la chica siempre aquí?

J-2: No lo sé.

J-1, J-2, J-4: ¿Lo estaba?

Joyce: Claro que lo estaba. La muerte siempre estuvo merodeando.

J-1, J-2, J-4: ¿Lo estaba?

Joyce: ¡Dejen de preguntarme!

Joyce cae de rodillas, aplastando los cadáveres de los insectos en el suelo. J-1, J-2 y J-4 siguen hablando, pero las palabras se vuelven indistinguibles. El mundo comienza a girar.

Y girar.

Voz no Identificada: ¿Disculpa?

Y girar.

Voz no Identificada: ¿Señorita? ¿Disculpa?

Y girar.

Voz no Identificada: [grita] ¡Señorita!

Joyce mira hacia arriba. Ahora está en una habitación hecha de tierra compacta. No hay ninguna fuente de luz visible, a pesar de que la habitación está iluminada. Frente a ella se encuentra un oso de Teddy del tamaño de un hombre.

Oso Teddy: ¿Está usted bien?

Joyce parpadea.

Joyce: ¿Qué está pasando? ¿Dónde estoy?

Oso Teddy: Ya está. Obviamente ha estado pasando por un momento difícil.

Joyce: ¿Dónde está Tony? ¿Y el jardín? ¿Y el hospital?

Oso Teddy: Está todo aquí. Sólo están tomando un descanso, pero no se han ido.

Joyce: ¿Qué es la muerte?

El Oso Teddy sonríe, y luego camina hacia la pared donde se sienta, apoyando su espalda. Luego da dos palmadas en el suelo a su lado, donde Joyce se sienta.

Oso Teddy: ¿Sabes? Tony hizo esa pregunta muchas veces. No soy una autoridad en todo esto, siendo sólo un osito de peluche, pero después de hablar con él sobre la muerte durante un tiempo, creo que tengo una respuesta.

Joyce recuesta su cabeza contra el hombro del Oso Teddy, y cierra sus ojos.

Oso Teddy: La muerte no es nada especial en realidad. Es sólo el final de un libro. La vida se parece mucho a una historia, ya ves. Tiene un comienzo abrupto, un largo intermedio, y luego un final igualmente abrupto. Pero casi todas las historias tienen que llegar a algún tipo de final. Si no terminas la historia, entonces sigue y sigue. Se sale de control y pierde todo el enfoque. Ahora, a algunas historias les vendrían bien unas páginas extra. Mientras que la brevedad es el alma del ingenio, no todas las historias tienen que ser particularmente agudas. La longevidad da oportunidades para explorar caminos de la historia que no estaban cerca. Pero de nuevo, cada historia necesita un final. Y eso es todo lo que la muerte realmente es. Es pasar la última página. Poner el punto final. Es soltar el bolígrafo.

Joyce: Entonces, ¿qué es este lugar?

Oso Teddy: Este es el lugar que hace cumplir los plazos de los manuscritos. Pero parece que nuestras comunicaciones están caídas. Así que los autores piensan que tienen todo el tiempo del mundo. No hay nada más caótico que un autor que se libera de la correa.

Joyce descansa contra el oso Teddy por un poco más de tiempo.

Joyce: Es una bonita manera de pensar en ello. Incluso si no responde realmente a la pregunta.

Oso Teddy: A veces, la precisión no es la parte importante de la respuesta.

Joyce: Este lugar nunca tuvo sentido en primer lugar.

Oso Teddy: A veces las cosas nunca tienen que tener sentido. ¿Y sabes cómo llamamos a esas cosas?

Joyce: ¿Cómo?

Tony: Anomalías.

Joyce abre los ojos. Está de vuelta en el jardín, apoyando su cabeza en el regazo de Tony.

Tony: ¿Dormiste bien?

Joyce: No particularmente.

Tony: Bueno, ¿te quedarás por acá? ¿O volverás a casa?

Joyce: Yo… No estoy completamente segura.

Tony: Eso está bien. No creo que ninguno de los dos tenga mucha prisa. Si te vas a quedar un rato, me vendría bien tu ayuda.

Joyce: ¿Mi ayuda?

Tony: Quiero decir, sí. Siempre fuiste el más inteligente de nosotros. Y yo… quiero arreglar las cosas. No sé si puedo, pero quiero intentarlo, maldita sea.

Joyce: Yo… No lo sé.

Tony: Quiero ayudar a papá.

Joyce asiente, y luego se sienta.

Joyce: Puedo intentar, supongo… Dijiste algo sobre que tu azada no funcionaba. ¿Puedes describir un poco más eso?

Tony: Bueno… Quiero decir, bien. Es un poco confuso para mí, supongo. A veces puedo sentir que me empuja hacia estos. Luego los entierro, y en unos pocos días, crece una margarita.

Joyce: O sea que… ¿Es como si pudieras sentir cuando alguien está muriendo?

Tony: Sep. Casi como si los estuviera matando yo mismo.

Joyce: [hablando consigo misma] Matándolos tú mismo…

Tony: ¿Joyce?

Joyce: Tenías un cuchillo que papá te dio, ¿cierto?

Tony: Sí, Lo llevaba conmigo a prácticamente todas partes después de que me uní a la Fundación. ¿Por qué lo preguntas?

Joyce: Mhmm… Yo— Tal vez tengo una idea. Podrías ayudarme, tal vez… ¿a hablarle a Emily?

Tony: ¡Por supuesto!

Joyce: Veamos si podemos ayudar a papá. Y luego, te desapareceré de aquí.

[FIN DEL REGISTRO]


Informe de la Mano Derecha Roja Después de la Acción


Al hacer una redada en las instalaciones de la CI, encontramos equipo de la Fundación y también computadoras conectadas a SCiPNet. Este lugar debe haber sido abandonado, o fue allanado y luego fue rápidamente removido del sistema. Había amplias pruebas de que la instalación había sido evacuada no más de seis horas antes de nuestra llegada. Por suerte, examinando la información de la sesión en la máquina, hemos determinado que dos de los individuos que escaparon son personal de la Fundación. Específicamente la Dra. Emily Young, y el Dr. Jared Helburg.

Además, descubrimos una gran máquina en el cuarto trasero que parece haber sido la fuente de alguna actividad anómala. Dentro de la máquina había un cadáver y una persona equipada con un exoesqueleto mecánico de la serie AR Buteo. Además, se recuperó el siguiente informe de la máquina:

SCP-3448 Día 40.095; Resultados de las imágenes

<8:44 — 8:52> Cuatro mujeres idénticas despiertas en un hospital. Hablan un rato antes de bajar por pasillos separados, excepto una que se queda en la sala de espera, y se pone unos auriculares.

<10:22 — 10:56> Una de las mujeres camina con un hombre por un sendero en un jardín rodeado de margaritas.

<11:46 — 12:01> Estática.

<12:01 — 12:37> Una mujer habla con un oso de peluche en un cuarto de tierra. El oso de peluche no parece responder a la mujer.

<14:37 — 14:46> La mujer y el hombre están haciendo señas con una azada de jardín y un cuchillo. Cuando la mujer los acerca, la azada parece fusionarse con el cuchillo.

<15:26 — 15:31> La mujer y el hombre se gritan el uno al otro, cada uno de vez en cuando haciendo señas a un oso de peluche que está en el suelo.

<15:51 — 16:07> La mujer lleva ahora un estetoscopio, que el hombre examina.

<16:37 — 18:03> Estática.

<19:03 — 19:30> La mujer está sentada frente a una cama de hospital mirando al paciente. El paciente es un hombre mayor, que apoya su cabeza en una almohada, mientras se agarra la otra cerca de su pecho.

En particular, el cadáver dentro de la máquina y la mujer equipada con el exoesqueleto de Buteo eran idénticos a los individuos mostrados en las imágenes de la máquina, excepto que el hombre no poseía un cuchillo o una azada de jardín, y la mujer no poseía un estetoscopio o auriculares.

Para asegurar que esta instalación no pudiera ser utilizada con fines maliciosos en el futuro, la misma fue arrasada bajo el pretexto de que el edificio no estaba a la altura de las normas sanitarias de la ciudad. Las exploraciones del edificio muestran que esto no dio lugar a la terminación de ninguno de los cadáveres encontrados dentro del edificio, lo cual era de esperar.

Se le notificó al Comando inmediatamente la identidad de los dos desertores, y se envió al DM Iota-10 para recuperar a los individuos.

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