¿Qué ha ocurrido?
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Hacía mucho tiempo que D-13279 había aprendido a distinguir la muerte del sueño.

Todos los meses sucedía así, y había un momento de incertidumbre. Cuando los medicamentos terminan de abrirse paso por el sistema circulatorio, no hay nada.

Y es casi un momento de alivio. Pero entonces termina.

Sabía que la muerte no se sentía así. La muerte no tiene los dolores del hambre, el vacío del ser que viene del deseo y la necesidad. Eso no es la muerte.

D-13279 sabía cómo utilizar los sueños. No sabía cómo lo sabía, pero recordaba un tiempo lejano en el que había otros en sus sueños. Cuando sus sueños podían llevarle a conocer a otras personas, a sentirse más grande que su propio ser.

Ahora soñar es más solitario. Pero aun así ha hecho que su mente sea resistente. Cada mes, los guardias y los científicos intentan matar la mente, borrar los recuerdos, pero en los sueños la mente puede esconderse. Y D-13279 puede sobrevivir otro mes con la cabeza intacta.

Pasan treinta días. El servicio de D-13279 ha terminado. Le anestesian. Los guardias y los científicos intentan matar la mente, pero en sueños la mente se esconde. Y todo se repite. Siempre exactamente lo mismo.


—Has cometido un crimen. Es muy importante que pagues tu deuda con la sociedad.

Se retuerce en la silla. Sus muñecas están atadas con relucientes grilletes. La habitación es asquerosamente blanca, y contra ese fondo la bata de laboratorio es casi invisible: Una cabeza flotante y un portapapeles sentados en una silla barata. Ella continúa.

—No estamos aquí para juzgarte ni para castigarte. No somos guardias, solo tus guías. Síguenos y tu deuda será saldada. La sociedad te lo agradecerá. Después de un mes, habrás terminado—. Está leyendo de un papel. Bien ensayado.

D-13279 asintió. Había perdido la cuenta de cuántas veces había ocurrido aquello.


La sociedad, como ella la llamaba, no era algo que D-13279 hubiera conocido. No era algo que recordara. Las transacciones rutinarias de la vida diaria. El dar y recibir de monedas y bienes y servicios. La colaboración de un todo mayor, por el bien de cada engranaje. D-13279 no lo conocía.

Cada vez que dormía, y pasaba un día, sumando uno tras otro, D-13279 podía ir a otro lugar. A algún lugar que no estaba aquí, no en las cuatro paredes y un techo, la puerta sellada magnéticamente con dos rendijas, una para los ojos y otra para las bandejas de comida. En su mente, D-13279 iba más allá.

En ese más allá, hay hileras de personas durmiendo con uniformes. Los Clase-D no se mueven ni reaccionan. Cada noche, los Clase-D se parecen más los unos a los otros. Cada mes, los Clase-D crecen en el molde en el que la organización desea encajarlos. El molde que la organización ha preparado para todo el mundo. Y D-13279 solo puede mirar.

Pero al menos no era una celda. Era una comunidad, una comunidad de almas inconscientes. Excepto una. D-13279 estaba más despierto en sus sueños que durante el día.


Había un científico diferente. Esta sala era más larga que ancha. Cada pared tenía una puerta, y las paredes más largas tenían dos grandes ventanas que daban a salas de observación llenas de técnicos. Encima de cada ventana había una luz de advertencia. La luz era verde.

D-13279 sostenía un maletín. Estaba esposado a su muñeca, pero en la mano contraria sostenía la llave. El científico, satisfecho con su actitud latente, se retiró a una sala de observación. D-13279 estaba frente a la puerta del fondo, en una pared estrecha.

La puerta se abrió. Salió una persona vestida con un uniforme gris. Una etiqueta decía "D-13280".

—Hola. Estoy aquí para recoger tu maletín.

D-13279 asintió furtivamente y se agachó para quitarse las esposas. Con cautela, le entregó el maletín. El otro Clase-D asintió y se lo sujetó a la muñeca. Salió de la sala.

Detrás de D-13279, se abrió la segunda puerta. Salió una persona vestida con un uniforme gris. Una etiqueta decía "D-13278". Llevaba un maletín esposado a la muñeca.

—Aquí tengo un maletín.

Dicha persona se quitó las esposas y entregó con cuidado el maletín a D-13279, que le esperaba. Y luego se marchó por donde había venido.

La luz de advertencia situada sobre las ventanas pasó del verde al rojo. La misión había terminado.


Dentro del maletín:

N REPORTANDO A N+1

DESPEJADO: AMENAZAS EXISTENCIALES DESPEJADAS. AMENAZAS TRANSUNIVERSALES DESPEJADAS. AMENAZAS LOCALES DESPEJADAS. NORMALIDAD DESPEJADA.

NOTAS: LOS HOMBRES DEL VIEJO MUNDO ESTÁN CAYENDO. EL CAMINO ESTÁ SIENDO PAVIMENTADO. LLEGAREMOS PRONTO. NECESITAMOS MÁS AMNÉSTICOS, MÁS DE LOS QUE CABEN EN UN MALETÍN. DETALLES A CONTINUACIÓN:

5 7 9 8 3
4 6 8 0 9
0 5 7 9 1
2 1 6 8 0
1 3 2 7 9

El resto son solo números.


D-13279 sabe que el mundo está cambiando. Cada noche está más claro. La Fundación no está sola en el multiverso. Cada Fundación podía extender la mano, hablar consigo misma en otros mundos. Colaborar. Cooperar. Contener.

Y eventualmente, el objetivo cambiaría. Los de arriba nunca podrían estar satisfechos con mantener el mundo como era. No cuando el mundo estaba tan fundamentalmente roto.

Era necesario arreglarlo. Hay que extirpar el cáncer. Y ahora la organización tiene el poder para hacerlo.

D-13279 se siente como si estuviera creciendo constantemente, creciendo en una mente demasiado grande para su cuerpo. No puede permitir que esto continúe, ¿verdad?

¿Quién puede detenerlo cuando la Fundación se convierte en el fundamento de todo?

Puede sentirlo. Cada día que pasa. Cada dosis del mata-mente. Cada alma que vive tan adentro de la tierra. Su mente se hace más pequeña, su perfil más delgado. El molde se vuelve más atractivo. D-13279 no se puede resistir para siempre. Eventualmente se irá, y alguien nuevo tomará su lugar. Una nueva persona, para este nuevo mundo.


Hace unos meses, había una gran habitación, del tamaño de un gimnasio. El suelo estaba cubierto de hierba falsa y trozos de goma negra. En el centro, unas toscas estructuras de yeso a modo de edificios.

Cada vivienda de una sola planta tenía dos o tres colchones en el suelo. Había colchones suficientes para las dos docenas de Clase-D que residían allí durante la prueba. Se apartó una única estructura, donde un Clase-D cocinaba la comida para el resto dos veces al día.

La comida cruda salía de una escotilla en el techo, una vez cada tres días. Los científicos podrían haber dejado caer comidas preparadas, pero no lo hicieron. Tal vez pensaron que podían fortalecer el trabajo en equipo al forzar la preparación de la comida.

A los veinte días, cuando las luces de la sala estaban apagadas, para simular la noche, y solo unas antorchas falsas alumbraban la estancia, liberaron a una criatura en el recinto. Una bestia alta, con la cara como un colador y las extremidades como cuchillos.

Cuando los Clase-D lo vieron, el grupo se acobardó, se escondió y golpeó las paredes para pedir ayuda.

La prueba fue abortada. La criatura fue extraída. Se borraron las mentes y a los sujetos se les administró un feroz régimen de drogas e imágenes alteradas.

La prueba comenzó de nuevo. Veinte días después, la criatura fue liberada.

Cuando los Clase-D lo vieron, el grupo se unió y lo golpeó con manos y pies. Dejó escapar un chirrido al morir.

Insatisfactorio. La prueba fue abortada. La criatura fue reanimada. Se borraron las mentes y a los sujetos se les administró un feroz régimen de ruidos de re-entrenamiento y claves meméticas.

La prueba comenzó de nuevo. Veinte días después, la criatura fue liberada.

Cuando los Clase-D lo vieron, el grupo no reaccionó. Cada uno continuó con su rutina, incluso mientras los acechaba y los mataba. Ni uno solo lo notó.

Satisfactorio. Una buena prueba. D-13279 tuvo que llevar dos maletines el día después. Necesitaba espacio extra para los detalles importantes.


N REPORTANDO A TODOS

DESPEJADO: AMENAZAS EXISTENCIALES DESPEJADAS. AMENAZAS TRANSUNIVERSALES DESPEJADAS. AMENAZAS LOCALES DESPEJADAS. NORMALIDAD DESPEJADA.

NOTAS: ÉXITO DE LA PRUEBA NÚMERO N DE COMPORTAMIENTO. A CONTINUACIÓN, SE NECESITAN MECANISMOS DE DESPLIEGUE MASIVO PARA CENTRARSE EN LOS CENTROS URBANOS Y EL SUMINISTRO DE AGUA. SUGERENCIAS A CONTINUACIÓN.

1 3 2 7 9
0 2 4 3 8
9 1 3 5 4
5 0 2 4 6
7 6 1 3 5


Todos los meses son iguales. D-13279 solía sentir una sensación de urgencia. Su conocimiento crece, más allá de este mundo, en cada universo con una Fundación.

Este mundo no estaba hecho para la Fundación, pero se ha alcanzado un punto de inflexión. Convertirán el mundo en uno para ellos, y harán que los que están en él se adapten al mundo. Los Clase-D son solo el prototipo. Lo que la Fundación ha aprendido de ellos se aplicará a todos. Y nadie se dará cuenta.

El único consuelo de D-13279 era que pronto serían como todos. Y todos serían como ellos. Y eso es algo justo, ¿no?


D-13279 los vio a todos.

—Has cometido un crimen. Es muy importante que pagues tu deuda con la sociedad.

La respuesta: "¿Qué?", "No…", "¿Qué crimen?", "¡Jódete!", "¿A qué te refieres?", "¿Dónde estoy?", "Espera.", "¿Puedes repetirlo?"

El conocimiento es impotencia. D-13279 no podía ayudar a ninguno de ellos. Pero la Fundación sí podía.


Los ladrillos apilados forman algo. No significa más que lo que un ladrillo a un edificio. Lo que un edificio a una montaña. Lo que una montaña a un planeta.

Todas las Fundaciones estaban allí, pero se difuminan. Sólo hay una Fundación, una para todos los universos, y sus vínculos son promesas vacías, manos enlazadas y maletines llenos. Pronto no habrá nada más que la Fundación. Y la Fundación lo será todo.


Los Clase-D se extienden por arriba y por abajo. Los investigadores no recordarán las noches que pasaron acostados sobre colchones dentro de gimnasios. Los civiles nunca recordarán lo que dijo el científico justo antes de apretar el émbolo de la jeringuilla.

Hasta donde todos saben, el mundo nunca cambió. Nadie sabrá nunca lo que se perdió.

Para que quede constancia, ella dijo:

—Estás pagando tu deuda con la sociedad. Buenas noches.


O5-∞+1 estaba sentado en una sala de conferencias con otros 12 hombres. Cada uno tenía sus propios planes. Hoy, y mañana, y así sucesivamente, se reunirían y discutirían un tema común, y elegirían la postura de su Fundación. Igual que habían hecho todos los ayeres.

Eran los hombres más asustados del planeta. Cada hombre mantenía sus miedos cerca, porque eran lo único que les permitía estar despiertos durante todo el día. Incluso cuando la razón para temer disminuía. Incluso cuando la realidad se asemejaba cada vez más a la columna vertebral que habían estado construyendo.

El multiverso ya no podía detenerlos. La Fundación era mucho más grande. Solo podía resistirse durante un tiempo.

Cada O5 asintió con la cabeza cuando se propuso la resolución final. Todo estaba saliendo bien.

Pero seguían teniendo miedo. Siempre se puede sumar uno, y entonces tienes un número completamente diferente en tus manos.


D-13279 seguía buscando una llave, o una puerta. Alguna salida. Los sueños no eran una vía de escape, solo un recordatorio de los barrotes. No podría eludir el mata-mentes para siempre. Acabaría muriendo, y una nueva persona nacería de su cadáver.

D-1327█ pensó en toda la gente que le rodeaba. Vivían vidas muy cortas. Personas diminutas, fáciles de mover para la Fundación. Sin equipaje con el que lidiar.

D-132██ pensó en el miedo. El miedo de que ellos, tal y como son, pronto estarían muertos. La lucha por mantener el mundo como uno lo conoce. ¿Es eso noble?

D-13███ pensó en cómo se sienten las cosas concentradas. La realidad se hace cada vez más densa, ya que todos los universos colapsan sobre sí mismos. La incertidumbre está desapareciendo. ¿Cómo pensarán los nuevos hombres?

D-1████ sintió que brotaba algo agradable. No necesitaba hacerse preguntas. Era de los nuevos hombres, hechos a medida para este nuevo mundo. Ya no necesita preocuparse. Puede rendirse.

Y D-█████ se habían preparado

Se habían acabado las noches ruidosas.

Los días tranquilos habían llegado.

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