“Y entonces,” continúo el Dr. Samet desde su silla de ruedas, su pie derecho aún enyesado después de esa terrible, descarga accidental de un arma de fuego. “Debemos proceder a la aplicación de-“ se detuvo, mirando al Dr. Bright en alguna forma de horror “¿Qué es eso?”
Bright sonrió calmado, mientras sus asistentes continuaron auxiliándolo con las calibraciones finales. Sobre la mesa detrás de él, estaban las piezas de una lanza de metal de aspecto bastante desagradable, desarmada por el momento. Cables y alambres salían en ángulos extraños, y sólo se volvía más bizarro entre más lo manipulaba el Lucky Bunch. “Es una lanza, Samet”.
“Eso puedo verlo, 963,” gruñó el doctor, sin tener idea. “¿Pero por qué lo tienes aquí?”
Sujetando firmemente la lanza ya armada, Bright volteo hacia Samet con el ceño fruncido "Mi nombre es Dr. Bright Y esto es para atraer la atención de 682. ¿O cómo planeabas meter SCP-963 en 682?”
“Bueno pues, un lanzador, y, ah, hmmm…”
“Exacto. Con este prototipo, deberé lograr hacerlo enojar, al punto que venga por mí. A partir de ese punto será juego de niños meterle a 963.”
Samet asintió. “Por supuesto 963 – ¿pero que es lo que hace?”
Algunas personas nunca aprenden. Y otras personas continúan insultando a un inmortal vengativo que no tiene consideración por la vida humana. Las personas realmente estúpidas lanzan directas a Bright. “Esto”. Levanto la lanza, apuntando vagamente en dirección a Samet, y presionó un botón. Inmediatamente, un arco purpureo de electricidad atravesó el aire, impactando en el pie lastimado de Samet. El doctor grito, rodando desesperadamente su silla de ruedas hacia atrás, incluso mientras las vendas comenzaron a incendiarse. "Hmm, Dr. Samet, pareciera que tiene algo de metal en su yeso. Me pregunto como habrá pasado.”
Mientras los lacayos de Samet se apresuraban para apagar a su jefe, Bright volteó hacia la Dra. Light y asintió. “Muy bien Sophia, sabemos lo que estamos haciendo. ¿Cuáles son las probabilidades?”
La Dra. Light revisó su tabla, con el entrecejo fruncido. “2 a 1 no funciona. 5 a 1 entras y arrasas el sitio. Una apuesta adicional por esa, incluso es probable que utilices está para matar a Samet por ahí. 10 a 1 dicen que algo sale mal y te quedas atascado dentro de 682. 20 a 1 dicen que esto se pone patas arriba, y todos acabamos siendo tú, de alguna forma.”
“Me gustan esas probabilidades”
"963!" Samet gritó, mientras su pie ardía. "¡Tú! Tú, ¡Yo! ¡Tú-!"
"Dr. Samet. Entienda esto." Bright avanzo airadamente hacia el otro investigador, alzándose sobre él. "Estoy por ser colocado en el SCP más peligroso que hemos descubierto. Le ofreceré este trato. Si usted cubre sus pies con salsa de barbacoa, me detendré ante ellos. "
Y con eso, Bright se dio la vuelta y se dirigió al piso de preparación.
Jack Bright despertó con dolor de cabeza, sus recuerdos borrosos. Algo había ocurrido… ¿Salsa de barbacoa, tal vez? No, otra cosa…Oh sí, los recuerdos volvían inundándolo, el estaba ahí con su lanza, la bestia embistiendo, relámpago y dientes, sangre y dolor, y la sensación horrible e indescriptible de intercambiar huésped.
Pero ahora- las cosas no estaban bien. Podía sentir piedra fría en su espalda, lo que implicaba que estaba acostado. Y podía escuchar a otras personas moviéndose a su alrededor, así que era muy probable que aún estuviera en la Fundación. Siempre había salsa para barbacoa. Espera, ¿qué?
“¿Jack? De verdad lo necesitamos ahora, señor.” Un voz familiar llamó desde arriba. Lentamente Jack abrió los ojos, su cara fija con un ceño fruncido precautorio. De pie a su lado, vestido con una muy extraña armadura de cota de malla, se encontraba un hombre mexicano de aspecto familiar. Algo acerca de él-
“¿Te conozco, cierto?” El otro hombre se inclinó, ayudando a Jack a ponerse de pie.
“No realmente señor. Por favor, debe venir conmigo.” Sujetó con firmeza el brazo de Jack, su otra mano agarraba una larga lanza. Jack se detuvo de pronto, mirando a las otras personas que pasaban. Todos vestían igual, una armadura de malla con anillos dorados en circulo sobre el corazón, rodeando un circulo de anillos rojos. Todos ellos llevaban la misma lanza.
“Tu eres D-113. ¿Tú fuiste el primero, verdad?” Jack no podía dejar de mirarlo. Había pasado tanto tiempo desde ese primero.
“Bueno, la respuesta a eso es sí y no. Y sí. Pero no realmente. Uhm. Bien, Hagámoslo a su manera, estúpidamente franca. Vera señor, nada de esto es real.” Señalo hacia las paredes del castillo y las personas a su alrededor.
“Bueno, duh. Dame crédito con un poco de sentido”
“Oh, okay, claro, eso hace las cosas más, uhm, sencillas. Verá, su mente, no está lista para esto. No puede, uhm, enfrentar la manera en que 682 ve las cosas. Así que, salió con esto como defensa. Sólo que, no es sólo su mente. 963 está involucrado, y de alguna manera, partes y pedacitos de los remanentes de aquellos de los que usted se ha apoderado han sido animados, para ayudar. Sólo, que aún son parte de usted. ¿Tiene eso sentido?"
“Ni un poco.” Mientras forzaron una enorme puerta de madera. “Pero sí entiendo de donde… vie… nen…” Jack levantó la mirada hacia el cielo por primera vez, quedándose sin voz. Sobre el estaba la cosa, la criatura, que nosotros, en nuestro limitado entendimiento llamamos SCP-682. Y era glorioso. Una criatura de pesadilla, hermosa, perturbadora y aún así intrigante, extendida por todo el firmamento, la tierra, el horizonte, cielos, todo lo que no era Jack y su castillo. Salsa de Barbacoa.
“Yo, bueno, entonces, quieeen” Jack frunció el ceño más profundamente, mientras varias personas en armadura pasaron corriendo a su lado. Incluso el anciano estaba ahí, aunque no debería haber estado. Podía sentir el impacto disminuir aunque estaban allí de pie. “Bien, compartiendo la carga, lo entiendo.” Giro los ojos alejándolos de la… cosa, volteando hacia sus propias murallas. Un castillo, retorcido y deforme, del que Escher habría estado orgulloso, se cernía por encima y por debajo de él, y desde cada esquina, partes de él estaban de pie, lanzas en mano, atacando a la criatura de salsa de barbacoa.
“Estamos atascados, ¿verdad?”
“Enjaulados, señor.”
“Necesitamos descubrir la manera de salir de aquí. Tenemos algo de salsa de barbacoa que servir.”
"¿Perdón?"
“Figura retórica. Mira, necesito…” Bright exploró sus recuerdos, oh tantísimos. La respuesta debía de estar ahí en alguna parte. Y estaba justo ahí, de pie frente a él. Investigador Clase 2 Damon Smith, promovido al Dr. Bright en cumplimiento del deber. Damon siempre había tenido fobia a los espacios cerrados. Y eso los sacaría de allí.
“Vamos Damon, toma la lanza y conéctate, recuerda como se siente estar en espacios pequeños. Encerrado, sin nadie para escucharte, cómo salir…” La aparición ante Jack levanto su lanza, con sus extremidades temblando de miedo. Una línea de energía azotó desde su lanza, marcando una larga línea en la criatura sobre ellos.
Y comenzó a cambiar. Desde adentro los efectos eran difíciles de describir, pero todos podían sentirlo. Algo diferente estaba sucediendo. El Dragón se estaba moviendo.
Jack no pudo evitar reírse. "SALSA DE BARBACOA"! Gritó – uno de los absolutamente peores gritos de batalla jamás dichos. Arrancó la lanza de las manos de Damon, sin siquiera notar cuando empujo al pobre tipo por el borde, sin importarle el que una boca de la bestia agarraba al desamparado investigador.
Líneas de energía, una proyección mental del control de Jack sobre 682, relampaguearon violentamente desde el castillo. Él podía sentir que éste estaba cumpliendo su voluntad, haciendo lo que le decía que hiciera. Él sabia que una parte de su mente estaba de hecho dentro de la criatura, controlándola, viendo a través de sus ojos, pero también sabía que no tenía ninguna esperanza de llegar a entender como era que ésta veía el mundo. Así que, aquí abajo, peleo una batalla campal, usando metáfora y símil para actuar en su lugar.
Pero no iba a durar. Incluso aunque se encontró colmado del conocimiento de que había hecho lo que quería hacer, el dragón contraatacó. Sus garras feroces rasgaron las paredes del castillo, destrozándolas. Su aliento fétido llenaba los pasillos, enviando a todos tambaleándose de regreso a la seguridad de 963. Jack supo que no podía durar.
Con lo que quedaba de su fuerza mental, detuvo a la criatura, le ordenó regresar, y sólo entonces, él también retrocedió a la seguridad de sus pesadillas
Bright podía sentir la suave textura de una cama debajo de él. Sábanas de algodón por su sensación, así que no era su cama propia. Colchón delgado, el olor del desinfectante, las correas de piel en sus muñecas, cuello, pecho y pies… Si, debía de estar en el Área Médica.
“El sujeto esta despertando, Overseer.”
Bright abrió los ojos lentamente, notando la sensación de metal frío presionando su sien. Sus ojos giraron primero hacia la figura sosteniendo el arma, uno del escuadrón de matones del Observador, ninguno de ellos digno de ser recordado. Después hacia el sonido de una voz, la adorable Dra. Light ocupada con sus deberes médicos. Finalmente, al último espacio que quedaba junto a su cama, ocupado por la pantalla de un monitor en el que podía verse la silueta negra de una persona.
Una voz mecánica, cuidadosamente filtrada para remover cualquier rastro identificable, le habló. “Por favor, identifíquese”. Con o sin filtros, Bright aún sabía quien estaba del otro lado de la línea.
“Dr. Jack Bright, Investigador Nivel cinco, Director de personal de muchísimos sitios, yada, yada, yada”
“¿Quien es tu hermana? La voz continuó. Bright supo que eran las preguntas que necesitaban ser respondidas para asegurar que era él mismo.
"Claire Pierce. Y, en respuesta a tus siguientes tres preguntas, 31-20-35, el virus Ébola, y lavavajillas de mono morado.”
“Identidad confirmada. Dr. Bright, ¿cuál es su último recuerdo?”
Bright pensó con esfuerzo por un momento, luego hablo. “Yo estaba… arremetiendo contra 682, ¿verdad que sí? ¡Sí, tenia la lanza y todo! ¿Supongo que no agarró a 963, aha?”
"Dr. Bright, SCP-963 estuvo en contacto con 682 por la mayor parte de una semana. Durante las primeras 36 horas estuvo en estado de coma. Poco después, procedió a desarrollar largas garras y excavo una vía de escape de su contención, causando una brecha masiva. Increíblemente 682 sólo hirió a un investigador, y después permitió dócilmente que se le guiara de vuelta a su contención. 682 estuvo sólo caminando de un lado a otro por otras 24 horas, en este punto volvió a caer en coma. Hace 10 horas, SCP-963 fue excretado de la frente de 682. Un equipo lo recuperó, y fue inmediatamente colocado sobre el cuerpo que ahora esta usando. No había despertado desde entonces. ¿Podría añadir algo a esto?
“Lo siento Seis, no tengo nada. Pero…” Bright frunció el ceño, y se lamió los labios. “¿Por qué saboreo salsa de barbacoa?”
En un lugar completamente diferente, el dragón se enrosco alrededor de su más reciente adquisición. Una pequeña cosita humana. Nunca habría imaginado que las idiotas criaturas podrían enseñarle algo. Pero una de ellas lo había hecho.
La bestia recorrió los recuerdos de Damon Smith, los absorbió, los hizo suyos. Y, al aprender a sentir miedo, agregó una herramienta más a su vasto arsenal, una forma más en la que podría cambiar, y finalmente eliminar el azote que llamaba hombre.