La Última Muerte de Jack Bright
Puntuación: +1+x

Sabía que estaba jodido incluso antes de recibir la llamada.

Mientras Bright se hace camino a la oficina que casi seguramente será su último lugar de descanso, pasa a través de posibles excusas en su cabeza. Fue un accidente, uno de los investigadores debajo de él lo hizo, estaba cagando cuando ocurrió, ninguna de esas funcionaría. Mierda, ya casi estaba allí. ¡Vamos, piensa en algo!

… ¿Siquiera importaría si tuviese la mejor maldita excusa del mundo?

Antes de que lo supiera, estaba parado frente a la puerta que conducía a su perdición. Antes de entrar, respira profundamente unas pocas veces, para aumentar su confianza. Puede hacer esto.

Abre la puerta para encontrar a Jean Aktus, el director del Sitio-19 y uno de los hombres más temidos de la Fundación, observándole. No puede hacer esto.

—Tome asiento, Jack.

Bueno, parece que esto es todo. Después de más de un siglo, Jack Bright está a puntos de morir por última vez. Espera estar haciendo un buen trabajo respecto a ocultar su miedo mientras se sienta en la silla al otro lado de Jean.

—¿Sabe por qué he pedido hablar con usted el día de hoy?

¿Cómo podría no hacerlo?

—Sí, señor.

—¿Entonces por qué no me lo dice?

Normalmente, se le ocurriría un chiste sobre que Jean no está para charlas triviales en ese momento, pero en realidad podría ser descuartizado si lo intentase.

—Quiere hablarme sobre el, uh, el incidente que pasó hace unas pocas horas.

Silencio. ¿Está Jean pensando en lo que va a hacer a continuación, o solo lo está alargando para su propio entretenimiento?

Finalmente, después de cinco segundo que podrían haber sido una hora, Jean comienza a hablar otra vez.

—Jack, ¿sabe cuánto tiempo he sido Director de Sitio aquí?

Oh, Dios, ¿a dónde iba todo esto?

—Veintidós años, señor.

—Correcto. Veintidós años de lidiar con sinsentidos absurdos por culpa de usted y de sus colegas. Creí que lo había visto todo en ese tiempo, pero hoy ha probado que estaba equivocado.

Jean se detiene para tomar un respiro de oxígeno. Oh, chico, aquí viene.

—Jack, ¿por qué demonios había un Furby gigante destrozando mi sitio hace rato?

Si no se indica lo contrario, el contenido de esta página se ofrece bajo Creative Commons Attribution-ShareAlike 3.0 License