Hub de Teología Táctica 
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Este trocito de aquí abajo controla el logotipo y los cambios de subtítulos. ¿Está curseado? Sí. ¿Es molesto y eficaz? También lo es.

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Puntuación: +6+–x

Desde que la humanidad surgió del polvo de la Tierra, ha habido guerras teológicas.

Desde la Primera Guerra Sagrada, pasando por Soga-Mononobe, hasta las Cruzadas, la historia de conflictos de la humanidad siempre ha estado entrelazada con lo divino. La religión ha tenido consecuencias tanto en la mediación como en el desencadenamiento de luchas en la Tierra, tanto si ha servido para armonizar grupos como para crear tensiones entre los hombres. Las vidas y las muertes de millones de personas se han visto irrevocablemente modificadas por la inercia social del culto generacional. Este hecho es indiscutible.

Y, sin embargo, las ruedas de la historia no han sido movidas únicamente por las manos de los hombres que actúan en nombre de Nombres elevados. Lo divino en sí siempre ha desempeñado un papel en la configuración de nuestra existencia, no solo como ideales o metáforas, sino como partes concretas, interfiriendo en el curso del destino para alcanzar sus objetivos. Desde los tiempos de Gilgamesh hasta la era moderna, eran estos seres en los que se basaba el mundo, pilares en los que se apoyaban las personas de fe inquebrantable cuando se perdía toda esperanza. Y eran estos seres los que, a su vez, concedían bendiciones a sus seguidores.

Pero a medida que la rueda giraba y el motor se elevaba, los grilletes de lo divino habían perdido su dominio sobre la Tierra. La Ilustración y las escuelas de pensamiento posteriores expusieron los defectos fundamentales que sustentaban la teocracia divina: que la existencia de los dioses se basaba en la creencia misma. Y sin esta creencia, podían ser asesinados o lisiados, como los hombres mortales.

Pero para socavar un dios hasta el punto de su nadir, hay que destruir la creencia que le da forma.

Estos conceptos eran puramente teóricos, hasta que dejaron de serlo. El mundo quedó desgarrado por la Segunda Guerra Mundial y, bajo la superficie del velo, la Séptima Guerra Oculta asoló Europa con intensa ferocidad. Fue durante estos tiempos cuando la humanidad llegó a comprender la fuerza de la divinidad, y cuando las Potencias del Eje empezaron a sumergirse en el control de este pozo sin explotar, los Aliados prestaron atención. Aunque finalmente no se utilizaron grandes armas divinas en combate, este acontecimiento abrió una nueva caja de Pandora de horrores sobre la Tierra.

Ha pasado más de medio siglo desde entonces. La humanidad ha construido con éxito su Torre de Babel, y ahora estamos entre los cielos mirando hacia abajo sobre todo lo que una vez estuvo por encima. Pero la humanidad, tal como es, no es un monolito y si no mantenemos la cohesión entre nuestras naciones, seguramente nos encontraremos plantados firmemente en el suelo, con una lengua extranjera en cada una de nuestras bocas.

Mientras trabajéis para nosotros, veréis a hombres de gran fe morir de muertes horribles. Veréis rituales blasfemos, caricaturas absurdas de seres elevados y horrores que van más allá del ojo de la mente. Veréis armas forjadas en cálculos sagrados y pistolas apuntando a las cabezas de los demiurgos. Pero en todo esto, debéis recordar una cosa y solo una:


Si podéis matarlo, entonces no es un dios.

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Director Muhammad al-Taqi

Oficina de Teología Táctica


El Departamento de Teología Táctica (a veces denominado "Oficina de Teología Táctica" y abreviado como "DdTT") es la rama de la Fundación SCP dedicada a manejar, contener y utilizar estratégicamente las anomalías religiosas. Creado en 1951, el departamento pretende utilizar la investigación en el estudio de la divinidad para identificar amenazas religiosas o basadas en creencias para el Velo y combatirlas.

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Logo del Departamento de Teología Táctica

El Departamento de Teología Táctica está dividido en varias subdivisiones que se ocupan de distintas responsabilidades. Estas subdivisiones suelen estar dirigidas por sus propios jefes de departamento y se centran en tratar anomalías asociadas a grupos religiosos concretos o temas teológicos generales. Con el tiempo, las subdivisiones pueden crearse, fusionarse, dividirse o disolverse en función de los nuevos avances e investigaciones teológicas.

La diferencia entre el Departamento de Teología Táctica y el antiguo Departamento de Teología radica principalmente en sus objetivos. El Departamento de Teología se ocupa de la investigación y los aspectos históricos del estudio de la religión y lo divino, mientras que el Departamento de Teología Táctica los aplica en labores de contención. Esta distinción significa que, aunque hay cierto solapamiento de personal y competencias, la mayoría de las responsabilidades se reparten equitativamente entre los dos grupos.

La sede actual del Departamento de Teología Táctica se encuentra en Área Relicaria-27, situada en Ottawa, Ontario. El Departamento también posee varios puestos avanzados, campos de pruebas y puestos de observación, así como un Área adicional en Oriente Medio. El Departamento cuenta con aproximadamente quinientos cincuenta empleados, la mayoría de ellos destinados en el Área Relicaria-27.

El Campo de Teología Táctica

En el contexto de lo anómalo, la expresión teología táctica se refiere a una amplia gama de interacciones con lo divino. Por lo general, se utiliza en el contexto de la estrategia militarista, aunque también se ha utilizado en otros contextos, como los rituales ocultos o los contratos demónicos. Lo que es y no es teología "táctica" es discutido, pero el consenso general es que el campo abarca la mayoría de las cosas que implican tratar con lo divino de una manera concreta y científica.

Aunque la Fundación SCP es la mayor potencia que se dedica al campo de la teología táctica, no es la única. Otros Grupos de Interés (entre los que destaca la Iniciativa Horizonte) se han dedicado a la teología táctica y, al igual que la Fundación, han estudiado ampliamente la militarización de la religión. La Iniciativa Horizonte es digna de mención en este sentido debido a su hostilidad hacia otros GdIs religiosos, junto con su plétora de anomalías religiosas abrahámicocéntricas capturadas.

Una de las mayores distinciones entre la Fundación SCP y otros GdIs es que la Fundación tiene casi el monopolio de la información sobre el campo Akiva (véase más adelante). Esto le permite manejar la teología de una manera mucho más organizada y precisa, en comparación con otras organizaciones.

Radiación Akiva

Uno de los descubrimientos más importantes de la teología táctica moderna es la detección de la radiación Akiva. La radiación Akiva es un campo anómalo (mal llamado) responsable de las interacciones entre la fe/creencia y la realidad. Se sabe que el campo Akiva tiene interacciones con partículas anómalas como los Humes o el EVE, aunque él mismo no tiene partículas únicas. Más bien, diversos factores del campo (como la magnitud de sus vectores en un área determinada) influyen en las mencionadas partículas anómalas, dando lugar a cambios en el campo Akiva que alteran la realidad.

A menudo se hace referencia a la radiación Akiva cuando se trata de anomalías religiosas, ya que la creencia colectiva de los fieles produce sistemáticamente cambios mensurables en el campo. Se han creado varios dispositivos en un intento de facilitar la contención de las anomalías basadas en Akiva, con diversos grados de éxito - sin embargo, el problema de generar cambios en el campo sin el uso de artefactos poderosos o corrientes consistentes de fe (el llamado Problema de Generación) sigue siendo un reto importante para los aparatos de contención consistentes.

El Departamento de Teología Táctica tiene un gran interés en garantizar que la información relativa al campo Akiva y sus capacidades se mantenga fuera del alcance de miradas indiscretas, incluso de otros departamentos de la Fundación SCP. Aunque el propósito de este intenso secretismo no está completamente aclarado, se sabe que el Departamento ha recurrido a varios métodos para mantener en secreto detalles específicos, incluida la difusión de información falsa, cuando ha sido necesario.


Ne redeant ad abyssum.

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