MAGNA PETICIÓN PARA LA PERFECCIÓN DE LOS TRASPLANTES DE CEREBRO PARA LA PERPETUACIÓN DE LA IDENTIDAD COMO TRATAMIENTO PARA LA INMORTALIDAD DE PERSONAS DE EDAD AVANZADA
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MAGNA PETICIÓN PARA LA PERFECCIÓN DE LOS TRASPLANTES DE CEREBRO PARA LA PERPETUACIÓN DE LA IDENTIDAD COMO TRATAMIENTO PARA LA INMORTALIDAD DE PERSONAS DE EDAD AVANZADA
PROBLEMA
Actualmente, el cuerpo continúa envejeciendo normalmente, incluso si el cerebro no lo hace. Esta inmortalidad condicional introduce un nuevo conjunto de complicaciones. Considere la tasa actual de degradación corporal, sin alteraciones por enfermedad y medio ambiente:
- A los 30, la masa del cuerpo humano comienza a disminuir.
- A los 50, el cabello se vuelve gris y el 30%-50% de los hombres y el 25% de las mujeres experimentan un patrón de pérdida de cabello.
- A los 60, la incidencia al desarrollo de la osteoartritis aumenta al 53%.
- A los 75, más del 50% de los humanos experimentan pérdida de audición al perder su capacidad de regenerar las células sensoriales cocleares.
- A los 80, más de la mitad de la población necesita una cirugía de cataratas.
- A los 85, el 25% de la población experimenta una pérdida de masa muscular y movilidad.
- Desde aquí y más allá de este punto, la aterosclerosis se convierte en la principal causa de muerte a nivel mundial.
En el siglo XV, cuando el promedio de vida era de unos 30 años, los seres humanos no experimentaban la totalidad del proceso mencionado. La aterosclerosis ya no es el límite y es incorrecto asumir que la aterosclerosis permanente es la condición inevitable de la humanidad. El cuerpo aún es totalmente capaz de morir. Una vez que la falla orgánica total, y el crecimiento resultante de las colonias de bacterias se convierte en un aspecto universal de la vida, es más probable decir que la descomposición de la vida es la inevitable y penúltima condición de la humanidad, seguida por cualquier sensación que se pueda proporcionar una vez el cerebro sea todo lo que quede. Es pertinente afirmar que esta progresión supone una salud perfecta por parte del individuo y sigue sólo la progresión del tiempo.
SOLUCIÓN
La idea de los trasplantes de cerebro, también conocidos como trasplantes de cuerpo entero, no es nueva (Figura A1, de Béttung Sylfum, 1604 DC). Ha aparecido con frecuencia, y principalmente, en la ciencia ficción, quizás contribuyendo a la suposición de que todo el procedimiento es tan viable como la fantasía. Este no es el caso. Una identidad está formada por, y restringida a, una combinación específica de vías neuronales únicas, vainas de mielina y sinapsis que se encuentran dentro del cerebro de un individuo. Más allá de la teoría, este hecho está probado. Robert J. White transfirió con éxito tanto el cerebro como la cabeza de un mono al cuerpo de otro sin ningún cambio en la identidad1.e Sus experimentos de trasplante de cerebro y de cabeza, complementados con otros datos experimentales23, indican que es viable y posible trasplantar con éxito un cerebro, y por extensión una identidad, a otro cuerpo. Sin embargo, los experimentos de White no fueron lo suficientemente exitosos como para sacar el procedimiento del reino especulativo. El mono del trasplante de cerebro no pudo enviar instrucciones al cuerpo del huésped, y el mono de trasplante de cabeza no sólo quedó paralizado por la misma razón, sino que murió luego de 9 días debido al inmunorrechazo4. Los fracasos de White, por consiguiente, especifican los puntos de acción.
El tejido nervioso no se regenera ni cicatriza adecuadamente. Una buena, si no la única, razón por la que las lesiones de la médula espinal son tan severas es que el daño a menudo, y permanentemente, se vuelve más severo después de la lesión inicial hasta que se separan permanentemente múltiples conexiones, con sólo medicinas experimentales que proporcionan un alivio parcial5. El resultado es la parálisis y privación sensorial completa del cuerpo. Por lo tanto, es requerido el desarrollo de tejido neuronal regenerativo y/o un tratamiento que genere regeneración. Podemos abordar esto de dos maneras. La primera es la síntesis natural, con la cual modificamos el tejido nervioso preexistente para que pueda imitar las capacidades regenerativas/curativas que se encuentran en otros tejidos. La segunda opción es la síntesis sintética, con la cual se desarrolla un nuevo tipo de tejido nervioso que es omni-compatible y regenerativo. La síntesis natural, si tiene éxito, llevaría al personal quirúrgico a tratar el tejido en el punto de conexión para que tanto el cerebro como el sistema nervioso puedan sanar uno dentro del otro y, por lo tanto, comunicarse. La síntesis sintética, si tiene éxito, implicaría que el tejido producido en el laboratorio deberá servir como un mediador eficaz entre el órgano implantado y el sistema anfitrión, conduciendo al mismo resultado.
También debemos superar el problema que mató al mono de White: el inmunorrechazo. Inicialmente, se pensó que el cerebro humano poseía privilegio inmune6. Sin embargo, esto no es cierto. El sistema nervioso central (SNC) utiliza un sistema inmunológico localizado que evita una respuesta inflamatoria, pero no la descarta completamente. Sin embargo, también existe un importante conjunto de pruebas7891011 de que no sólo el sistema inmune local tiene el potencial de desencadenar la inflamación, sino también de que el sistema inmunologico periférico, más volátil, está activo en el SNC. El cerebro implantado y el SNC del huésped deben adaptarse entre sí sin la interferencia letal del sistema inmunológico periférico. Esta cuarentena visceral puede lograrse ralentizando significativamente las funciones corporales durante e inmediatamente después de la cirugía. Esta animación suspendida se aplica mejor de manera selectiva, de modo que el cerebro y el sistema anfitrión puedan fusionarse entre sí sin ser molestados por la respuesta inmunológica. Sin embargo, una vez que el paciente despierta y continúa con su vida, pueden ocurrir erupciones. Esto es más simple; muchos productos farmacéuticos preexistentes ya incluyen la inmunosupresión como un efecto secundario. La síntesis de un producto que tiene esta función principal es simple; en este punto, la capacidad del individuo de adherirse a una prescripción es la única variable independiente cuando se considera la posibilidad de un inmunorrechazo catastrófico.
Aunque la prevención y la anticipación del inmunorrechazo se enumeró anteriormente como una necesidad comparativamente mayor de investigación y desarrollo, debe enfatizarse que la mayor parte de este esfuerzo, desde un punto de vista holístico, es una cuestión de refinar la técnica, no necesariamente de desarrollar nuevas tecnologías. La inmunosupresión ya es una esfera de investigación dedicada en trasplantes médicos y, como se ha dicho, el tejido nervioso regenerativo ya está en ensayo fuera de Prometheus.
MODELO DE NEGOCIO
Como se mencionó anteriormente, los trasplantes de cerebro reciben otro nombre: trasplantes de cuerpo entero. Este producto, como tal, puede ser distribuido como un procedimiento comercial y médico, sólo una cirugía reconstructiva se vende tanto a celebridades como a veteranos de guerra. Sin embargo, este es un mercado global ya que el Síndrome de Inmortalidad por Materia Gris es una condición global y universal.
La demografía objetivo perfecta para los trasplantes de cerebro médicos es la de los ancianos y los que sufren (Figura B1). Estos trasplantes sirven como una panacea de facto tanto para las enfermedades incurables de la época como para los estragos perpetuos del envejecimiento. Como tal, este procedimiento será viable y atractivo para los incapacitados, los incurables y los ancianos. Los dos primeros datos demográficos son significativamente menores (ya que el número de individuos mayores de 70 años siempre será de cientos de millones) pero, a pesar de todo, sustanciales (tanto el recién nacido como el adulto son vulnerables a las lesiones de columna vertebral y a los cánceres genéticos). Como servicio médico, este tratamiento serviría como una alternativa constante a los tratamientos actualmente existentes para enfermedades y afecciones graves. La quimioterapia para un cáncer terminal, por ejemplo, se ofrecería junto con un cuerpo nuevo y saludable.
La demográfica objetivo perfecta para los trasplantes de cerebro comerciales (Figura B2) es la de los ricos e inconformes. Aquellos con los recursos para hacerlo pagarán para ser más atractivos, estar en forma o ser otra persona. Mientras que la mayoría de estos deseos son la motivación detrás de aquellos que reciben el servicio médico, los sanos pero inconformes estarían dispuestos a venir por su propia voluntad, en su mayoría con una salud perfecta. Como servicio comercial, esto relegaría a la industria de la cirugía estética a una posición de cambios puntuales. Es decir, sólo los individuos apegados a sus formas actuales, deseosos de cambiar un aspecto específico de su apariencia (nariz, pómulos), y dispuestos sufrir los efectos secundarios, renunciarán al nuevo servicio. Como tal, existe cierta flexibilidad en la fijación de precios.
Como servicio médico, el procedimiento puede tener el precio de cualquier operación normalmente compleja, pero que salva vidas. Se beneficiaría de un seguro médico, sería practicado por profesionales civiles capacitados y se convertiría en una parte más o menos integrada de la industria de la salud. Como servicio comercial, el procedimiento puede tener un precio de lujo. Habría que establecer nuevos elementos para diferenciar el servicio comercial del médico. De cualquier forma, esto puede simplemente permitir que el cliente especifique exactamente en qué tipo de cuerpo desea vivir. Ajustes de precio adicionales, si es necesario o solicitado, pueden ser implementados utilizando un sistema de precios que varía dependiendo de ciertos atributos, tales como el color del cabello, edad, estado físico, sexo, etc.
Mientras que un procedimiento quirúrgico no puede ser de propiedad exclusiva o realizado exclusivamente, eso no quiere decier que los Laboratorios Prometheus sean incapaces de establecer una medida de propiedad sobre ambas o una de las dos variantes del servicio si así lo decide. A partir de entonces, la mejor manera de lograrlo sería por medio del apoderamiento de los derechos de propiedad legal sobre parte o la totalidad del tejido nervioso regenerativo utilizado, el tratamiento realizado inmediatamente después de la cirugía para evitar el inmunorrechazo, o ambos. No se pueden esperar las máximas ganancias con una implementación simultáneo. El enfoque más rentable sería la implementación del servicio médico en primer lugar para crear reputación comercial, establecer un punto de apoyo en el mercado e interceptar cualquier problema que pueda ser enterrado de forma segura tanto bajo la tecnología experimental como bajo el estado del cerebro del paciente. El servicio comercial se desplegará mejor cuando se interceptan los fallos actuales y aumente la demanda de un servicio aparentemente inexistente. Retrasar el servicio comercial también nos permitirá eliminar/subsumir a cualquier proveedor del mercado negro y sus métodos de operación, ahorrando así tiempo y evitando la fase de prueba de la operación.
USO DEL FINANCIAMIENTO
Como se muestra en la Figura 1, estimamos que perfeccionar el trasplante requerirá aproximadamente 16,2 millones de dólares distribuidos de manera desigual en tres pilares esenciales de enfoque. Cabe señalar que no sólo esta proyección de financiación es una estimación máxima, sino también que los negocios arriesgados típicos de esta naturaleza cuestan alrededor de 2.600 millones de dólares. Tenemos la intención de actuar sobre una cantidad considerable de investigación preexistente. Luego se abordará la cuestión de la falta de un calendario previsto.
La Síntesis de Tejido Nervioso Regenerativo (STNR), el primer pilar, debe lograrse para que el cerebro implantado pueda interactuar con el SNC y el cuerpo del huésped. Las aproximaciones sintéticas y orgánicas detalladas anteriormente pueden ser investigadas consecutiva o concurrentemente; un producto terminado es necesario, pero no lo es un límite de tiempo estricto, como se detalla más adelante. Dado que la STNR se ocupa fundamentalmente de desarrollar una sustancia crítica que se introduce a el/los paciente(s) antes de la operación, la farmacología sirve como la mejor referencia para la financiación. La aprobación estándar de medicamentos (a través de la FDA, por ejemplo) es larga y costosa, con un costo promedio de 2,6 mil millones de dolares distribuidos entre pruebas de laboratorio, pruebas clínicas, honorarios legales, etc. Sin embargo, podemos reducir en gran medida los costes debido a la naturaleza renovable de nuestros sujetos de prueba (el SIMG excluye los daños causados a los sujetos de todas y cada una de las estimaciones de costes) y manteniendo toda nuestra investigación y desarrollo de manera interna. La mayoría de los materiales y recursos pertinentes ya existen, pueden sintetizarse en laboratorios o adquirirse tanto de partes civiles como externas. La adquisición de los sujetos de prueba se detalla más adelante.
La Prevención/Eliminación del Inmunorrechazo (P/EIR) es una preocupación de la viabilidad actual de la operación. El paciente debe ser capaz de vivir la vida del cuerpo anfitrión con normalidad. La STNR se asegurará de que el cuerpo anfitrión pueda recibir instrucciones del cerebro implantado, y la P2Q (detallado a continuación) se asegurará de que el procedimiento sea físicamente posible. Por lo tanto, la P/EIR se dedicará a prevenir y/o contrarrestar el inmunorrechazo. Este es el pilar más complejo y el que más investigación y desarrollo requiere. Como tal, podemos volver a reciclar el proceso de desarrollo farmacéutico, pero de forma más completa. Como esto se cimienta de una cantidad menos considerable de investigación preexistente, este será el pilar más caro.
La Perfección del Procedimiento Quirúrgico (P2Q) es comparativamente simple. Los trasplantes de cerebro no son habituales, pero a pesar de ello ya se han realizado con éxito. Los fondos se dedicarán a apoyar a los profesionales quirúrgicos que tendrán la tarea de desarrollar un procedimiento estandarizado tanto para la extracción como para la implantación de cerebros. Si bien ésta es la tarea más sencilla, sólo debería iniciarse tras el éxito de los otros dos objetivos. Una operación perfecta con tejido nervioso efectivamente regenerativo fracasará debido a que el sistema inmunológico del huésped rechazará el cerebro. Una operación perfecta con una contramedida al inmunorrechazo fracasará porque el cerebro no podrá transmitir/recibir instrucciones al cuerpo: el mismo estado de existencia que este proyecto se esfuerza por evitar.
Los sujetos de prueba humanos no son una preocupación. Primero que todo, el Síndrome de Inmortalidad por Materia Gris significa naturalmente que los cerebros viables pueden ser reciclados para futuras pruebas independientemente del éxito del experimento anterior. Por lo demás, son accesibles. Se necesitarían negociaciones, pero se pueden solicitar a la Fundación o al mercado negro, si es absolutamente necesario, sujetos de prueba viables para todos y cada uno de los pilares. Luego está la falta de una cantidad de tiempo previsto necesitado/deseado para completar estos objetivos. Existe un plazo para la realización; sin embargo, mientras se realice el proyecto, el tiempo necesario ya no es un factor.
PROBLEMAS CONOCIDOS
Existe una restricción de edad. El cerebro de un adulto no encaja en el cráneo de un niño. Este es un problema bastante ínfimo, ya que el cerebro alcanza su tamaño máximo alrededor del rango de 9 a 12 años: los clientes todavía tendrían acceso a una variedad sustancial de cuerpos anfitriones entre los que elegir.
La siguiente cuestión involucra la ley de conservación de las masas y la práctica ética. La materia no puede ser creada ni destruida. Si un cerebro está siendo trasplantado al cuerpo de un huésped, entonces se debe hacer algo con el cerebro del huésped que, a partir de ahora, continuará viviendo, esté o no en un cuerpo. Todavía tenemos que desarrollar la técnica necesaria para crear cuerpos humanos completamente funcionales a los que sólo les falta un cerebro. Idealmente, el servicio médico utilizaría sólo los cuerpos de los seres humanos que están en coma y/o son criminales peligrosos. Sin embargo, no se trata de una estrategia viable a largo plazo (o incluso a corto plazo en lo que respecta a determinados grupos de edad), ni para todos los términos en lo que respecta al servicio comercial.
Por lo tanto, hay cuestiones relacionadas tanto con la adquisición de los cuerpos anfitriones como con la eliminación de los cerebros de los anfitriones. Esta último podría resolverse mediante algún método de almacenamiento para cerebros descartados de manera que las autoridades competentes no lo puedan considerar como cruel. La primera es más problemática para el servicio comercial, ya que los clientes que pagan por el lujo de elegir un nuevo organismo serán discriminados y no aceptarán cualquier cuerpo. También es una posibilidad bastante segura de que el servicio comercial utilice exclusivamente anfitriones jóvenes, sanos y atractivos. La solución a este problema, así como al general de la adquisición de anfitriones, se encuentra en los campos combinados de la bioingeniería y la ingeniería genética. Hasta entonces, o si esos campos fracasan en sus esfuerzos, otros humanos deben ser utilizados. Por lo tanto, es mejor entender estas cuestiones no como un presente debido a preocupaciones logísticas o de viabilidad, sino más bien debido a la higiene moral.