Pasajes de los Libros de SCP-ES-101-1: A continuación se muestran los pasajes relevantes acerca de SCP-ES-101-1, -2 y -3 y el libro donde fueron encontrados.
Nombre del Pasaje: El Engaño del Becerro de Oro.
Libro(s) hallado(s): El Peligro de la Idolatría; Travesía a la Tierra Prometida.
Hace seis, siete, diez, no se cuantos días llevamos sin mi hermano. El pueblo me pide que les haga un ídolo mientras sollozan porque él les ha abandonado. Para consolarles les dije que iba a forjar un becerro de oro a partir de sus zarcillos, como la representación del dios que nos libró de Egipto, pero cada vez dudo más de si debo hacerlo o no.
Esta noche tuve un sueño. Me encontraba solo en el desierto cuando se me apareció una bella y delicada silueta. Se me acercó y con su seductora voz, me dijo que el becerro debía ser forjado para así calmar a mi pueblo y Jehová nos lo agradecería.
Al alba me dediqué a forjar el becerro y lo terminé al crepúsculo. A pesar de las palabras melosas de la silueta, presentía que escondían algo más malicioso. El día siguiente llamé al pueblo para las ofrendas y el festín. Nos regocijamos, pero al observarlos me dí cuenta de que imitaban los gestos y la gula de los egipcios. Y entonces caí, que el gran becerro que forjé no era Jehová, sino Apis, el heraldo del Señor de la Oscuridad.
Al oírnos blasfemar mi hermano señor bajó del Sinaí para quemar a Apis y a continuación reprenderme por haber cedido a los deseos del pueblo y de la silueta, cuya existencia él desconocía. De inmediato ordenó reunir a todos los leales a Jehová para acabar con todo esto, pero por desgracia sólo se nos unieron los Hijos de Leví.
Poco después, entramos en cada tienda y poníamos nuestras espadas sobre sus muslos. Hombres, mujeres, primogénitos y benjamines, todos por igual fueron pasados por la espada. Al acabar, me quedé pensativo. Sí, quizás algunos de ellos eran herejes que seguían a Jehová sólo para no ser descubiertos, pero bastantes de ellos eran pobres inocentes que fueron arrastrados por las palabras de la silueta salidas de mi boca.
Nota: Estos fragmentos probablemente se sitúan en el Capítulo 32 del Éxodo, donde sucede el incidente relacionado con la forja del becerro de oro construido por Aarón y el posterior castigo de Jehová. Cabe destacar que en el Éxodo, Aarón no hace ninguna mención de una silueta ni expresa sus pensamientos acerca de su pueblo.
Nombre del Pasaje: Aarón y Asera.
Libro(s) hallado(s): El Peligro de la Idolatría; Asera, la Embaucadora de Pueblos; La Zarza y la Forja: Una Historia de Nuestro Origen.
Mas derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas y destruiréis sus imágenes de Asera. Estas palabras eran lo más adecuado de lo que sucedió ayer.
La construcción del tabernáculo sufre de retrasos. Las ofrendas de los hombres escasean y no hacen sus labores. Las mujeres volvían extrañamente complacidas junto con los hombres, pero no osaban revelar la razón. A los pocos días de darme cuenta de esto, observé que cada vez había menos madera y los encargados se ausentaban, y empecé de sospechar de alguna herejía, esta vez dedicada a Asera.
Reuní a un pequeño grupo de levitas que aún eran devotos y seguimos sigilosamente a los trabajadores que se dedicaban a procrastinar. Al llegar a su guarida, avistamos lo que era un rudimentario templo rodeado de estacas y espigas simulando ser árboles, y en su entrada había una mujer con mirada lasciva que invitaba a los hombres al interior.
Al entrar a ese templo que burlaba a Jehová, se nos reveló la verdad de sus actos. Decenas de parejas, tríos y más copulaban como bestias desbocadas. Los hombres rugían y bramaban poseídos mientras las mujeres se postraban como alimañas buscando su satisfacción bañadas en fluidos, todos ellos vigilados por una gran estatua a Asera extrañamente familiar.
Les pregunté por su conducta y no respondieron, les hice pedir clemencia y se rieron, les amenacé y dejaron de copular para dirigirse como una gran masa con una mirada ida repitiendo continuamente: ¡Ella te espera, hermano de Moisés!, ¡Abraza tus pasiones y ve hacia ella! y ¡Asera estaba en lo cierto!
Al encontrarme cerca de la estatua de Asera, esta empezó a cambiar de tamaño y de forma para convertirse en la silueta que vi en mis sueños, con la única diferencia de que sus telas eran ahora traslúcidas y dejaban entrever su oscuro cabello que se extendía por toda su tez bronceada por el sol, verdes ojos que incitaban a dar tu voluntad y tu rectitud a ella, una sonrisa que incitaba a la lujuria, sus manos tocando de manera sugestiva sus pechos y a continuación bajarlas hasta llegar a sus genitales abriéndose completamente y exudando un apetecible olor.
Asera exclamó: ¡Aarón, ¿cómo te fue con Apis?!
Y respondí con ira: ¡Ramera, por tu culpa miles de buenos hombres, mujeres y niños murieron para aplacar a Jehová!
Asera respondió: ¡¿Cómo podéis estar adorando a un dios que os castiga, asesina a inocentes, os obliga a construir un templo y os deja hambrientos y miserables?!
¡Te mandé que hicieras a Apis para que tu pueblo supiera lo que es vivir dignamente!
Le repliqué: Si te refieres a ser como esos inmorales egipcios, renuncio esa vida y abrazo la de dolor y penurias para ganarme mis frutos con sudor y esfuerzo.
Asera dijo: Esa moral es lo que impide amar la tierra tanto como lo hacemos nosotros. Ahora nos ves aquí desenfrenados y un momento después podemos ser esa persona que ayuda a construir vuestro templo, por ejemplo.
Me opuse: ¡No cederé a tus ideas!
Asera me replicó: No quiero que cedas. Quiero que tu y tu pueblo, junto con ese ciego de Moisés os deis cuenta de que vuestro querido Jehová es solo un dios artificial que os hicisteis porque no soportáis la vida tal como es. Creéis que hay algo mejor, en lugar de disfrutar y aprovechar esta tierra. Sabéis que nosotros somos reales y no voces o fortuitos rayos. ¡Tú y vuestra gente podríais despertarnos y ayudar a todos los pueblos, desde Guiza hasta más allá de Ur!
Le grité: ¡Me niego a escuchar tus mentiras!
Asera dijo: ¿Entonces no quieres una prueba de que Jehová no existe? Yo ayudé a levantar las aguas para Moisés y los demás les guiamos. Porque aunque nos creas egipcios, somos superiores a eso y os queremos ayudar como unos padres a sus hijos. ¡Ven a mí, sé que deseas que alguien te cuide y te satisfaga…
Cada vez que ella hablaba, sentía como flaqueaba mi fe y acrecentaba mis deseos de servirla. Unas palabras más y yo y todos mis hombres nos encontraríamos usando a las rameras como los otros. Sólo quedaba una arriesgada alternativa.
Me acerqué a ella hasta sentir su cálido cuerpo. Ella acarició ligeramente mi cara y, con ese descuido, fingiendo que iba a devolverle el gesto, la empecé a estrangular. Sin embargo, ella seguía hablando: ¿Algún problema? Podrías haber dicho que no, después de todo dejo a los testarudos en paz. Con el tiempo rectifican.
Mis manos empezaban a cansarse y ella sólo comenzaba a ahogarse y a murmurar: ¿Cre… es que yo… yo soy la misma Asera? Sólo soy… un reflejo pa… para servirla y darla a conocer. Una de muchas… para una de muchos nombres. Dile a tu Jehová si conoce a Asera, a Astaret o a Is…
La silueta, ahora totalmente humana, cayó inconsciente, y con ello su engaño. Aquellos engañados miraron confusos a los otros, preguntándose por la ausencia de prendas. Por mi parte, decidí, junto a mis hombres, derribar las estatuas y símbolos de Asera y asegurarme de que permaneciera inconsciente. Para ello le até una soga en su cuello para causarle el mayor daño posible e impedir que hablara. Debido a lo demostrado anteriormente, viviría. Por último cerré el templo después de que todos reanudasen sus labores.
Nota: Esta colección de fragmentos probablemente se sitúan en un momento próximo, debido al versículo mostrado arriba, del Capítulo 34 del Éxodo y anterior al Capítulo 20 de Números, donde se presencia la muerte de Aarón en el Monte Hor. Actualmente, los historiadores y teólogos de la Fundación especulan si estos hechos ocurrieron de una manera literal o se basan en metáforas y alegorías. Cabe destacar que estos fragmentos no guardan similitud con aquellos encontrados en el Antiguo Testamento.
Nombre del Pasaje: Encarcelar a Una Falsa Profeta.
Libro(s) hallado(s): La Zarza y la Forja: Una Historia de Nuestro Origen; Asera, la Embaucadora de Pueblos.
Medité sobre lo que debía hacer sobre mi prisionera y viendo que no hallaba una clara respuesta, pregunté a mi hermano sobre encerrarla en cierto espacio del Sinaí. Después de amonestarme por mi irresponsabilidad, me negó hacerlo argumentando que sólo se le otorgaba a él mismo debido a un suceso anterior relacionado con Jehová exclusivo a él.
Debido a esto, tuve que cambiar mis planes. Ordenaría a mis hombres más leales transportar el templo y sus decoraciones hacia el interior del tabernáculo bajo el pretexto de una ofrenda a Jehová, así como recuperar los materiales robados y avanzar en su construcción.
Pero todo esto era una solución temporal. En cualquier momento, me descubrirían y recibiría el castigo de Jehová por ocultarle la verdad. Tendría que buscar o hacer una prisión pronto.
A medida que avanzábamos hacia la Tierra Prometida, tuvimos que encontrarnos con varios herejes de dioses menores. Uno de ellos, decía servir a "La Serpiente del Conocimiento", una supuesta entidad que guardaba una gran biblioteca repleta de sabiduría. Al interrogarle, me dijo como construir un templo alejado de lo terrenal, pero lejos de los cielos para evitar que la prisionera hiciera estragos.
Nota: Este fragmento parece hacer referencia al espacio donde se ubica la Instalación T y a la posible existencia de una Mano de la Serpiente primigenia, así como a SCP-ES-101-1 y la confirmación de SCP-ES-101-3 como la prisionera, la silueta mencionada anteriormente.
Nombre del Pasaje: El Encender de la Zarza.
Libro(s) hallado(s): La Zarza y la Forja: Una Historia de Nuestro Origen; Orientación Para Los Nuevos Miembros.
Estos son mis últimos momentos de mi vida. Me siento orgulloso de la tarea que hemos estado haciendo durante estas últimas décadas y de mi orden La Zarza Siempre Ardiente.
Para mis futuros miembros, os haré saber que el nombre de la orden se debe a mi hermano, que recibió el favor de Jehová, pese las circunstancias que le acechaban. A pesar de que él nunca lo sabrá, porque debe concentrarse en llevarnos a la Tierra Prometida, vosotros mantendréis vivo este hecho en los libros. Recordad, que debéis ser lo más devotos posible, pues así si la prisionera el Incitador de la Idolatría sale del recinto vacío el desequilibrio de ambos entornos la abrumarán y la podréis hacer regresar a su celda fácilmente.
Recordad que el Incitador de la Idolatría sólo es uno de muchos. Dependemos de nuestro pueblo para la captura y si es posible, la ejecución de todos los posibles Incitadores de la Idolatría como nuestra prisionera. El ejemplo es una de nuestras mejores destrezas para que Jehová se alce sobre la mentira de los demás dioses.
Hacedle saber que Jehová es el único Dios cada vez que intente escapar.
Por último, antes de mi partida al Monte Hor, te dejo a ti Itamar como el primer sucesor de la Orden de la Zarza Siempre Ardiente y deberás hacer recordar que Jehová es el único Dios.
Aarón el Excelso, Primer Sumo Sacerdote de Israel y Fundador de la Orden de la Zarza Siempre Ardiente.
Notas: Este fragmento parece hacer referencia a la fundación de SCP-ES-101-2. Cabe destacar que Itamar, el hijo más joven de Aarón se encargaba de gestionar el tabernáculo y actualmente no se han encontrado referencias a él en los libros de SCP-ES-101.
Nombre del Pasaje: La Iluminación de Lamec
Libro(s) hallado(s):El Vacío desde Caín a Abraham
Actualmente está siendo investigado con su posible relación con SCP-ES-199.