Ítem #: SCP-980-KO
Clasificación del Objeto: Seguro
Procedimientos Especiales de Contención: SCP-980-KO no puede ser almacenado in situ debido a sus propiedades. Para facilitar el área de contención, un radio de 20 kilómetros está cubierto de vegetación alrededor de la zona y declarado como zona de preservación para la vida silvestre. Se instalaron cercas metálicas y señales para impedir el acceso civil. Un observatorio está construido cerca del lugar para prevenir el acercamiento de personas ajenas a la zona. El tráfico aéreo sobre la zona está restringido. SCP-980-KO está reconocido como un laboratorio en una reserva natural.
Los eventos anómalos que ocurren dentro de SCP-980-KO requieren la identificación y eliminación de cadáveres que debe llevarse a cabo siempre que se produzca el evento. Además, considerando las propiedades de SCP-980-KO, los trabajadores del observatorio deben estar formados por voluntarios que hayan superado con éxito una prueba de resiliencia a a la sangre y a los cadáveres.
Descripción: SCP-980-KO es un pedazo de terreno ordinario de 100 x 100 metros de ancho. El terreno no anómalo que lo rodea está dividido por un ligero pero notable borde de 10 centímetros de ancho que no alberga vida vegetal. Todos los análisis científicos en la tierra para descubrir el origen de sus propiedades anómalas han fallado. Los experimentos posteriores confirmaron que la anomalía no se origina desde el sedimento.
Dentro de SCP-980-KO, los humanos caen desde el cielo cerca de 40 veces anualmente. No hay precursores conocidos por estos eventos, pero las estadísticas muestran que ésto se produce con más frecuencia en época estival. Todos los individuos que caen fallecen por el impacto. Ningún intento por salvar a los humanos ha tenido exito. Juzgando por los gritos escuchados durante la caída, la víctima está presuntamente viva antes de impactar contra el suelo. En el caso de la caída de humanos, los trabajadores del observatorio deben entrar en la zona para recuperar los cadáveres, además de identificarlos. Se intentó entrevistar a las personas que caían, pero esto fracasó debido al pánico del sujeto y a la escasez de tiempo.
Las víctimas son usualmente aquellas que desaparecieron desde hace cinco a siete años. Los cuerpos están gravemente deformados a causa del impacto. Por lo tanto, las pruebas de ADN y las prendas del cadáver sirven como pruebas de identificación. Los objetos de las víctimas suelen estar bien preservados. Pero los objetos que pueden contener información, tales como las tarjetas de memoria o diarios, suelen estar severamente deteriorados. La Fundación está actualmente tratando de restituir la información de dichos objetos.