Ítem №: SCP-6132
Clasificación del Objeto: Keter
Procedimientos Especiales de Contención: Los rastreadores web de la Fundación deben monitorear la aparición de textos e imágenes que representen a SCP-6132. El satélite de la Fundación Delta-88 ha sido asignado para orbitar principalmente alrededor del hemisferio norte, provisto de un equipo de rastreo anómalo con el fin de localizar posibles ubicaciones de SCP-6132. El MTF Pi-1 deberá entonces interceptar a SCP-6132 antes de que pueda establecer contacto con civiles. Los sujetos afectados por SCP-6132 deben ser considerados peligros meméticos y tratados como tales.
Descripción: SCP-6132 es una entidad espectral que se asemeja superficialmente a una mujer cuasi-humanoide desecada de edad/etnia indeterminada. La altura y los rasgos faciales de SCP-6132 están sujetos a cambios en cada manifestación. SCP-6132 permanece en un estado constante de alegría, con una expresión sonriente que se alarga mucho más de lo que debería ser posible. SCP-6132 muestra signos de putrefacción extrema, con sus ojos liberando un flujo continuo de líquido negro. Aunque SCP-6132 no produce ningún sonido, los sujetos han informado de alucinaciones auditivas en forma de risa de niño cuando están en su presencia.
SCP-6132 se manifestará debajo el hielo de masas de agua congelada, principalmente en el hemisferio norte. Si está a la vista de un individuo, SCP-6132 atravesará el hielo y permanecerá inmóvil, levitando a 0,5 m por encima del agua. Los sujetos se sentirán obligados a permanecer mirando a SCP-6132, entrando en un estado de supresión de la función neurológica. Tras unos 5-10 minutos, el individuo volverá a funcionar normalmente, dejando de ser consciente de la presencia de SCP-6132.
Durante un periodo de 2 a 5 días, el individuo empezará a perder la capacidad de autorregular su temperatura interna, lo que provocará hipotermia/hipertermia y fallos orgánicos. Durante este periodo, se sabe que los individuos entran en un estado en el que empiezan a reírse continuamente a pesar de su estado actual. Esto ha sido descrito como doloroso e incontrolable. Esto coincide con el desarrollo de una acuafobia extrema. Poco después, el individuo morirá.
Anexo-1: El Departamento de Mitología de la Fundación contiene actualmente dos registros de SCP-6132, uno de ellos en la 18ª edición del libro "Monstruos del Mundo en Desarrollo" incautado en la finca de Lord Blackwood. A continuación se incluye un extracto del texto:
Los Ojos Debajo el Hielo
6 de enero:
En mis viajes a las profundidades de Rusia, en lo alto del norte, a través de la fuerte nieve y los densos vientos que corrían salvajemente por los bosques de hoja perenne, fui alentado por las leyendas de una criatura que vivía en las profundidades de estos yermos helados. Frederick dijo que tenía que ser una sorpresa, "al fin y al cabo es tu cumpleaños", dijo, y algo dentro de mí anhelaba la aventura y acepté la oferta como un perro que persigue una pelota.
Nuestro guía nos dijo que nos dirigíamos al Lago Baikal, en Siberia. Uno de los lagos helados más profundos del mundo y el lugar más probable para avistar a esta elusiva criatura. Un equipo formado por mí, Frederick, nuestro guía y otras dos personas partió a la mañana siguiente hacia el gran lago.
7 de enero:
Encontramos oro. Nunca en mis años de vida había visto un lugar así — y por favor, disculpen mi franqueza —, pero tenía que ser una de las cosas más hermosas y maravillosas que jamás haya visto. Una colosal capa de hielo, con una profundidad de miles de metros. El hielo era claro como el día, pero mis ojos sólo podían penetrar en una pequeña fracción de sus profundidades.
Nos instalamos en la orilla del lago, con la esperanza de que la criatura emergiera para poder fotografiarla para mi colección.
8 de enero:
Anoche nos enfrentamos a los terrores de la criatura. Aproximadamente a las tres de la mañana, me desperté con el sonido de un disparo y los gritos de uno de los hombres que vinieron conmigo y con Frederick. Al salir de la tienda, vi al hombre mirando a lo lejos, con la pistola en la mano. Intenté gritar a través de la oscuridad, aunque me ignoró, fijado en lo que fuera que acechaba en el lago. Dio un paso hacia delante y una mano surgió del grueso hielo, desgarrándole la pantorrilla y metiendo la pierna en el agujero.
Para entonces, los demás se habían alertado y, junto conmigo, intentamos sacar al hombre del hielo. La criatura era fuerte e implacable, con una mano podrida que terminaba en siete dedos. Nuestros esfuerzos fueron en vano, ya que el hielo se rompió y el hombre fue arrastrado por la criatura. El guía cogió su rifle y procedió a descargarlo en el hielo en vano.
Esperamos durante toda la noche a que la criatura lanzara otro ataque, pero nunca volvió. Tuvimos que dejarlo cuando vimos que se acercaba una ventisca. Aunque estoy decepcionado, supongo que me siento bastante aliviado de no haber tenido que mirar a los ojos y a las fauces de una criatura que podría arrastrar tan fácilmente a un hombre debajo el hielo. Incluso a lo largo de tal calvario, mi compañero, Frederick, no podía dejar de reírse para sí mismo.
(El resto de la página ha sido arrancada)
Otro registro puede encontrarse en la 19ª edición de "Monstruos del Mundo en Desarrollo", en la que Lord Blackwood hace un inciso sobre SCP-6132 mientras habla de otra exploración en Rusia.
Tuve que dar un rápido rodeo en solitario. No podía soportar poner otra bala en la cabeza de mi amigo, no después de todas las aventuras que habíamos vivido. Llevé conmigo un rifle, mientras caminaba de vuelta a ese lago. Hacía años que no veía su magnificencia, pero ésta se vio ensombrecida por el temor mientras me deslizaba por los afloramientos de nieve hasta el grueso hielo. Debajo de mí sólo había agua, lo suficientemente profunda como para infundir el miedo a lo desconocido a cualquiera. Incluso yo, un hombre que anhela lo desconocido, no podía evitar temer este momento.
El hielo se resquebrajó y mis rodillas se doblaron, lo que me hizo desplomarme, cayendo mi cara sobre el abismo y atravesando el frío, como un hierro candente contra mi piel. Me sumergí en las profundidades del agua, aferrándome a la luz por encima del hielo, mientras mi equipo me arrastraba cada vez más lejos de la superficie. El sonido del agua es ensordecedor en caso de pánico, sólo puedes oír las últimas respiraciones de tus pulmones escapar en forma de burbujas y los latidos de tu corazón se intensifican con cada segundo que te hundes.
En esta ocasión, sin embargo, el arrastre disminuyó y en su lugar sentí un tirón hacia arriba. Sentí el abrazo de algo esquelético que levitaba fuera del agua y atravesaba el hielo hasta dejarme caer sobre la tierra nevada. Sólo me quedé tumbado, temblando, mirando el hielo, empapado y con frío. Mi salvador se había ido. Volví al campamento, casi medio muerto y congelado, pero aún así lo conseguí.
Nadie debería ahogarse en el frío mientras la gente mira y se ríe.
Tal vez debería visitar algún lugar más cálido la próxima vez.