¿Alguna vez haz tenido esa sensación? Esa que cuando manejas a casa del trabajo, o caminas a casa de la tienda, o al hacer cualquier cosa que haz hecho mil veces en tu vida. Y ya casi estás en casa, cuando de repente te das cuenta de que no sabes como llegaste allí.
No, eso no está bien.
Recuerdas como terminaste tu trabajo. Recuerdas cuando caminaste hasta el estacionamiento.
Y entonces… debiste haber conducido a casa.
Pero los detalles son vagos y borrosos y cuando tratas de recordar simplemente no hay nada ahí.
Te dices a ti mismo que esto es solo un capricho de tu mente. Haz estado conduciendo ese mismo camino por años ya. Hoy tu mente solo se apago a si misma y dejo que tu cuerpo hiciera el trabajo. El precio de la rutina. El único escape de la vida cotidiana que te queda. Les pasa a todos de vez en cuando. Perfectamente normal. Nada de que preocuparse.
Te equivocas.
Así es como un Amnéstico Clase-A se siente.