Días Tranquilos
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Se había terminado.

Nadie en la Fundación, desde el guardia de seguridad más bajo hasta el consejo O5, podría exactamente explicar qué se había terminado. Si fuesen a aventurar una respuesta, probablemente había sido "todo".

Se acordó generalmente que el primero en notar esto fue el Dr. Victor Balakirev. Dr. Balakirev, aunque fuese un veterano de experimentos peligrosos y ninguno que lo sorprendiera con facilidad, no podía creer los que sus ojos, o mejor su telescopio de alto-poder, le decían. Lo que el Dr. Balakirev no podía creer era que su escaneo rutinario de la Nebulosa Cangrejo no reveló nada más que un espació vació donde en su lugar debía haber una estrella visible y bastante odiosa. Se tocaron las alarmas, una docena más de telescopios fueron requisados de varias instalaciones y agencias, y había una cantidad nada pequeña de gritos y de gente corriendo. La estrella, sin embargo, obstinadamente se negó a aparecer, a pesar de las insistentes afirmaciones del Dr. Balakirev de que "una estrella no es un maldito control remoto, ¡no es algo que simplemente pierdes!"

El siguiente en experimentar esta extraña falta de estas cosas extrañas fue el sujeto D-682-1356, a pesar que no podía apreciar la magnitud de la ocasión. Él no sabía que supuestamente iba a ser el cebo en lo que la mayoría asumía que sería simplemente otro intento inútil de una interminable serie de fracasos. D-682-1356 tampoco sabía muy bien qué sentir cuando entró en la bóveda acorazada para descubrir nada más que un esqueleto destrozado cuando se detuvo el baño de ácido. "Bueno, ¿Qué quieren ustedes que haga con esto? ¿Quieren que escoja un hueso o algo así? Je."1

El chiste se perdió entre los investigadores reunidos, quienes ahora tenían cosas más importantes de las que preocuparse que el poco sentido del humor de D-682-1356.

Así comenzó el final. Cuando a SCP-294 se le pidió “a cup of Joe” (una forma de decir café), hizo una servible taza de capuchino, que fracasó completamente en contener cualquier fluido de un clase-D. En SCP-1981, Ronald Reagan sólo habló de imperios malvados y logró mantener una perfecta complexión a lo largo de su discurso. SCP-902 fue abierto y se descubrió que estaba vacío, y nadie podía recordar por qué le temieron tanto en primer lugar. SCP-076 se encontró igualmente vacía, aunque nadie había olvidado lo que habían temido acerca de eso.

Cuando se le preguntó a SCP-1867 si se daba cuenta de que era una babosa, no pensó ni por un segundo en objetar, ya que estaba claro que lo era. Además, no entendió la pregunta. SCP-085 se había ido de su lienzo, y sus llanuras y sus campos hechos de tinta se sentían desnudos y vacíos sin la presencia de la mujer joven quien una vez los habitaba. Se encontraron las ropas que una vez pertenecieron a SCP-1440 cerca de la cima del Monte Everest. Cerca de ellas, había una sola palabra escrita en la nieve. "Libre".

Alrededor del mundo, los ecos del fin se volvieron choques sísmicos, y nadie se salvó de su influencia:

La Iglesia del Dios Roto fue borrada de la faz de la tierra. No es fácil mantener operativa una organización religiosa cuando todos tus artefactos se reducen a polvo, y es todavía más difícil cuando la mitad de esos artefactos están dentro de tu cabeza.

Marshall, Carter, and Dark Ltd, habiendo perdido la mayor parte de sus acciones y poco después a la mayoría de sus miembros, pronto se desvaneció en la obscuridad. Su una vez atareado club, una central de todas las cosas misteriosas y caras, se convirtió en un lugar de caballeros ancianos para leer el periódicos de los domingos en paz y dormitar en cómodas sillas de cuero.

La Coalición Oculta Global, después de que se hiciera evidente que las amenazas que debían frustrar habían desaparecido, pronto se disolvió. El prepuesto una vez dedicado a combatir contra las fuerzas de lo desconocido se asignó a algunas de las necesidades más mundanas de la humanidad, como prevenir el calentamiento global y el desarrollo de armas nucleares más avanzadas.

No se oyó ni una palabra más acerca del Doctor Wondertainment durante mucho tiempo. Un año después del fin, una nueva línea de juguetes del Doctor Wondertainment fue publicada. "La venganza de Shooty Man, del Doctor Wondertainment" era un juego perfectamente inofensivo, y estaba claro que su corazón no estaba en él.

Cuando los agentes de la Fundación llegaron a la supuesta ubicación de la Fábrica, no encontraron nada más que una fábrica ordinaria de vegetales enlatados. El capital F claramente ya no era necesario.

La Mano de la Serpiente perdió un número considerable de sus miembros, y sin ninguna causa tras la que reunirse, fue destruida por la Insurgencia del Caos. La Insurgencia en sí pronto se rompió en pedazos como un perro rabioso que muerde sus propias entrañas. Muy pocos se quedaron para ser capturados y ejecutados por la Fundación.

Los miembros de Are We Cool Yet nunca se volvieron geniales.

No se supo nada más de Nadie.

La Unidad de Incidentes Inusuales siguió persiguiendo platillos voladores e informes de Pie Grande (esta vez totalmente sin relación con SCP-1000). Sus agentes no se dieron cuenta.

La Fundación, tan resistente como siempre, fue la última en pie. A medida que los años pasaban, sin embargo, las razones para continuar su existencia disminuían cada vez más. Como todas las cosas anómalas se habían ido, la Fundación había perdido su propósito. Sitio tras sitio fue cerrado, personal fue despedido o, en el caso de los pocos clase-D que quedaban, ejecutados. Pronto, solo quedó una parte de la organización.

Era la última reunión del consejo O5. No hubo discursos sentimentales o placas conmemorativas, porque incluso en el fin, el consejo O5 era un cuerpo serio de hombres y mujeres que no perdían el tiempo en tonterías. En su lugar, hubo unos cuantos apretones de manos, unas pocas palabras suaves, y sobre todo mucho silencio. Finalmente, uno a uno, los ex miembros comenzaron a irse, hasta que solo quedaron dos.

"Así, que esto es todo, supongo," dijo O5-04, liando un cigarrillo. Fumar no estaba permitido en la sala de juntas, pero nadie estaba ahí para oponerse.

"¿Esto… es todo? Todo para lo que hemos trabajado, todos nuestros sacrificios… ¿simplemente inútiles?" pregunto O5-11, mirando con tristeza al suelo.

"Bueno, yo no diría eso. Nosotros mantuvimos la paz mientras que éramos necesarios, y lo hicimos lo mejor que pudimos. Simplemente ya no hacemos falta."

"¿No debería estar feliz? Todas las cosas horribles que mantuvimos encerradas se han ido, después de todo. La humanidad esta finalmente a salvo."

"De todo excepto de sí misma, sí."

"¿Entonces por qué me siento como un juguete, usado y abusado y luego desechado cuando ya no es útil?"

"Así es la forma en la que son las cosas. Fuimos los carceleros, los guardianes que frenaban la tormenta. Ahora, todos nuestros prisioneros se han ido. Ya no hay necesidad de guardianes en días tranquilos. Vamos, déjame invitarte una bebida."

"Sí. Una bebida estaría muy bien. O diez."

"Oye, ya sabes que yo no estoy hecho de dinero."

Los dos se fueron, y cerraron la puerta tras de sí.

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