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South Coast Paper, Papeles Costa Sur. Si eres del sureste americano, probablemente has imprimido en su mercancía, y si eres Wilmingtoniano, probablemente hayas olido su planta de producción en la Hwy 74/76. Este gigante de la industria ostento más de 10 millones de dólares en beneficios sólo este año; puede que te hayas preguntado qué es lo que hace una compañía de papel con esas ganancias, especialmente sin ningún CEO conocido cosechando los beneficios. South Coast Paper tenía un registro limpio como compañía y aparentemente estaba tratando a la costa este bien; sin embargo, la verdad de los motivos de una corporación raramente salen a la luz, y cuando lo hacen, tiende a ponerse un poco feo.
Esto es ciertamente lo que paso con nuestros amigos en SCP; sin considerar los acrónimos ingeniosos, nos dejó a todos en shock cuando una cierta reportera (cuya identidad no será revelada en este segmento por propósitos de seguridad) empleada por cierta editorial expuso a South Coast Company como una compañía fachada dirigiendo sus ganancias hacia la agencia anómala regulatoria favorita de todos, la Fundación SCP.
Estos hallazgos fueron y son un problema significativo; siguiendo los infames eventos de Corea que expusieron completamente a la Fundación y sus operaciones, los gobiernos del mundo rápidamente firmaron en existencia una legislación nueva que requiere que la Fundación divulgue — incluso aunque sea en letras pequeñas — que organizaciones y negocios existentes en el ojo público están afiliados a la Fundación. La evidencia ahora muestra que la Fundación opera más de 200 compañías fachada en varias industrias — desde la manufactura de papel a la industria aeronáutica — y generó un estimado de 23 mil millones de dólares durante su tiempo en las sombras, y eso es desde 1990. 23 mil millones de dólares de la confianza del consumidor fueron dirigidos directamente a través de las fachadas individuales de las compañías hacía la financiación de más sitios de contención, más presencia internacional, más exploración espacial y más de todo lo demás que la Fundación ve como integral para aumentar su alcance.
Para el público y para los lectores de las piezas de este reportero, fue un descubierto ridículo. Una gran cantidad de acciones que ameritan un poco más que sólo mala publicidad
South Coast Paper fue acusado con una demanda — aunque una de un tamaño razonable contra una entidad corporativa de su tamaño — de un demandante pro se asegurando que el verdadero operador de la compañía, la Fundación SCP, había lanzado una campaña calumniante contra ellos después de que publicaran el hecho de que South Coast Paper es una compañía fachada ganando beneficios sólo para la Fundación SCP.

Con la publicidad de la Fundación más prevalente y desvergonzada que como nunca antes, algunos miembros del personal están defendiendo a su empleador en redes sociales.

Un usuario de redes sociales expresa sus opiniones acerca de la potencial respuesta de la Fundación a la demanda.
Como sabemos, la Fundación usando fachadas para financiar su investigación y operaciones no es algo nuevo. La única diferencia es que hoy en día, ya no son inmunes a las repercusiones de conductas de negocios ilegítimas. Con la propiedad y operación ilegal de South Coast Paper traída a la luz, nos deja esperando y preguntándonos cuáles serán los resultado ¿El Condado de Nuevo Hanover se pondrá del lado del Demandante — y la ley— y reconocerá que ni sólo la actividad corporativa fraudulenta de la Fundación, daño también el acoso al Demandante que tuvo lugar? Sin ningún otro lado a donde voltear y sin ningún manera de calmar el rechazo público, la única opción restante es enfrentarse a la música; una vida de secretos y mentiras a la población solo pueden llevar a una organización tan lejos, esto podría ser en verdad el final del camino para las ramas del suroeste.
Primeramente, vimos con el caso Jacobson que el Sitio-42 – no solo la Fundación como un conjunto, esas son noticias viejas, sino la rama de Wilmington específicamente – no es inmune a la corrupción interna llevándose a cabo localmente.
Eso abrió las puertas para un mundo de nuevas oportunidades para las malas prácticas por parte de la Fundación, ya sean sociales, legales o (dios lo prohíba) éticas; cuando un grupo nunca, a lo largo de la historia, es hecho directamente responsable por sus acciones, ese grupo tiende a verse a sí mismo como exento de las reglas de la sociedad y exento de cualquier responsabilidad que pueda aplicarse. Terminan pensando que siempre han sabido lo que es mejor y siempre sabrán lo que es mejor, porque nunca le han dado a la humanidad la oportunidad de decirles otra cosa.

Una de las anomalías de la Fundación esta borrando las memorias de varios conceptos de la memoria humana, y a estas altura la mayoría de la gente está enterada que las manifestaciones están empeorando y volviéndose más frecuentes.
Esto demuestra ser un desafío para cualquiera buscando exponer o capitalizar sobre las partes de la Fundación que son benéficas para la humanidad – los avances en CTIM que ellos y sus asociados han logrado, concretamente – porque involucrarse con la Fundación es por naturaleza conseguir el paquete completo, incluso en marketing. No puedes invertir tiempo, dinero o recursos en solo una rama de la Fundación, porque el centro de la misma Fundación es el de una oligarquía de supervisores con un alcance ilimitado y ninguna restricción de comportamiento en la cual operan a través de todos y cada uno de los canales de las actividades de la organización, hasta llegar justo al nivel de las acciones de sus empleados individuales.
El problema nunca ha sido que los empleados sean encarnaciones sin emociones de robots. Por el contrario: La mayoría de los que he conocido son excepcionalmente normales (supongo que están haciendo un esfuerzo para ser los más contrarios a lo "anómalo" como puedan ser?) y tienen un personalidad decente aparte de todo. Pocos de ellos irradian el aura de Hombre de Negro que uno esperaría de su descripción de trabajo y son bastantes abiertos a la conversación y comunicación.
El Agente C. Trauss (cuyo nombre de usuario ha sido censurado) es conocido en el área de Wilmington debido a su posición como Conductor de Respuesta Fuera del Sito y Protección Pública.

Muchos civiles son vocales y firmes sobre sus opiniones en las operaciones de la Fundación y como el personal representa a la organización.
Lo que me he encontrado al examinar mis experiencias con la Fundación como un conjunto contra mis experiencias con el personal individual me lleva a una conclusión: La Fundación no castiga a sus operativos por existir como individuos con éticas y convicciones personales, sino que vuelve a esas creencias y comportamientos obsoletos. El personal está entrenado para priorizar los objetivos de la Fundación primero, la seguridad después y ellos mismos — bajo los parámetros específicos de que son un activo valioso para su organización, y nada más — al final.
El aspecto más atemorizante que se me ha hecho claro es que todos están enterados. No solo enterados, sino de acuerdo; piensan que es una manera lógica de vivir, al menos dentro de los confines de lo que pueden llamar vida y no tiene ningún problema personal con presentarse a sí mismos como nada más que representantes de la Fundación. Todo eso solo puede significar una cosa: el personal individual de la Fundación es, por permitirse a sí mismos ser usados como herramientas por sus superiores, conscientemente responsables de las acciones de la Fundación. Y eso es mucha responsabilidad. Es el peso del mundo, de hecho. Simpatizo con un ser humano que genuinamente creé que contener lo anómalo es un mal necesario, o incluso una elección laboral honorable similar al servicio gubernamental o de la ley, pero no soy simpatetico hacía una organización que consistentemente pasa por encima de toda la humanidad y se sale con la suya sin repercusiones.
Personalmente, creo que puede. Como mis lectores saben, he reportado sobre las actividades de la Fundación por más de diez años en este punto, y he visto un gran rango de comportamientos por su parte. Parecen volverse la versión más honesta y directa de ellos mismos cuando la seguridad en general de la humanidad está amenazada — un tipo de situación que parece estar ocurriendo, como hemos aprendido de las muchas historias en desarrollo de estos eventos de pérdida de memoria colectiva — y reanudan su sombría burocracia por completo una vez que las cosas están a salvo de nuevo. Sin saber cuál es su plan para tratar los problemas actuales, sólo puedo esperar que sea uno inteligente, porque nos guste o no, son frecuentemente el único grupo de personas equipadas para protegernos.
Hasta que surjan nuevos detalles en la demanda de papeles costa sur, ánimo a mis lectores a hacer su propia investigación en el asunto y no dudar en cuestionar a los empleados de la Fundación cuando deseen. Con la publicidad viene la responsabilidad — ya sea en el reino de los negocios o la ley o en otro — y mientras nos movemos hacía la siguiente década de un mundo post-brecha, nuevas amenazas aparecen cada día, la responsabilidad es más vital que como nunca antes.
