Nadie Muere
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Ruiz Duchamp oyó un ruido en la distancia.

hooooooooonk

Probablemente nada. Ruiz continuó a ritmo en su estudio, luz de luna brillando a través del techo de vidrio y echando sombras en toda la habitación. Félix había pasado la invitación; Ahora lo único que podía hacer Ruiz era esperar.

"Ruiz Duchamp".

Ruiz se dirigió a la puerta; había esperado mucho tiempo. El Crítico ajustó la corbata gris sobre su camisa gris, gris fedora que combinaba con sus ojos grises. Cada arruga en su frente emanaba un aura de normalidad imposible, una sensación de que este individuo solitario era la verdadera constante en la realidad. Ruiz sonrió. Su audiencia de uno había llegado.

"El uno y único. ¿Y cómo te llamo? ¿Prefieres 'Crítico'? ¿'Doctor'? ¿'Profesor'? ¿'Administrador'? ¿'Reverendo', incluso? ¿Me atrevo a llamarte 'Dios'? O, tal vez, nos vamos con… "Nadie'?"

"Creo que 'Señor' será suficiente”.

Ruiz aplaudió sus manos en un éxtasis indescriptible, moviéndose al lado del hombre.

"Señor, sí señor. Por aquí, señor, ¿puedo tomar su sombrero y corbata, señor? Bienvenido, señor, Bienvenido, a mi gloriosa obra maestra! "

Ruiz lanzó sus manos desde su cuerpo, parado teatralmente frente a su obra terminada. Las luces encendieron con un zumbido eléctrico, hojas de sierra giraron con un ronroneo, letreros de neón destellaron brillantemente, filas y filas de artilugios mortales alineado el pasillo. 'Primavera' de Vivaldi sonaba desde los altavoces de la casa.

"¡WOWWEE WOWWEE, SEÑOR! ¡VEH I TAMATE!"

Ruiz hizo una pausa, dándose cuenta de que no estaba seguro de cómo se pronuncia 'i matate'.

¿"i… i tamate? ¿i mamate? Oh, no se preocupe, se pronuncia i matate, que tonto."

El Crítico ajustó su fedora.

"Muy aficionado".

Ruiz se rió, desplumando una sierra circular amarilla de un estante.

"No, señor, no lo es. No está mirando a esto con la mentalidad correcta, no está viendo lo suficientemente cerca. Usted es la audiencia correcta pero está mirando a la cosa equivocada, señor. Mire esto hasta que realmente, realmente lo tenga, señor, entonces usted entenderá la exhibición".

El Crítico tomó la Sierra ofrecida en su mano. Él la valoró brevemente. No era interesante en ninguno de los aspectos.

"Esto no es nada".

"Señor, nunca le mostraría nada a Nadie. Mire más detenidamente".

El Crítico observo fijamente al círculo de metal. Él miró a la delgada capa de pintura, literalmente dentro de su composición, Entonces notó el patrón de la pincelada. No fue completado en capas discretas, de hecho, las pinceladas parecían tejer juntos en tres dimensiones, la pintura seca estaba enredada de forma imposible. Fue tan sutil que, de hecho, nadie podría notarlo. Nadie excepto Nadie. Miró más profundo, más allá de la capa, en la estructura metalúrgica del disco. El flujo interno parecía retorcerse y girar a través de espacios imposibles, una increíble tensión tirando de la tela de la realidad se tensó en el intrior del disco duro. Miró más profundo, en la estructura molecular; Allí vio a cinco dimensiones que debería, sin lugar a dudas, volver polvo al disco. La estructura atómica fue doblada a través de ocho dimensiones, debajo de eso, los protones fueron tirados a través de dieciocho; los quarks constituyentes debajo fueron chisporroteo a través de veintiséis y debajo de eso podía sentir la tensión de innumerables vectores en innumerables espacios. El crítico Inhalo profundamente, fijándose la aprehension. Ruiz cacareó perdidamente.

"Está perfectamente bien, señor, es perfectamente normal. Hay suficiente tensión en este solo disco como para destruir el planeta y señor, tengo cinco de ellos y mucho más que sólo sierras aquí dentro. No tengo idea de lo que busca, incluso ahora. Estaba pintando ciegamente, no veo tan profundamente, pero lo he buscado y sentí mi camino y anudé las cosas juntas y ahí tiene. Tuve mucho cuidado, señor, ni siquiera usted desenredar este tapiz; el punto está demasiado apretado".

El crítico miró las zumbantes, chirriantes, rebanadoras máquinas de la muerte. En cada una de ellas, sintió el tirón inimitable de lo imposible. Podría decir que todos ellos se unieron a la humilde silla sentada en medio de la habitación. La sonrisa perdida de Ruiz se relajó en una melancolía apática. Realizo un gesto y nada más que la luz lunar quedó, cayó el silencio y luego hizo un gesto de nuevo, y, con un arco audible de la electricidad, un foco de luz brillaba sobre su eje.

"Por supuesto, no puede dejar pasar esto. Alguien tan errático, tan imprevisible como yo, tener tanta fuerza inexplotada a su disposición? Francamente inaceptable. Por supuesto, podrías intentar desarmar estas cosas, hilo por hilo imposible, pero no creo que ni siquiera sus manos sean lo suficientemente estables para ello. Un mal tirón y limpiaría toda la vida de la tierra. Por suerte para usted, sin embargo, todavía existe una cuerda de la cual colgarse. Agarras este cable metafórico y tiras, todo se derrumba, la tirantez baja, se disipa la tensión en el mundo y yo me quedo solo con un montón de baratijas aburridas. ¿Sabe lo que quiero decir, señor?"

El rostro del Crítico se movió incómodamente, mirando la silla iluminada.

"Venga, señor, déjeme enseñarle su trono".

Ruiz tomó al hombre vestido de gris del brazo, tirando de la de repente lánguida figura hacia el centro de la habitación. Ruiz empujó al Crítico sobre la silla, sujetando correas alrededor de sus piernas, pecho y brazo izquierdo. Ruiz colocó la mano derecha del Crítico sobre una palanca roja. Una cámara polaroid se enfrentaba directamente hacia el fedora gris del Crítico.

"Ahora, esto es de lo que estoy más orgulloso, señor. Esta pieza, que llamo 'kknsiga su foto', y espero estar pronunciándolo con suficiente claridad para usted. Verá, todo lo que necesita hacer es sentarse ahí, sentirse a gusto y acomodarse, tirar de esa gran palanca vieja, y luego este aparato, la buena vieja polaroid, toma una foto suya! Y también es electrocutado y muere. Esto hace, por supuesto, que se desaten todas mis cositas lujosas, desactivando completamente mis ‘armas’. Pero ese último solo sucede porque es usted, señor, el resto pasa por todo el mundo."

El Crítico embotado miró hacia Ruiz, con el fedora apenas bloqueando el foco áspero de sus ojos.

"¿Por qué?"

Ruiz se dio vuelta y se sentó al lado de su cámara, envuelta en la oscuridad pero moteada por la luz de la luna.

"Porque lo odio. Porque necesito tener a alguien responsable de todo esto, toda la realidad, que podría ser usted también. Se sienta en la oscuridad y planea y trama y cree que lo tiene todo bajo control. Bueno, no tiene todo bajo control. Si hubiera querido, podría haber activado todo esto ayer, y nadie hubiera respirado otra vez. Y eso no es una estúpido doble sentido de mierda con 'Nadie', estaría muerto, señor. Usted presume que tiene la autoridad para encargarse de todo, cuando en realidad, es quien tiene menos control. Mírese, anciano, sentado en un trajecito anodino, saltando sobre ello y tranquilizando a todo el mundo. 'Todo parte del plan', dice. Pero no hay ningún plan, no hay ningún gran esquema, y es sólo por casualidad increíble que el mundo no ha sido borrado un trillón de veces más. Usted no esta reuniendo su porquería, así que tengo que matarlo. Con usted fuera, otra gente tomará su lugar. Desconsolidación de la base de poder. Reestructuración del sistema. Un cambio de paradigma universal. La defenestración final."

"Todo lo que escucho son las incoherentes divagaciones de un loco".

"Un loco? Me está llamando loco? Usted es el que me hizo esto, abuelo, usted es el que puso todo en movimiento. ¿Sentarse a jugar con un montón de jodidos títeres, máscaras sobre máscaras sobre máscaras, jugando a ser Todos y lo que está en el medio? Lo sé tan bien como tu, Nadie miente detrás de las máscaras. Mentiras y mentiras y mentiras y mentiras. Así que lo he sentado aquí, toques sutiles y disparadores forzándote hacia la sumisión, hacia la apatía, aprehensión y servilismo y todo de esas cosas buenas. Pero no lo voy a matar, señor, no señor, no señor. Esa es su gran palanca roja para tirar".

El Crítico tamborileó sus dedos en el mango.

"Y ¿qué pasa si me siento aquí y no hago nada?"

"Entonces tendré que caminar hacia la pared, presionar el botón, y boom hara la dinamita metafórica".

A la vez, un gran botón rojo comenzó a brillar.

"Entonces, señor, elija. Muera por sí mismo, desconocido, sin amor, un don nadie hasta el final, y en silencio salvar millones, o morir conmigo, morir con todos nosotros y con el último de sus momentos de vigilia ver arder el mundo. Yo no soy hablaba de cualquier manera, señor."

Ruiz levantó su pierna derecha para hacerla descansar sobre su izquierda.

"¿Por qué lo creaste para empezar, señor?"

"¿A quién?"

"Tú sabes quién".

"Sinceramente, no."

Ruiz se paró y tiró de El Crítico por su corbata, viéndolo respingar mientras sus vías respiratorias eran cortadas.

"Ni siquiera recuerda. Haces mierda imposible y sigues adelante, cambias máscaras y te alejas bailando. Se niega a asumir responsabilidad por sus propias acciones y a confiar el mundo sobre los hombros de los lisiados. Vete a la mierda, señor. Redd realmente fue como tú"

Los ojos del crítico se ampliaron.

"Redd… eso fue hace años. Mucho antes de que encontrara el sombrero. Usted quiere decir que el en realidad… oh. Oh, lo siento, lo siento mucho. No quería salir. No estaba listo. Cometí un error. Lo siento."

Ruiz arrugó su rostro, lágrimas vertían desenfrenadamente de sus ojos. Dejó caer la corbata, abrazando el rostro viejo y arrugado del Crítico.

"Esto no es para mí. Esto no es para ti. Esto es para él. Esto es para él, inútil pedazo de mierda".

Ruiz caminó hacia su asiento, mirando directamente a los tristes, grises ojos del viejo.

"Quieres enseñarme que lo lamentas, jala esa maldita palanca. Quieres hacer del mundo un lugar mejor, suicidate. ¡MÁTATE! WOWWEE! MATATE TU MISMO! WOWWEE! WowWee…"

El crítico levantó su brazo, colocándolo firmemente sobre la palanca. Su rostro se endureció.

"Por lo que valga, Ruiz, lo siento. Lo siento. Yo soy-"

BANG.

El techo de vidrio se rompio, fragmentos caen en la sala de la muerte. Ruiz amplió sus ojos a la vez que un agujero perfectamente circular apareció en el fedora del Crítico, sangre y fragmentos de cráneo salieron despedidos de la punción. Sintió soltarse una presión en el cuarto mientras meses de imposibilidad eran liberados, un gemido hueco resuena en el espacio a la vez que la realidad reasumió su autoridad. Ruiz cubrió su cabeza de los fragmentos, girando su cabeza hacia el tirador acostado cómodamente en el techo entre sus cadáveres. El tirador saludó a su hermano, con una maliciosa sonrisa cubriendo su rostro. Ruiz gritó las únicas palabras que podía encadenar.

"¡MALDITO ROBA MUERTES!"

Pico Wilson se levantó de su trono, lanzando su rifle a través del techo ruinoso y repiqueteó en el suelo cubierto de vidrio, saludó burlonamente, y entonces se volvió y desapareció en la oscuridad. Ruiz pensó en darle caza, pero sabía que era probable que ya estuviera demasiado lejos. Se volvió hacia el viejo hombre muerto, materia gris reluciente como sangre manchó su traje que de otra forma hubiera quedado inmaculado. Ruiz tomo el fedora de la cabeza ensangrentada del Crítico, el círculo perfecto todavía perforó por la parte delantera. Ruiz metió su dedo a través del orificio y lo movió un poco.

"Joder".

La palanca se mantuvo sin ser jalada.

Oh Mierda No Esperaba Que Eso Pasara
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