Pesadilla Regente Azul
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Montañas y valles. Árboles que se desmoronan en cristales tan afilados que cortan al mirarlos. Niebla. Frío. El cielo era gris azulado, y las tres lunas eran sólo vagas manchas en la distancia. No había una cantidad significativa de agua, pero sí humedad y moho a pesar de todo. Sólo un animal nativo, y era el Vopling: un gusano alado que pastaba el moho. No vuela.

Aunque la competencia era feroz, Asphodel era, de lejos, la vida después de la muerte más sombría de todo Corbenic.

El difunto nunca se instalaba allí más allá de unos pocos días a la vez, y sólo por necesidad. Sólo dos pobres individuos vivían allí permanentemente. Uno era Belphedge, el rey de Asphodel. Cuando sus súbditos escaparon a planos más amistosos, se enterró vivo en el lecho de un arroyo seco, y nunca encontró la motivación para volver a excavar. Uno sólo puede esperar que esté satisfecho.

El otro era la Colina.

La Colina encontró su hogar en Asphodel hace más de 14.000 años. Despertó de un gran y miserable sueño a un dolor punzante en la parte posterior de su cabeza, veneno filtrándose en su cerebro – y antes de que pudiera siquiera luchar, estaba en el Gran Desierto de Corbenic, entre el resto de los desconcertados muertos.

Después de un breve arranque de devastación, la Colina descubrió, para su horror, que no tenía hambre en lo absoluto. En vida, puñados de zancudos retorcidos y humanos llorosos habrían sido una bendición. Aquí, eran opcionales, y un poco de desperdicio de energía.

Con el propósito de su vida perdido, la Colina vagaba en busca de un lugar tranquilo para anidar y planear su próximo movimiento - Asphodel. En todo caso, le recordaba a la Colina su antigua patria.

Pasaron los milenios, y el seguía sentado, frustrado. Aunque en vida se le había llamado el Devorador, los transeúntes ahora lo llamaban el Gigante Olvidado, la Colina Viviente, o simplemente la Colina. Bosques crecían en su carne, y garras picantes de Voplings se enconaban en su piel. La voluntad de rascarse estaba casi perdida.

Y allí estaba sentado, en silencio.


"Por tu eterno e inolvidable nombre, el Malikir Tsoh, exijo hablar con el Temible Devorador de Mundos, Ruina de Erikesh - Fecha de Muerte 27 de Agosto de 2031, Tierra, Iteración Multiversal 1L."

Por un lado, era la primera vez que alguien le hablaba desde los días de Keshpeth y sus Diez Mil. Por el otro, esta criatura sabía su verdadero nombre, y no lo confundió con quien sea que fuera ese pasante del "Rey Escarlata".

Aún así, la Colina no había estado de humor para una conversación en 14.000 años.

El ojo de la Colina se abrió, desgarrando los nudosos troncos de árbol que se habían formado en sus pestañas. El suelo tembló cuando giró su cuello por primera vez para identificar a esta extraña criatura.

En los valles del extremo norte de Asphodel, había un pequeño grupo de naves, varios soldados y una antena de radio que apuntaba hacia la Colina. Las palabras "ORDENANZA DE TRADUCCIÓN DE PERCEPCIÓN AUMENTADA" estaban pintadas en la antena, palabras que no tenían equivalente en Erikeshi, así que sólo molestaban más a la Colina. En un pequeño podio en la base del plato - un comandante militar humano de algún tipo, y la fuente de la extraña voz.

"Mi nombre es Presidente Girard Niang de la Iniciativa Tres Lunas", continuó la voz. "Vengo con—"

“Vete,” dijo la Colina. Su voz crujió; su garganta estaba casi momificada por el abandono.

“Me temo que eso no es posible, Devorador. No hasta que escuches lo que tengo que decir.”

”Olvidas tu lugar, humano.”

Una breve pausa, y el humano respondió: "Supongo que ya somos dos, entonces."


Las antiguas chispas de ira y odio comenzaron a formarse en el corazón de la Colina – bienvenidas después de una larga ausencia. ”¿Y cuál crees que es mi lugar?”

"Un trono. Busco un poderoso rey guerrero, del que se dice que ha arrasado con innumerables naciones. Busco a aquel que engulle la carne de ejércitos como si sus gritos fueran el mejor aguamiel – bueno, creo que así lo dice la saga, ha pasado mucho tiempo. ¿Tal vez vino? – No importa. El punto es que se supone que eres el Devorador de Mundos, el Conquistador en Llamas - y aquí, sólo veo a alguien Regodearse en Autocompasión".

Un destello de fuego salió de las fosas nasales del Devorador, encendiendo los bosques que se habían formado allí. “Ninguno se ha atrevido a faltarme el respeto y—”

“¿Vivió para contarlo?” dijo el Presidente. “Muy bien. Estoy parado aquí mismo. Si vas a devorarme, será mejor que termines con esto. He tenido una buena racha, ¿no?”

Pasaron varios minutos. El Devorador miró al Presidente, esperando que cediera a sus miedos y escapara. No hubo tal suerte. Claramente, este hombre era un guerrero con un coraje sin igual incluso para Keshpeth y sus diez mil. (Eso, o eran los 73 cañones de rieles montados en una isla que apuntaban a la cabeza del Devorador desde la segunda luna, pero esa es una historia para otro momento.)

El Devorador suspiró y cerró su ojo. ”¿Viniste a burlarte de mí,” dijo el Devorador, ”o buscas algo de importancia?”

“Espera, ¿no ibas a devorarme? ¿O eso era sólo—”

”¡Responde!”

“Vale, vale. Esta es la cuestión – la Iniciativa de las Tres Lunas tiene algo que darte.”

”No quiero ningún regalo.”

“Creo que lo querrás, una vez que escuches lo que es.”

”La única cosa que deseo es paz, y tú continuamente me la niegas. Vete de aquí.”

“Podemos darte un propósito. Se acerca una gran batalla, Devorador. Ahora es el momento de que todos los hombres buenos, los dioses, y demás vengan en ayuda de la Tierra, Iteración 2N. No podemos cruzar la abertura antiorgánica hacia la 2N – pero tu carne es un asunto completamente diferente. Y en el otro lado, encontrarás un oponente digno de —”

Un brazo, cubierto de escamas, árboles y Voplings aterrorizados, surgió de la ladera de la Colina. Formando un puño, golpeó el suelo. Las montañas circundantes se separaron y se derrumbaron sobre sí mismas. Las fisuras se abrieron en los ácidos arrecifes de coral subcontinentales de Asphodel. El Rey Belphedge fue sacudido de su tumba - cayó en las aguas hirvientes, refunfuñando que su siesta había sido groseramente interrumpida.

”VETE.” rugió el Devorador.

No lo hicieron.

"Ahí, ¿ves eso?" dijo el Presidente. "¿Esa ira? Esa es la clase de energía que extrañas, ¿no es así? Tú y yo sabemos que no quieres estar confinado aquí para siempre, melancólico y enfurruñado".

”¡Sí, eso quiero!”

"Entonces, ¿qué? ¿Serás un pequeño y angustioso bulto en el horizonte de Asphodel para toda la eternidad?", se rió el Presidente. "JALAKÅRA como mi testigo, esto es magnífico. Espera a que se lo cuente a Keshpeth."


“¡No harás TAL COSA!” Algunos soldados del Presidente se agarraron de las orejas por el grito.

“Bien, mira, Malikir Tsoh, ¿quieres que te deje solo?”


“SÍ.”

“¡Bien! Pero con una condición.”

”¿QUÉ?”

¡Ponete las pilas, Devorador! La Fundación en 2N ya ni siquiera te llama clase Apollyon – ¡pero yo sí! Creo que puedes revertir esto. No dejes que el hecho de que la Iteración 1L te haya matado mientras dormías te impida recuperarte. ¡Yo creo en ti! Y cuando esto termine, en lugar de temer tu silencio, la gente de la 2N cantará tus alabanzas en sus tabernas hasta que vomiten, ¡aclamándote como un héroe! Todo lo que pedimos es que des ese primer paso adelante."

Pasó una hora de silencio incómodo. La antena de radio fue plegada de nuevo. Los soldados volvieron a sus naves. Niang maldijo en voz baja, murmurando algo sobre "tendríamos más suerte militarizando a los Zancudos", y estaba a punto de abordar el esquife de vuelta a su aeronave –

– cuando escuchó una frase gruñona, una de las pocas que reconoció de su Erikeshi no traducido. Significaba "¿quién es mi oponente?"



Tierra, Iteración 2N. Noviembre de 2035. Según las instrucciones de la Iniciativa de las Tres Lunas, la puerta que contiene a SCP-2317-K había sido lanzada al espacio, seis meses antes. Niang dijo que les daría "unos minutos".

La cooperación con la Iniciativa no había sido fácil. Contingencia Zadok-9 "Pesadilla Regente Azul" era una locura, pero una respuesta era mejor que ninguna.

La Administradora de la Fundación se sentó en la oficina de su búnker, con su dedo sobre la llave de entrada, bajo un monitor CRT de 1982. Un aviso en la terminal pedía la confirmación final del protocolo Ganímedes. La séptima cadena del Devorador se había roto hacía sólo una hora. Con un poco de suerte, pensó, nos matará a todos de un solo golpe. No tendremos nada que limpiar, de esa manera.

Su teléfono sonó - el número de O5-1. Lo tomó.

"Bien, tres actualizaciones", dijo O5-1. "Uno, el Devorador acaba de cruzar la ruta orbital de Marte, y se espera que haga contacto con la Tierra en 30 minutos."

Su dedo se movió sobre la tecla de entrada.

"Dos, un segundo Devorador ha aparecido sobre la luna, y se dirige directamente hacia el primero."

Su ojo se movió. "¿Un segundo devorador?", dijo.

"Afirmativo. Tres… el segundo tiene tres lunas crecientes pintadas en su espalda."

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