Una veta brillante iluminó el oscurecedor cielo otoñal sobre Boring, Oregón. Aunque los ciudadanos no eran ajenos a lo extraño, un ardiente proyectil de destrucción definitivamente no era normal para ellos. ¿Un canguro causando terremotos? Claro. ¿Una osa cantante y bailarín? Sí, por supuesto. ¿Una serpiente marina construida por miles de pequeños peces? Debe ser Martes.
¿Pero un astronauta lanzándose hacia los suburbios a velocidades de Mach 5? Eso va a salir en las noticias de las 11 en punto.
¡CRASH!
El traje espacial aterrizó de cara en el campo de fútbol de la liga menor local, efectivamente convirtiendo el área en un foso de barro que seguramente deleitará a los pilotos de barro y traerá una decepción interminable a la Liga de Fútbol de los Osos de Boring. Pero esta no es una historia sobre mudders y algunos mocosos jugando al fútbol. Esta es una historia sobre un justo defensor de los buenos valores y su búsqueda de celebrar el Cinco de Mayo entre la buena gente de la Tierra.
Una figura vagamente humana se elevó en el centro del campo de lodo recién creado. Tomó un momento para sacudirse violentamente la suciedad en la que se había bañado, revelando un traje espacial blanco con una visera negra. Dos pequeños chorros de llamas surgieron de su mochila, impulsándole por encima de la mugre y moviéndose hacia arriba y lejos para inspeccionar el área. El arco de fuego ascendente se detuvo repentinamente cuando una amenaza fue avistada a una cuadra de distancia.
"¡MUERE, ESCORIA! ¡PAGA POR TUS CRÍMENES!"
En un segundo, una boca de incendios fue cortada con una rápida patada en la flor de su vida.
"Tu primer error fue cruzar en mi camino, el camino del Campeón Lunar"
Agua a alta presión brotó del agujero que solía ser una boca de incendios, bañando al Campeón Lunar y limpiándolo de todo el barro que quedaba sobre él. Disfrutó de bañarse en la sangre de su enemigo durante un momento, admirando su reflejo en el estanque que se formaba a sus pies. Parecía que había llegado justo a tiempo, ya que lo que parecían ser dos niños de la Tierra se le acercaban rápidamente.
"¡Alto, niños! ¡Pisen con cuidado que la sangre de este sándwich infecta el suelo que me rodea! No hay necesidad de agradecerme, pero les advierto que avancen con rapidez, pues nunca se sabe cuándo volverá a surgir la amenaza del sándwich…. Con sus frías perillas retorcidas y su color rojo amenazador…. Me estremezco de solo pensar lo que les pasaría a los dulces, dulces niños de la Tierra si fueran atacados".
Los jóvenes miraron confundidos a la figura que tenían ante ellos antes de que el más alto de los dos tomara la mano del otro.
"Vamos, Lily. Mamá dijo que no deberíamos hablar con extraños a menos que estemos haciendo truco o trato". La joven, vestida con un tutú rosa y una tiara, miró a su hermano sin disfraz y asintió, siguiéndole.
El Campeón Lunar los miró, observando a los dos cuidadosamente al lado del creciente charco de sangre de sándwich que había derramado.
"¡Esperen, niños! Debo interrogarles algo…. ¿Dónde se puede participar en las festividades del Cinco de Mayo? ¡Deseo ser parte en la cultura de la Tierra! ¡Combatir en el espacio es agotador e incluso yo, el Campeón Lunar, debo tomarme un descanso!"
"¿Qué Circo de Mario?", preguntó la niña, volviéndose para mirar al extraño hombre gracioso que había detrás de ellos. Su hermano mayor intentó arrastrarla, pero sus piernas cortas y su curiosidad simplemente no pudieron seguir su ritmo. Sus manos se separaron y ella resbaló, dejando caer su calabaza de plástico y derramando su contenido en el suelo. La cara de Lily se ruborizó rápidamente y sus ojos se llenaron de lágrimas cuando su hermano entró rápidamente en modo de control de daños.
"Ah, ¡No te preocupes por eso! Vamos, no llores. ¡Podemos conseguirte más dulces!" Le suplicó, tratando de consolar a su hermana y recogiendo cualquier caramelo que aún pudiera ser salvado en el contenedor naranja.
El Campeón Lunar miró, disgustado por la escena de lloriqueo. ¿Por qué estos niños llevaban cabezas de toro sin cuerpo y las rellenaban con huevos? ¿Era esto una costumbre común del Cinco de Mayo? Le disgustaba, pero había venido a participar en las festividades, no a juzgar. ¿Podría tal vez ayudar tanto a esta ciudadana en problemas de la Tierra y participar al mismo tiempo? Una ampolleta lunar1 se encendió en el poderoso casco del héroe. Había tenido una genial idea.
"¡Tú, niño de la Tierra!", señaló al mayor.
"¿Qué? Necesito irme a casa pronto y mi hermanita está llorando. Ve a molestar a alguien más".
El Campeón Lunar dio un paso adelante y se inclinó hacia abajo, agarrando uno de los dulces derramados de la chica. Se tomó un momento para examinarlo antes de romper el paquete sellado de M&M en su visera. Trozos y trozos de chocolate triturado y envolturas de plástico se esparcieron por todas partes. Lily (que había dejado de llorar en ese momento, pero aún así estaba muy triste) y su hermano miraron hacia arriba, confundidos una vez más, mientras el lunático llevaba una mano enguantada hasta donde presumiblemente estaría su barbilla bajo la visera.
"He llegado a la conclusión de que los huevos de la Tierra son un manjar de primera clase y esta niña guarda una razón justa por su llanto. Perderlos es una tragedia. Yo, el Campeón Lunar, prometo solemnemente obtener más huevos para ti, niña. Dime, ¿cómo se participa en la recolección de huevos en esta cabeza de toro?"
El hermano mayor observó cómo el extraño astronauta tomaba la calabaza y la examinaba, pensando si esto también se encontraría con su visera. ¿Estaba pidiendo consejo sobre cómo hacer truco o trato? ¿Qué clase de bicho raro no sabía cómo hacer truco o trato? De cualquier manera, esto podría funcionar para él. Tenía que estar en casa en veinte minutos con Lily o no podría jugar videojuegos durante una semana, pero no podían volver con las manos vacías…. Tenía que confiar en este tipo, por muy raro que fuera.
"Eh… Bueno, primero necesitas un disfraz…"
"¡¿Un engaño?! ¡Qué tontería! Soy demasiado honorable para tales actividades, ¡soy un Caballero de la Luna jurado!"
"Viejo, mira…" Aparentemente, este disfraz era una forma de vida para él. Recogió la tiara de su hermana de la acera y se la ofreció al astronauta. "Póntelo en la cabeza".
El Campeón Lunar aceptó la corona de plástico pero se mostró reacio a ponérsela. Hacerlo sería un acto de alta traición en la luna, y él no era un traidor. Pero, de nuevo, había venido a la Tierra para celebrar el Cinco de Mayo, peeeeero…. Cuando estás en Sigmar 5, haz como los Sigmarianos Cinconianos. Con una mano vacilante, el Campeón Lunar colocó suavemente la tiara en la parte superior de su visera.
"Me siento… preciosa"
Lily se rió, secándose una lágrima de su cara.
Su hermano rodó los ojos. "Ahora todo lo que tienes que hacer es ir a algunas casas y llamar a la puerta. Asegúrate de decir "truco o trato" también. Y, por favor, date prisa. Ya lo hicimos en todo este vecindario así que no nos van a dar dulces otra vez y tengo a mis amigos esperándome en Fortnite así que por favor date prisa…"
Se le había encomendado su tarea: recoger huevos para los niños. Esta sería una excelente oportunidad para aprender sobre la cultura de la Tierra. Sin dudarlo un momento, el jetpack del Campeón Lunar se encendió y rápidamente se estrelló por el lado de la casa a su derecha. Lily se rió alegremente mientras su hermano miraba horrorizado; alaridos de pánico y terror eran oídos mientras el Campeón Lunar gritaba: '¡DEMANDO TRATOS, PARA QUE NO HAGA TRUCOS!'
Cinco minutos y veinte casas con agujeros en forma de traje espacial más tarde, el Campeón Lunar se acercó a sus dos leales amigos con una cabeza de toro desbordante de huevos. Le entregó el balde a la joven, quien lo miró con asombro.
"¡Son más duce de los que poría comer!"
"Consumir huevos crudos es desaconsejable, niña de la Tierra". El héroe se quitó la diadema y la colocó suavemente sobre la cabeza de Lily una vez más.
Se oían sirenas a la distancia y el mayor de los dos niños se asustó cada vez más.
"Debemos irnos. Gracias, eh, persona. Adiós".
El Campeón Lunar puso sus manos en su cintura, sonriendo bajo su casco. Otro día, otro trabajo bien hecho. Además, había aprendido de las tradiciones de la Tierra. ¿Quién diría que la respuesta tradicional a 'Truco o Trato' sería 'Vete de mi casa' o 'Voy a llamar a la policía'? ¡Él no! Pero ahora era más sabio y estaba más enriquecido culturalmente. Vio a los niños salir corriendo antes de mirar hacia su casa en el cielo.
Lo llamaba.
"¡Campeón Lunar, allá voy!"
Y con eso dicho, el Cinco de Mayo del lunático llegó a su fin mientras se elevaba a la luna.