Imperfecta Creacion
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Incógnita entre el Infinito - Preludio Final

La respuesta de la imperfección

El encuentro con uno de los representantes de la Estela Dorada Vidnepa, los pensamientos de Alicia desbordaban sobre el futuro de la existencia. Sus ojos no podían abandonar el cielo de Al’luzy, en especial el destello que representaba la Tierra. Podría jurar que su corazón se detenía tras los silenciosos lamentos de la Madre Creadora. Sus alas prácticamente a la vista de la guerrera, cual crisálida a punto de romperse. Su prisión ha llegado al límite, y con ello, el tiempo para actuar. Sus manos apretaban con fuerza la única arma capaz de cambiar el curso del destino. Solo que quizás, no sea una simple lanza que perforará el corazón de la Creadora. En silencio, Kalafpe reza para que esta sea la herramienta capaz de marcar el inicio de una nueva era estelar.

—"¿Cuándo un arma ha terminado la guerra?"

Se interrogó a sí misma, mientras sus orejas lagomorfas caían a los lados de su cabeza. ¿Por qué ella triunfaría dónde el ingenio, la magia e incluso la divinidad habían fallado? Entonces, ¿cuál era la clave para salir victoriosos de la contienda más antigua del universo? El acertijo recorrió sus pensamientos, una pregunta ya hecha eones atrás. Sus pisadas siguieron bajo las praderas moradas neonatas del recién renacido mundo. Un bioma proveniente desde los brazos exteriores de la Vía Láctea, una convergencia con la historia evolutiva de la vida terrestre. Su caminata se detuvo hasta llegar a un pequeño lago ligeramente azulado.

—¿Por qué inició la guerra? —puso su lanza en la superficie del lago, alterando la gravedad para formar esferas de agua con algunas formas de vida acuáticas— ¿Por qué inició la Gran Penumbra?

Se le ha atribuido dicho evento al conflicto entre los Vidnepas contra Sechud, pero en realidad, el universo ya se encontraba en decadencia antes de ello.

—No —Alicia miró atentamente algunos pececillos dorados. Las coloraciones en su piel so un deleite para el ojo. Sus nados sincronizados. Una obra de arte perfecta.

—Una decisión perjudicial.

La decadencia que ha azotado este universo proviene desde su nacimiento. La razón de la existencia de los Vidnepas fue la aceptación de que este cosmos había nacido ¿incompleto? ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Podría ser cierto que Sechud había errado tan garrafalmente su creación? Alicia no podría aceptar esto, de ser así… No había razón por la cual seguir luchando. De ser así, el deseo de Sechud por reiniciar todo tendría sentido. De no ser porque ya es demasiado tarde. La vida ya se ha levantado, ha perdurado y se aferra a los últimos peñascos entre las estrellas. Alicia no permitiría que este sueño llegara a su final, no ahora que se encuentra tan cerca de encontrar la llave a la victoria.

Con una de sus manos tomó a uno de los pececillos dorados. Tenía que sentirlo en su piel. Sus movimientos desesperados de volver a su hábitat. Su necesidad de regresar a dónde pertenece. Su deseo de supervivencia, incapaz de ser expresado en palabras, pero con la misma fuerza que cualquier otro ser vivo. Por desgracia, este ser no volvería a su hogar. Kalafpe dejó el pez sobre el pasto y alzó su lanza.

—¿Qué es la perfección? —su lanza destelló con un brillo rojizo— Más que el infinito. Un ideal estático. Una prisión interminable.

La lanza perfora las entrañas del Arte Perfecto pintado por Sechud. En el lienzo de las dimensiones y con la pintura de la materia. El flujo de su sangre se revela contra la gravedad, alto y más alto. Lanzas y espinas con la intención de perforar la garganta de su creadora. Una venganza inscrita en el ser de todos nosotros. Una esencia heredada desde el primer nacimiento.

La lanza perfora el espejo de las maravillas. Sí, el pez es una obra de arte, una exhibición y nadamás. Cadenas atadas desde nuestro núcleo. Una belleza vacía y sin razón. En todos nosotros se encuentran las instrucciones para ser perfectos. En un espacio. En un tiempo. Pero la realidad no es una sola. La flecha del tiempo ha atravesado el corazón de la Perfección y ha provocado un desangramiento universal.

La lanza perfora más allá de una posibilidad en la sangre proveniente del río. Se ramifica en el abanico de posibilidades, en las series de pisadas que podría llegar a surcar los cielos, tocar astros y entender la teoría del Todo. De sentir el calor de una estrella madre y adorarlo. De llorar por sus muertos y conmemorarlos. De seguir evolucionando.

Y la lanza perforará hasta llegar al Corazón de la Perfección. Las ramificaciones se detienen, caen y caen en el suelo. El destino ya ha sido programado y es uno que no perdurará. Es uno que está a nada de llegar al final. Un final que ya ha llegado en demasiadas ocasiones. Y lo peor, es que el final de finales es el siguiente.

Necesitaba más. Necesitaba que la información se desangrara y posara ante ella. Debido a la necesidad de conocer cómo acabar con Sechud. No quería empezar otra guerra, no quería sacrificar todo lo que había construido en tan poco tiempo. Alicia podía casi sentir las memorias vidnepas, palparlas y casi revivirlas, el sentimiento de una batalla librada por eones y las incontables perdidas, amigos, familiares, especies enteras borradas en la Gran Penumbra. No podía permitírselo, así que solo le quedaba una opción.

—¡Muéstrate! —Alicia levantó su lanza y el líquido carmesí se ramificó en una enorme red capaz de oscurecer al día.

Con el conocimiento adquirido de la Estela Dorada, el Acto del Génesis Primordial, Alicia desbloqueó el significado de la vida misma. El sacrificio del pez dorado solo es la llave, accediendo a los códigos de la creación misma. Una invocación ya perdida en leyendas vidnepas, el desglose de la perfección de Sechud y así, incluso poder verla.

La Red de las Posibilidades de todos los seres vivientes. Los mecanismos intrincados de todo lo que nace y muere. Alicia develó la historia de todos nosotros, en búsqueda del engranaje perpetuo. Solo al verlo por ella misma, podría llegar a encontrar la solución. Pulsante y colorida, la red seguía fluyendo y formándose tal río tras pasar todo un siglo bajo el agonizante yugo de una presa. Alicia siguió girando la lanza sobre su cabeza con ambas manos, recitando encantamientos vidnepas para el florecimiento de la vida. Una ligero brillo áureo cubrió a la guerrera, un acercamiento a sus raíces. Sus pies una vez firmes, comenzaron a caminar, primero lentamente.

Una danza por la vida. Haz que la natalidad llueva.

De la Red, el aura de diferentes biotas cae en gotas, al ritmo de los movimientos de Alicia. Cada forma. Cada ser. Caen hasta formar un charco con Kalafpe en el centro. Los arquetipos de las gotas son incontables, desde diseños adecuados para el aire hasta incluso el espacio exterior. Todos ellos tan fugaces, tan efímeros. La danza sigue y la única música son las pisadas en el agua de Alicia. Su lanza en vaivén contra la corriente en ascenso. Su líquido casi etéreo, resplandeciendo en cano. Su atuendo se empapa en la esencia de lo vivo. Solo así, puede sentir el error catastrófico en primera persona.

Su aliento se siente pesado en sus labios. Los impactos con las potenciales almas son indescriptibles. La sensación de poder sentir tantas vidas corriendo por su piel solo se igualaba a la incertidumbre en su mente. Aunque no hay momento para ahogarse en el remordimiento ni la pena. La guerra de antaño no esperará a nadie, ni siquiera a ella. En este momento, en estos pasos solo importa trascender la mortalidad del alma y el pensamiento.

Los pasos se vuelven más certeros, la lanza corta las gotas antes de caer al suelo. Sus orejas se alzan en rebelión, su canto pasa de ser un augurio de ayuda a una declaración de victoria. Se baña en las entrañas del latido universal, bajo la red que ha opacado la mirada de viejos remanentes estelares. ¿Por qué nacimos? ¿Cuál fue la cadena de eventos que nos trajo a este momento?

Estocada al lago etéreo. En la cuna del 2do planeta, se desvela el secreto.

Alicia puede saborear toda su vida en este preciso punto espacio-temporal. Desde una niña abandonada por su padre, en pos de protegerla a toda su familia. Los pasos en los corredores oscuros de la Fundación y todo su trayecto en ella - “Morimos en la oscuridad para que tú puedas vivir en la luz”. Una frase grabada en el núcleo de todos aquellos que han servido a la misión de comprender lo inexplicable. He ahí el problema con todo lo que rodea a Alicia, a Sechud, a los vidnepas y todos los demás. El fallo sobrepasó la dicotomía de ambos aspectos.

La luz de las estrellas y sus fotones han sido iluminados para la mayor obra de teatro en el Todo. La oscuridad solo ha fomentado las fracturas en el escenario. Todos los participantes siguen cumpliendo sus papeles de autodestrucción. Caen y caen. La lanza se ondea ante la marea imperdonable, cortan entre los linajes de lo que podría ser. Tras cada incisión, la marea solloza.

Incluso la misma sangre se desangra. El blanco se vuelve negro.

Y las corrientes se abren al unísono. La lluvia se ha detenido. La Red se pudre volviéndose polvo. Las aguas se contraen según los deseos de la lanza. Alicia apunta en frente suya, condensando la esencia muerta en una esfera. Respira profundamente. Inhala. Exhala. Primero ella da un paso. Después otro. Hasta dejar de contarlos. Hasta darse cuenta que está corriendo y empala la esfera. Un chillido recorre las praderas e incluso los astros tintinean. Así, la esfera colapsa en sí misma para formar un círculo. La ventana a la prisión de la Madre.

Sus pasos se detienen y colapsa en el suelo. Las secuelas de entrar en contacto con el abanico de posibilidades se hacen evidentes. Su alma vidnepa ha sido un factor de catalización. Antes de siquiera tener el derecho de verla, necesita presenciar un acto más. El acto del mayor nivel de organización. Donde las palabras se crean y la historia se recuerda. La interacción de las especies, un esfuerzo en conjunto para resolver las ecuaciones del universo. En sus ojos, un millón de almas conscientes y pensantes, con su culturas y estilos. Sus maravillas y miedos. Sus auges y sus caídas. ¿Cómo algo tan extraterrestre puede sentirse tan humano? Simple.

Convergencia Primigenia - El Alzamiento de la Razón es universal

Los temblores en sus piernas se han detenido. Su lanza la ayuda a apoyarse, no física, pero espiritualmente. Un truco sentimentalista de Sechud. Solo un alma que comprende lo rota que está será capaz de sanar este universo. Un arma terminará esta guerra. No de la manera en la que ella esperaba. Una vez más. Una última vez. Alza la mirada, apunta con la lanza. La forma de Sechud se desvanece de la ventana. Sus alas holográficas aletean hasta perderse en las corrientes oscuras.

Una cadena no es infinita.

—Y la sentencia no será final —Alicia atraviesa la ventana con la lanza.

Una erupción dorada le sigue y el viento vuelve a la normalidad. Ha sido decidido. Tanto por Alicia Kalafpe como por Sechud.

La Última Gran Penumbra dará comienzo.

Alicia relaja sus músculos y se desploma en el suelo. Su lanza descansa en su estómago. Mira una vez más a la dirección de la Tierra. Por fin podrá volver. Al menos, podrá darle un funeral digno al planeta azul. Y para ella, eso será suficiente. Hablar con quienes le mintieron y guiaron. Alicia Kalafpe, humana y vidnepa, guiará a la humanidad y al universo en el final.

























En la Tierra, un mensaje había sido recibido por las principales agencias encargadas de manejar los aspectos anómalos. El DEINEX captó una señal mandada desde el planeta Al’luzy. Dicho mensaje fue reenviado al instante al Consejo O5. Después de algunos minutos, se realizó una llamada de emergencia y una junta virtual.

—El mensaje es simple —O5-1 mantenía sus manos juntas, mirando a la mesa—. "Comiencen los preparativos para evacuar la Tierra. Avisen a todos los gobiernos, pero más importante, al personal interno. Discutiré con ustedes el problema en un día."

—¿De ES-090, no? —O5-2 seguía revisando otras pestañas en su ordenador.

—De Alicia Kalafpe, en efecto —O5-1 contestó con una voz seca—. ¿Cómo se encuentra la contención de ES-149?

—Hablando de eso… La instalación fue evacuada al principio del día —O5-13 suspiró, tomando un vaso de agua—. Se están instalando anclas de la realidad para detener un fenómeno no antes visto. Todas las estructuras, incluidas las biológicas, comenzaron a deformarse para formar fractales cognitopeligrosos.

—Contacten con la Coalición —O5-1 tronó su cuello— Yo me encargaré del encuentro con ES-090. Está reunión ha acabado. La información respecto a esto debe quedarse en nivel 3 y…

Un pequeño temblor interrumpió el final de la llamada. Al parecer fue sentido en todo el mundo, juzgando por el movimiento visto desde las pantallas de todos los participantes. O5-13 rompió el silencio.

—Las islas de SCP-ES-149 han desaparecido. No hay señal de ninguno de los operativos y… —O5-13 compartió una imagen satelital.

La sesión terminó, sabían lo que necesitaban hacer. Cada uno de los miembros del consejo se preparaba para organizar los planes de contingencia necesarios en este escenario. En la imagen, donde antes se encontraban unos archipiélagos ahora se alzaban estructuras similares a zarcillos espirales. En el centro, una esfera oscura se levantaba, mientras el cielo se tornaba oscuro. La prisión de Sechud ha llegado a su límite, y con ello, se marcaba el inicio del final.

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