De: Steffano González
Para: Antonio Ibarra
Estimado agente Ibarra: Nah, no voy a escribirte una carta formal después de tantos años trabajando juntos.
Escribía esta carta aprovechando que estoy haciendo un par más para otras personas, de paso sentía que merecías un reconocimiento de parte mía en algún momento, y me disculpo profusamente por no haberlo hecho mucho tiempo antes.
Gracias por haber sido un excelente compañero, y un mejor amigo aún. Todavía recuerdo cuando nos conocimos en Camp Pendleton, ambos estábamos grandecitos ya, lo que no recuerdo era cuantos años teníamos. Apenas llegué y charlamos sobre nuestros trabajos de capacitación, yo supe que ibas a ser un excelente recurso para tener a mano. Y vaya que lo fuiste, hoy estoy escribiendo esta carta y sigo vivo gracias a tu valentía. Porque un alterador de la realidad no fue capaz de atravesar tu impenetrable voluntad, y si eso no te movió ni un cabello, entonces nada en este mundo lo hará.
Gracias por haberme enseñado tanto sobre la vida y sobre la medicina. Yo pensé que habiendo trabajado para el FBI y para instituciones médicas privadas ya tendría conocimiento suficiente como para sentirme… Capacitado. Pero la cantidad de conocimiento que derrochas es impresionante, y eso me demostró que tenemos que ser un poco más humildes con nosotros mismos para alcanzar nuestra mejor versión de “el yo”.
Y, por último, agradezco que te hayas tomado tanto tiempo de tu vida para tratar mi depresión. Me salvaste la vida dos veces, literalmente. No hay palabras para describir como me siento al respecto. Lamento mucho no poder decir más de esto.
Te deseo muchos éxitos y te mando un abrazo gigante, a vos y a tu marido, Amaro. Espero que la estén pasando excelente y que su vida esté llena de logros hoy en día. Con eso, yo soy feliz.
DE oniricshogunsoldier PARA XenOGax