Remitente: William T. Falcone
Destinatario: Agente Adrianny Alexanderson
Saludos, agente.
Me comunico con usted aprovechando este espacio entre mis labores para dedicarle un mensaje con mis mejores deseos. Las razones estoy seguro las ha intuido bien.
Precisamente por esto envío este mensaje. Es de mi conocimiento gracias a las buenas recomendaciones de parte del resto del departamento de Anarte que usted ha sido más que una simple adición al personal.
Desde su optimismo hasta su determinación; me parece que es justo dar un reconocimiento a aquellas personas que se esfuerzan no solo por nuestra causa principal, sino que también aportan de un modo u otro a que este ambiente sea más llevadero.
Espero perdone la rudeza, al no conocer mucho de usted he tenido que consultar a terceros. Por este medio también reconozco que usted tiene un hermano, ¿verdad? El joven Ruiz, si no me equivoco.
Aprovecho también para mandarle mis mejores deseos. Entiendo que su condición actual tal vez no sea la mejor, pero tengo esperanza en que ambos son capaces de salir adelante ante las adversidades. También soy consciente acerca de que operan en sitios distintos. Espero que, dentro de todo, sean capaces de mantener contacto. Los lazos familiares son algo sumamente valioso, nunca lo olvide.
Para finalizar, me gustaría dejar unas palabras adicionales. Recuerdo leer, no sé si en una obra, no sé si en uno de los tantos documentos que reviso dentro de lo que mi nivel de seguridad mi permite, pero aún hasta el día de hoy recuerdo a alguien decir que “La vida es arte”.
Como es de esperarse, no suelo ser alguien que responda a cursilerías. Pero tras conocer a varias personas, empiezo a comprender que tal vez yo estaba equivocado. En nuestro camino, las experiencias que vivimos y construimos con los demás son, cuanto menos, algo tan valioso como el arte del Louvre. Espero seguir oyendo buenas noticias de usted por parte del departamento de Anarte y donde sea que vaya.
