Remitente: William T. Falcone
Destinatario: Investigadora Luisa Vander
Muy buenos días, Investigadora Vander. Espero no interrumpir alguna tarea de mayor prioridad; de ser el caso, igual insisto en que revise este mensaje en caso de contar con al menos un par de minutos libres.
Uno a veces piensa que estás loco cuando empiezas a hacer cosas fuera de lo común, ¿pero cuando algo que hemos hecho está dentro de lo “común”? Dadas las fechas consideré apropiado escribir este mensaje. Me encuentro muy satisfecho con las traducciones al español de aquellas tablillas en cuneiforme y por la inoculación adjunta de sus propiedades info-peligrosas. Usted es, por lejos una de las personas más competentes en cuanto al tema se refiere.
Sin embargo, no escribo esto únicamente a modo de agradecimiento. Verá, estoy seguro que es un tema que no me incumbe; para no divagar mucho, estuve analizando cuidadosamente su ritmo de trabajo. Los resultados son impecables, de eso no hay duda, pero he llegado de la conclusión de que no es viable a largo plazo, o al menos no dentro de lo que es humanamente posible.
Puede pensar de mí como una persona excesivamente emocional, pero en todos lados he visto gente que usa el trabajo como escape a algo que de lo que prefieren no hablar. Inferir acerca de lo que es o no es queda lejos de mi jurisdicción, pero sin ánimos de sonar insolente, agradecería que considerara tomar el consejo de alguien que ha vivido su tiempo para ver como un par de malas decisiones pueden poner todo de cabeza.
No sé si sea en su casa o en el trabajo, pero estoy seguro que hay alguien ahí afuera al que le tengas cierta estima o respeto.
Desde un punto meramente psicológico esto tiene todo el sentido del mundo, ¿Verdad? Por más que la Fundación sea un lugar frío es normal y, sobre todo, humano buscar calidez en aquellas personas que son influyentes para la vida de uno. Estoy seguro que también tendrán cosas que decirte. Pero no se sienta presionada por ello.
Eso sería todo, agradezco la atención brindada. Volviendo al tema anterior, casi doy una exclamación de “¡eureka!” cuando terminé de comprender mejor la naturaleza de las tablillas y creo estar cerca de dar un resultado concluyente las siguientes semanas. Pensé especialmente en la designación temporal: 16513, lo encontrará resaltado de preferencia en color negro. Tenga buen día.
PD: Si no es mucha molestia, también envíele mis saludos y respetos al Dr. Andrés Mondragón. Me fascinaría tener algún día la oportunidad de ser trasladado, aunque sea temporalmente, al sitio 313 y conocerlo más a profundidad. No me caben dudas que como director y como persona ha de tener una excelente reputación.