… Vaya, ocho meses después, cómo he amodiado este artículo.
Con el poder de la retrospectiva, puedo ver mejor las fallas y los logros del artículo;
Crítica
Respecto a Mocholí: El caracter de Mocholí y sus convicciones se contradicen a lo largo del escrito. En algunos casos, indulge en una conducta irracional, como decidir continuar con la exploración… ¿Aún cuando lo traicionaron? ¿Y apagando su auricular de por medio? No solo eso, sino que para haber sufrido una traición así de significativa (y demostrarlo, porque parece hasta olvidar que tiene la cámara encendida y soliloquea sobre cómo detesta a la fundación frente a una cámara) luego parece importarle sobremanera decepcionarlos.
Confundiéndolo aún más, se dice que "Mocholí demuestra grandes cantidades de estrés cuando un compañero de trabajo es dado de baja en acción", pero la totalidad de la Fundación expuesta al incidente parece saltar a la conclusión que es un asesino serial extremadamente hábil, tan peligroso como para mandar a un DM tras él. Es especialmente extraño considerando que la Fundación sabe de psiquealteradores y manipuladores a mansalva.
En otros momentos, Mocholí actúa de una forma algo forzada, que resalta el motif del artículo (las cinco etapas del duelo), a precio de una personalidad consistente y realista; reacciona con ira inmediata a la traición de su equipo de amigos y compañeros, hasta el punto de actuar de una forma extremadamente impropia de él, disparándole a ES-169-2 y Mocholí 2 sin duda alguna, y desespera con rapidez frente a Seveneye, con remordimiento sobre sus amigos… Que lo acaban de traicionar. La escena con las guillotinas es incómoda, se siente algo out-of-character y no parece aportar demasiado al fatalismo de la cuarta etapa.
Respecto al Tren: A cada rato, las leyes internas del tren cambian, y lo hacen sin explicación ni lógica plausible — lo cual resulta en que aparente ser un 'plot device' o McGuffin para que la historia progrese.
Sobre todo, lo hace de una forma inconsistente; la anomalía temporal y perceptual del principio no hace aparición en el resto del artículo. La 'infección' y la enfermedad y la gente muerta muriendo de nuevo no sirven un propósito final; su aparición no está explicada, y parecen nombrados por nombrar en función del artículo, debido a que no hay ni una sola mención a ello tras ese anexo.
La 'malicia' y la identidad del tren inicialmente aparecen como independientes, reaccionando tal vez a la psique de Mocholí, pero luego se asocian con fuerza a ES-113 (el trato en el árbol, la locomotora), pero luego se lo presenta como una fuerza benevolente, y se insinúa que ES-113 es una fuerza benevolente, pero luego se insinúa que la Fundación envió al tren del futuro para ayudarlos; con la información presentada en el artículo, no hay forma de construir el medio concluyente que busca.
Esto resulta en un medio incómodo; la historia está ofuscada, pero a la vez hay un anexo entero dedicado a 'explicar' la historia del tren, pero haciendo uso de un unreliable narrator que invalida la explicación y la deja como espacio vacío: no contribuye al misterio, pero tampoco contribuye a una explicación. Este es un tema común frente al artículo, pues el foco suele desviarse de Mocholí para dirigirse a las muchas (y aparentemente inconexas) anomalías, que no dejan una sensación de misterio sustancial, pero tampoco están lo suficientemente explicadas como para constituir una narración comprensible.
Se juega mucho con la lógica interna del tren al punto donde, para el lector, no hay lógica discernible. Se juega mucho con dejar las cosas sin explicar, pero luego se intenta hacerlo con fuerza, y luego se deja de vuelta sin explicar, de manera tal que no cabe cómodamente en ninguna de las dos, y está en un espacio intermedio incómodo y algo desagradable para concluir.
Por supuesto, está la promesa de que 'se explicará luego' a lo largo del canon, pero cada explicación extraída de la pieza termina por devaluar su consistencia y disfrute narrativo.
Cumplidos
Donde la pieza sobresale es en la ambientación; los primeros tres vagones tienen un ambiente incómodo y ominoso increíblemente atractivo, y la forma en la que se desarrolla te deja buscando más. La descripción de los ambientes es también atractiva, e incita con fuerza la imaginación.
Aunque ese ambiente termina por desaparecer a lo largo del artículo, te deja con la poderosa sensación de que el tren es una fuerza maliciosa inexplicada si ignoramos la posible asociación con ES-113, y el anexo del vagón 4, y la presencia de la Fundación en el vagón final es un aguijonazo muy bueno para terminar; la presencia del cadáver ES-113 es algo negativa para este, pero no lo suficiente para invalidarlo.
El pacing es veloz, pero no fugaz, y hay tiempo para imaginar y presenciar cada escenario. En ningún momento el interés ceja, y cada registro de exploración, usualmente densos y exigentes de atención, dura lo que tiene que durar. Las descripciones iniciales son ganchos espectaculares para poner al lector en tercer cambio y dirigirlo a leer las exploraciones.
Aunque podría mejorarse en ciertos sentidos, la historia de un hombre que acepta ni más ni menos que morir a ojos de todos es excelente. Los personajes de Ny-13, a pesar de su nombre conspicuo y algo irracional frente a la existencia de ES-113, son lo suficientemente vacíos como para aparecer brevemente, pero lo suficientemente interesantes como para que nos interesemos como grupo.