Fabricado desde el Otro Lado del Oceano
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Fue a mediados de Octubre cuando el clima cálido había pasado. Estaba comiendo el plato de carne del almuerzo en el parque. Estaba comiendo animadamente un cuenco de carne. Es una maravilla para el cuerpo cansado despues de trabajar en la fábrica. Como una planta de energía térmica humana. ¿A dónde iba con esto?

"¿…Hmm?"

De repente, escuche una voz desde las afueras del parque.

"Disculpe…Lo siento, no conozco bien el lugar…"

Un viejo extranjero hablaba con algunos transeúntes en inglés. Parecia que tenia problemas porque se veia apurado. Sin embargo, no habia quien pudiera hablar inglés aquí. Todos me hablan a mi, pese a que nadie habla bien ingles. Claro, que si eres una hermosa chica de ojos azules y cabello rubio, no hay lugar donde no te intenten empezar una conversación…de eso no tenía duda. Terminé de comer el tazón de carne y me levanté. Incluso este esfuerzo fue exhaustivo.

"¿Puedo ayudarle?"

Salí del parque y hablé con el viejo. Al dirigirme a el en inglés, el anciano miró hacia atrás.

"Oh, ¿puede hablar inglés?"

¡Por todos los cielos! El anciano hablaba con una voz fangosa. Por supuesto que no iba a decir nada al respecto. Todavía era muy temprano para esa clase de trato.

"Lo siento. Solo puedo hablar un poco de inglés".

Más bien un inglés muy pobre, por decirlo de alguna manera, uno con el que no le toman en serio a uno. El anciano pensó un poco poniéndose las manos en la barbilla mientras sacaba un papel de su bolsillo.
 
"Me gustaría ir aquí".

El papel era un mapa. Tenía dibujado un círculo rojo en el centro, y el anciano señalaba allí. ¿Era alguna estación de trenes? De cualquier manera parecía fácil de llegar.

"Bien, sígame".


Fuimos a pie todo el camino a la estación. Caminando a su lado, no pude evitar pensar si tenía algun pariente aqui…no sé porque pensaba en cosas que no eran de mi incumbencia. Para matar el tiempo, el viejo me comenzó a hablar.

"¿Eres una ingeniera verdad?"

Oh, debia ser un ingeniero profesional. Bueno, he hecho algunos trabajos y fueron bien recibidos.

"Sí, lo soy" conteste afirmativamente.

El rostro del viejo se iluminó ante mis palabras.

"¡También soy ingeniero! ¡Somos personas del mismo oficio, JAJAJA!"

El anciano sonrió felizmente. Aparentemente parecia ser un consultor o algo así, igual era agradable conocer a alguien del mismo campo. Me las arreglé para mostrar una sonrisa.

"Vengo de los Estados Unidos, para conocer la industria de Japón".

Aparentemente, el anciano vino a Japón desde América. Para conocer las industrias también. Ya veo, estaba convencido de que llegó al distrito industrial por equivocación; de todos modos no hay instalaciones turísticas por aquí. Decidí devolverle el gesto.

"Me gustaría conocer la industria de los Estados Unidos".

Es cierto que quiero conocer la industria en los Estados Unidos. La mitad fue un halago, pero la mitad era verdad. En países extranjeros, debe haber una gran cantidad de tecnologías desconocida que no usamos; era un gran anhelo. Tecnología extranjera y nuestra tecnología. Si coinciden, pueden crear algo grandioso. El anciano sonrió ante lo que dije.

"Por favor, ven en cualquier momento".

Sí, le respondí.


Llegamos a la estación de metro.

"¡Muchas gracias!"

Cuando el viejo agarro mi mano, la sacudio de arriba abajo en un apretón.

"De nada".

Me sentí avergonzada por alguna razon. El viejo jugueteó con su bolsillo otra vez y sacó una tarjeta de negocios.

"Por favor aceptala"

"Oh, está bien"

La recibí, mientras el anciano sonreia satisfactoriamente.

"Si quieres conocer la industria de los Estados Unidos, contáctame siempre. ¡Dios te bendiga!"

Diciendo esto, el viejo se fue por la estación.

Ufff. ¿Eso fue todo? Respire profundamente y me sacudi los hombros. Mire la tarjeta, pero las palabras eran difíciles de distinguir, no se aliniaban bien. Ademá esta estaba rota, por lo que solo una parte podía leerse. ¿Como se supone que lo iba a entender…? ¿Lo recordaré cuando llegue a casa?

¡Es verdad! ¡Se acabo la hora el almuerzo! ¡No pensé en el tiempo de camino al trabajo! Rápidamente me dirigi a mi oficina, directo a la fábrica de Industrias Pesadas Tou-Hei.


Estaba frustrada y esperando a que el director llegara a la estación. Inconscientemente empezar a mover mis piernas y pies. Encontré el valor para cruzar el Océano Pacífico hasta este país, y aun así seguia molestándote que el color de mi cabello estuviera fuera de lugar. Aquellos que caminaban por el local lo verían con curiosidad…yo ni queria darle un vistazo.

"Oooh…"

De repente, escuché una voz familiar. Un hombre más pequeño que yo estaba corriendo, sacudiendo su grasoso cuerpo lentamente. Suspiré.

"Es tarde, director"

"Si, lo siento, me perdí".

El director llegó a mí, sudando mientras respiraba y exhalaba. Supongo que fue mejor no haberme quedado en verlo en la estación, pero debería haberle recogido.

"¡Quiero ver la Fábrica de Japón!"

Se decia que la capacidad del director para dirigir a los empleados es sorprendente, y debe serlo como para haber podido llegar a este país.

"Entonces, ¿Cómo fue todo? ¿Como está la Fábrica de Japón?"

"¡Oh, genial! La Fábrica no es tan grande, pero es impresionante lo que puedes crear con solo un poco de mano de obra"

Gracias al director tarde en caminar una hora completa más de lo habitual. A primera vista parecia un niño que visita por primera vez un parque de diversiones. Sin embargo, solo con ver las gafas que usaba, se podía confirmar lo genuina que la tecnología de su país era. Deberíamos ser capaces de poder hacer cosas maravillosas, si combinaramos nuestra tecnología de fabricación artesanal con su tecnología de producción en masa.

"Un país misterioso, Japón; debe haber mucha tecnología desconocida que aún no conocemos. Sin duda deberiamos mirar mas a nuestro alrededor de vez en cuando"

El director murmuraba emocionado. Era casi como un cazador de tesoros.

"Si es así, director, será mejor dirigirnos a la próxima zona industrial".

"¡Oh!"

Y sin más, llegamos a las instalaciones. Con delicadeza, la marca de "La Fabrica" aparecio en mi cintura.

"Cuando era más joven hice la promesa de venir aquí a cooperar con lo que pudiera."

"¿Es una historia para más tarde?"

"Ja, ja, ja, mas bien un monólogo"

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