Espera... ¿Qué pasó?
Puntuación: +7+x

buenos días, por la inminente advertencia de fuertes tormentas en la zona
se recomienda permanecer en sus hogares, en lugares cerrada y sin ventanas por su seguridad,
en caso de vivir en las costas, debe evacuar rápidamente la zona, recuerden mantener
aparatos e interruptores de energía eléctrica apagados, estar lejos
de las aberturas de su hogar, verificar periódicamente el nivel del agua,
tener a mano una linterna a pila y repuestos, no se olvide de la comida y
persistir abrigado, pues se esperan días muy fríos, lo mas importante
perdurar a salvo…

Escucho el aviso que se estaba emitiendo en la radio, sin darle mucha importancia por lo que la apago, ya estoy bastante acostumbrado a este tipo de advertencias. Ser un pescador hace que este tipo de noticias me lleguen seguido, solo retrasan mi trabajo.

— Esto es una tontería — digo para mí mismo, sintiéndome un poco irritado por las tonterías que dicen — Si este tipo de cosas no me han matado antes, mucho menos lo harán ahora —.

Salgo de mi casa, sintiendo la arena bajo mis pies. Miro el cielo y veo un par de nubarrones grises, sonrío feliz al ver que no son suficientes como para traer una gran tormenta. Regreso dentro y alisto mis cosas para dirigirme a otro día de trabajo.

— Espero que este clima me traiga una buena pesca — digo sonriente, esperanzado de no tener muchos problemas —.

Camino rápidamente a mi barco, pisando la arena caliente, para terminar de preparar mis redes de pesca, cañas y algunas cosas más antes de poder salir a pescar, iniciando otro día laboral con animo.

Ya en mí barco, con todos mis materiales de trabajo listos, empiezo a adentrarme en el agua. Está totalmente calma, y las nubes se disipan cuanto mas me adentro en las cristalinas aguas. Detengo mi nave y preparo las redes para poder empezar con la pesca.

El tiempo pasa como si se lo llevara el viento. No puedo evitar reírme al recordar la advertencia que oí en la mañana, prendo la radio y escucho que aún están dando estas advertencias y precauciones.

— Cuánto que han exagerado hoy en la mañana, solo es una pequeña tormenta, no es como si fuera un suceso único — dejo salir una carcajada por la situación —.

Omito las noticias y pongo un poco de música, nada mejor que esto para poder trabajar cómodo junto al agradable sonido del mar.

Las horas pasaron más rápido de lo que esperaba, por fortuna obtengo una buena; me contenta el saber que obtendré una gran suma de dinero cuando los venda en el puerto.

— ¡Hoy sí que es mi día de suerte! — digo orgulloso, feliz de tener tan buena pesca, mirando todo lo que atrape — Ahora a divertirme un poco — añadí, emocionado de lo que logre —.

Subo mis redes al barco y las aseguro bien para no tener problemas, preparo mis cañas de pesca, hacia mucho tiempo que no pescaba de forma tradicional, es un poco nostálgico, me acerco a la borda y tiro con el riel, admirando las turquesas aguas.

Gotas frías empiezan a caer sobre mi cara, miro al cielo y noto que ahora una tormenta está sobre mí, las nubes se mueven suavemente, como si el viento las guiara, las olas empiezan a ponerse un poco más turbulentas; pero no es nada realmente preocupante.

Disfruto de las pequeñas gotas de lluvia sobre mi rostro, son frescas y se sienten bien cuando chocan con mi piel, es un clima que me agrada mucho, aunque no sea el mas conveniente para pescar.

Tomo asiento en un pequeño banco de madera, espero pacientemente a que un pez pique mientras escucho música junto al ruido de las olas de fondo y las frías gotas chocando con mi piel, las olas de apoco se ponen un poco más altas, y la lluvia más intensa, pero sigue siendo agradable.

Pasa el tiempo, ningún pez pica, lo cual es comprensible ya que la tormenta se pone cada vez más intensa. Me levanto y guardo mi caña de pescar, me dirijo a mi red de pesca para taparla, pero al acercarme noto que hay nubes unas esponjosas y brillosas atrapadas.

— ¿Qué demonios? — me acerco más a mi red y veo ese tipo de nubes con partes doradas brillantes, atrapadas entre los peces que capture, pero son algo solidas, bastante parecidas a algodón, parecían moverse, como si respirara —.

Miro extrañado esta cosa, tomo un pequeño cuchillo que siempre llevo conmigo y corto a la supuesta nube, notando que su superficie es más solida de lo que parece, realmente inusual y llamativo. Cuando lo abro noto que se empieza a retorcer de dolor y esta lleno de pequeños peces aun sin desarrollar del todo.

De repente mi barco de empieza a ser sacudido por las olas del mar, noto lo monstruosas que se volvieron, asemejándose a bestias incontrolables. El viento y la lluvia se intensifica exorbitantemente, dirijo mi mirada al cielo y veo como unas grandes nubes parecen abalanzarse sobre mí, retorciéndose.

— ¿Que?… — miro con mis ojos bien abiertos los suceso frente a mí, no me es posible creer lo que veo, esta claro que esas nubes no son nada normales, retorciéndose de formas tan inusuales… Es como si tuvieran vida —.

Las nubes se mueven de una forma demasiado extraña, se separan y se vuelven a unir demasiado rápido, cuando más se acercan, más comienzo a percatarme de que no son nubes sino… ¿peces?, son miles de peces uno al lado de el otro, moviéndose de forma brusca y acercándose a mí de forma intimidante.

Me volteo a ver a las nubes en las redes y noto que la "nube" que corté ya no esta, solo los pequeños peces dorados sin desarrollar y restos de la nube que ya están desapareciendo. Regreso mi mirada al cardumen, noto que están mas cerca de mí y que son muchos más, mi barco se empieza a sacudir con cada vez mas fuerza, comienzo a preocuparme de que se dañe.

Sin saber que hacer ni cómo reaccionar ante todo lo que esta pasando, intento agarrar a las nubes en mi barco para sacarlas, pero no lo logro. a medida que la tormenta se vuelve peor, las olas se hacen tan altas que el agua empieza a llenar mi barco, amenazando con hundirlo. Son son tan enormes que parecieran querer devorarlo.

Caigo al suelo viendo como mi barco se llena de agua, los fuertes movimientos no me permitan levantarme, lo intento desesperado pero no lo logro, mi red empieza a desasegurar, mi pesca empiezan a escapar rápidamente.

— No… ¡No!, ¡¡NO!! — trato de hacer lo posible para que lo que atrape no escape, por lo que me acerco a las redes e intento cerrarlas pero las grandes nubes conformadas por peces arremeten contra mí con una fuerza bestial — .

Caigo al suelo con fuerza, mi cabeza golpea contra el suelo, siento como un gran dolor hace que mis oídos zumben, y rápidamente pierdo la conciencia.

Veo a unas personas frente a mí, mi mirada esta nublada, no logro distinguir completamente que es lo que dicen. mi cabeza duele demasiado como para esforzarme en comprenderlo, solo entiendo frases como “De acuerdo suministrarle…” o “Que inusual, este… Nunca había atacado a nadie…” ¿De que hablan?, ¿Por qué no puedo hablar?.

Siento como una aguja es clavada en mi brazo, intento negarme a esto, pero no logro mover ni un dedo. Mi cabeza empieza a doler otra vez, me siento muy mareado, puedo sentir claramente que me cargan y llevan a un lugar. Al poco tiempo vuelvo a perder la conciencia por lo débil y dolorido que estoy.

Miro a mi alrededor, es una habitación blanca de hospital, me levanto un poco pero mi cabeza y cuerpo empieza a incomodar inmediatamente, miro mi brazo y noto que está enyesado.

— ¿Que?… — miro mi cuerpo y noto que estoy vendado en varias partes, con algunas agujas que conectan maquinas a mi cuerpo — ¿Como paso esto? — digo totalmente confundido en esta situación —.

Hago memoria lo mejor que puedo, intentando recordar lo que paso pero las molestias de mi cabeza me lo impiden como para permitirme hacerlo; lo ultimo que recuerdo ayer fue cenar e irme a dormir. Escucho que alguien entra a la habitación, es un doctor.

— ¿Doctor?, ¿que hago aquí?, ¿que sucedió? — digo intentando obtener una respuesta de lo que paso, empezando a sentirme nervioso —.

— Nosotros tampoco lo tenemos del todo claro en realidad, unas personas lo encontraron al lado de la ruta, posiblemente usted haya sufrido un accidente de transito y fue abandonado — Dice el doctor intentando encontrar una respuesta a los extraños sucesos — .

— Pero eso no es posible… No recuerdo haber salido de mi casa, ni siquiera recuerdo haber despertado — digo muy confundido y alterado con todo esto —.

— Es muy probable que usted este padeciendo amnesia, ya que, tiene una contusión cerebral — dice tomando nota — por ahora va a permanecer aquí para mantener el seguimiento de como trascurre el proceso de recuperación, y a ver si con el paso del tiempo sus recuerdos de lo que ocurrió esta mañana se restauran —.

—Sí señor, supongo que sera lo mejor — digo mirando mis manos, decepcionado de no haber recibido una mejor respuesta —.

Si no se indica lo contrario, el contenido de esta página se ofrece bajo Creative Commons Attribution-ShareAlike 3.0 License