EL LIMPIAPISCINAS (ESTRENO MUNDIAL 2023)
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EL LIMPIAPISCINAS - PRÓLOGO

Soy Camilo Rojas. Soy el limpiapiscinas, yo limpio piscinas, y esta es mi historia.

Fui contratado por La Fundación SCP. La sigla es por Spa, Camping y Piscinas. Es un resort veraniego en el que hay una piscina para todo el mundo. Es el espacio vacacional más grande en el que he estado en mi vida, con interminables zonas de spa, camping y piscinas, especialmente piscinas.

Pero no fue su tamaño lo que hizo darme cuenta de que me encontraba frente a algo especial, si no lo que estaba en su interior; el interior de sus piscinas. En todos mis años de limpiapiscinas, jamás vi tales cosas.

"La academia no me preparó para esto", pensé de inmediato. Pero soy un limpiapiscinas, limpiar piscinas es lo que hago, y si hay una piscina sucia en este lugar, la limpiaré.

EL LIMPIAPISCINAS - CESE DE ENSUCIACIÓN

El agua estaba calma, los invitados la habían dejado tiempo atrás, pero si algo me enseñó mi profesión, es que hasta la bestia más iracunda puede verse pacífica cuando se encuentra dormida.

Y así fue.

Empuñé la red de malla que saqué de la bodega, y sin pensarlo, salté al agua. No un salto de fe, ni un movimiento suicida, si no que una declaración de intenciones; esta piscina estaba sucia, ¡y yo, el limpiapiscinas, voy a limpiarla!

Con rápidos movimientos me encargué de las hojas. La red se sumergía vacía y emergía con un bosque entre su malla, que plantaba dócilmente sobre la orilla.

Cuando lo vegetal fue desterrado, era hora de enfrentarme al verdadero peligro; los bichos. Pensarás que un bicho muerto es un problema pasado, pero nada más lejos de la verdad. Una de estas cosas puede aterrar al más fuerte de los hombres, y hacer gritar a la más fiera de las mujeres. Esto no es un juego de niños, esto es cosa seria, que solo los valientes de corazón son capaces de enfrentar.

¿Seré un corazón valiente? ¿O tan solo un loco que lucha por traer el pan a la mesa? Esas son cosas que un limpiapiscinas siempre se pregunta, pero que jamás podrá responder.

Red por aquí, red por allá, los bichos a una bolsa de basura, las gotas de agua al piso, y el valor de un trabajo bien hecho a la conciencia.

Cuando el sol comenzó a mecerse por la zona de camping, salí de la piscina. Cuando entré por primera vez en el agua, era seiscientos contra uno. Cuando salí, ese uno era yo.

Tiré las bolsas a la basura, y hablé con mi jefe. Pronuncié "Cese de Ensuciación". Me dio mi primer pago, casi el mínimo. Lo dejé loco.

El limpiapiscinas acaba su primer día en gracia y dicha. El primer paso de mi leyenda.

EL LIMPIAPISCINAS - pastillas d de-desinfecion d dado

Algunos creerían que el enemigo más grande de un limpiapiscinas son las hojas o los bichos muertos que flotan sobre el agua. Sin embargo, hay ocasiones en las que el enemigo más cruel no resulta ser otro más que el que no podemos ver, y esto es cierto para los limpiapiscinas también.

Años de investigación y estudio de parte de cientos de mis colegas han llevado al descubrimiento de diversos patógenos y larvas de insectos en las aguas de las piscinas. Estas grandes fuentes de aguas son la cuna de la diversión de muchos, pero también son la cuna de enfermedades y de más insectos.

Los insectos nacen en la piscina, y luego mueren en ella. La poesía del fin de una vida y el inicio de otra, eternamente, irónicamente.

A pesar del cariño que le tengo a mi red, no me será útil en esta batalla, es por esto que para esta piscina sucia he traído una solución un poco más sofisticada. ¡De parte de los ingenieros más experimentados del mall chino, las pastillas de cloro!

Las tomé entre mis dedos y las lancé al agua. Tan pronto como salpicaron la superficie, comencé a notar que el verde inmundo comenzaba a desaparecer. ¡Funcionaba!

Confiado, comencé a lanzarlas por las piscinas en las que vi suciedad diminuta. P-Pero, ¿¡qué es esto!? ¡Algunas piscinas están más sucias qué antes! ¿¡Cómo es posible!? ¿He sido engañado? ¿Me han visto la cara de tonto? ¿Los productos de imitación son inferiores? ¡No! Me niego a creer tales patrañas. Un limpiapiscinas sabe mejor estas cosas, y estaba seguro de lo que estaba sucediendo.

A pesar de lo noble de este trabajo, siempre habrá gente envidiosa que querrá destruir el digno trabajo de otro hombre, y es precisamente esto lo que ha estado sucediendo, ¡algunas pastillas ensucian en lugar de limpiar!

Era demasiado tarde para hacer un cambio de agua, y esta zona de piscinas estaba por abrir pronto, tenía que hacer algo y debía ser rápido. Allí fue cuando recordé algo que me enseñaron en la academia: "1+1=0 porque se cancelan los 1". ¡Eureka! Si coloco una pastilla limpiadora junto a ensuciadora, se cancelan, y si añado otra más, ¡queda limpio!

Y así fue. Coloqué más pastillas limpiadoras que ensuciadoras en cada una de las piscinas, y el agua cambió de verde a azul cristalino frente a mis ojos. Aliviado y conforme, abrir la puerta que daba acceso a la zona de piscinas, y vi a la gente disfrutar de otro trabajo bien hecho por el limpiapiscinas.

EL LIMPIAPISCINAS - SUBALLENITA

Dicen que cada red de malla genera una conexión especial con su limpiapiscinas. Mi cese de ensuciación, como llamo a mi red, como llaman a nuestro trabajo conjunto, me ha sido fiel y me ha sido útil a lo largo de todo mi servicio como limpiapiscinas.

No hay nada que no hallamos logrado vencer juntos, y nada había demostrado ser capaz de romper las mallas que nos unen, hasta que llegó ella.

En un lugar de la zona de piscinas, de cuyo nombre no quiero acordarme por los chistes de doble sentido que hacen con eso, no hace mucho tiempo que se permite ingresar suballenitas; un vehículo flotador altamente modificado, que ofrece grandes cantidades de diversión y relajación por igual.

Todo bien con ellas, hasta que una tarde una pequeña niña llegó hasta mi zona llorando. "¡Mi Toddy! ¡Mi Toddy se quedó en la suballenita, pero está muy lejos y no la alcanzo! ¡Por favor alguien ayúdeme!"

El trabajo de un limpiapiscinas no suele asociarse a esta clase de materias, pero en ocasiones, un limpiapiscinas debe demostrar que es el más capacitado para enfrentarse a los problemas de la piscina, incluso cuando tales problemas escapan a su materia de especialización.

"Yo iré", contesté.

Me levanté de mi silla de playa, tomé mi red, y acudí al rescate.

En la piscina más grande y honda de todas la vi. Sin pensarlo dos veces, separé mis pies del suelo, y dejé a mi cuerpo caer sobre el agua. Fue un error. El agua, el agua estaba demasiado profunda. Y, debo confesarles algo; no sé nadar.

Aleteos y movimientos fuertes, no lograba mantener a mi cabeza sobre el nivel del agua, y poco a poco me iba hundiendo. Un limpiapiscina acude al rescate de la gente, pero, ¿quién se encarga de acudir al rescate de los limpiapiscinas? Nadie. Esa es la desventaja de estar en la cima de la cadena de piscinas.

Mi visión comenzó a nublarse, el oxígeno a escapar de mis pulmones, y comencé a oír zumbidos. Los zumbidos de los miles de insectos que vieron su vida concluir sobre el agua. Me llamaban. Me invitaban a unirme a ellos. Me empujaban al fondo.

Con los ojos fijos en los rayos de sol que entraban a la superficie del agua, mis párpados comenzaron a cerrarse. Era el fin.

O eso pensé, hasta que la sentí. Era ella, mi red, ¡estuvo todo el tiempo junto a mi!

Sin pensarlo dos veces, la empuñé en mis manos con la poca fuerza que me quedaba, y empujé mi cuerpo hacia la superficie. Su palo, en otras condiciones endebles, se veía vigorizado por el agua de piscina que le rodeaba, siendo capaz de levantar mi esbelto cuerpo de 120 kilos sobre el agua.

Y respiré, y respiré, y respiré una vez más.

Estaba mal, pero mi red no se separaba de mi, no me dejaba hundirme. Fácil podría haber vuelto a la orilla con su ayuda, pero hay veces en que un limpiapiscinas debe demostrar que es el maestro de la piscina, ¡y este era el momento!

Moví la red de a poco, utilizándola como si fuera un zanco, o un saltarín, acercándome lento pero seguro a la suballenita. La alcancé. Me subí a ella, subí a mi red, afirmé fuerte al peluche Toddy, pero aún más fuerte a mi red, y manejé devuelta hasta la orilla.

La pequeña fue feliz porque recuperó a su amigo. Yo lo fui más porque se me confirmó, hoy más que nunca, que tengo al mejor de los amigos; mi red.

EL LIMPIAPISCINAS - LA COSA EN EL FILTRO

"¿Qué es lo que hace un limpiapiscinas seduciendo a la vida?", pensé, luego de aceptar reparar el filtro de la piscina. La recepcionista no era una chica insistente, un simple "no sé" hubiera sido suficiente para disuadirla, pero mi corazón es débil y mi dedicación como limpiapiscinas es fuerte.

No me prepararon para este tipo de cosas en la academia, pero no es la primera vez que una prueba semejante se me pone en frente. Si encontré la forma de lidiar con el resto de problemas, lo haría con esto.

Comencé inspeccionando el funcionamiento del filtro a través de encenderlo. No succionaba agua, pero podía oír el motor. Es como si estuviera atascado. Es fácil esto, pensé, pues solo sería despatarlo y listo, pensé. Grave error.

Confiado, metí mi mano dentro del filtro apagado, y cuando sentí algo duro, comencé a jalar. Era algo suave y muy mojado, incluso creí que palpitaba un poco, pero no le di importancia. Luché un buen rato para sacarlo. Mano adentro, mano afuera. Hasta que finalmente, luego de una fuerte jalada, cayó sobre la piscina.

Era la cosa más grande que jamás había visto. Tenía tentáculos como los de un pulpo, la cabeza como la de un pulpo, y ventosas como las de otro pulpo. Era una bestia pulposa. Mi trabajo con el filtro estaba terminado, pero mi honor había sido ensuciado en el proceso.

¿Cómo podría yo, un limpiapiscinas, enorgullecerme de tal título si he ensuciado una piscina?

No podía permitir esto, por lo corrí a por mi red, y una vez en mis manos, salté al agua.

La criatura se movía rápido sobre el agua, y tenía tantos brazos como para repeler todas las embestidas con mi red. Y por si fuera poco, era demasiado grande para caer en la malla.

Era una lucha pérdida, necesitaba apoyo, hacer un llamado de emergencia, pero titubié y la criatura aprovechó esto para tirar mi walkie-talkie al agua. Con la desventaja, y sin posibilidad de refuerzos, apreté los dientes y me armé de valor.

"Te sacaré del agua, aunque luego deban sacar mi cuerpo inerte también".

Red por aquí, red por allá, repelió los ataques. Le lanzaba agua a sus ojos, pero en respuesta lanzaba tinta. Era como si por cada estrategia que pensara, la bestia tuviera una idea mejor. Pero a pesar de esto, insistí. Seguí atacando una y otra vez, tal vez se cansaría eventualmente, y podría sacarla fácil del agua, pero la criatura era demasiado poderosa, y las donas demasiado buenas, por lo que comencé a cansarme yo primero, y ella lo notó.

Con mis últimas fuerzas, levanté mi red, di un fuerte grito de guerra, y la golpeé en la cara. Intentó taparse con sus tentáculos, pero no lo logró a tiempo. Aturdida, sabía que esta era mi oportunidad. La intenté meter en la red, pero era demasiado grande.

No podía desperdiciar esta oportunidad, sabría que no tendría otra, así que hice lo que un limpiapiscinas nunca debería hacer en el agua; soltar su red.

La solté, y corrí, corrí tan rápido como el agua me lo permitió, y tomé a la criatura con mis manos. Si entró en el filtro, ¡entrará en mi red! Y con fuerza, la empujé hasta que estuvo completamente dentro, y tan pronto eso sucedió, levanté mi red del agua.

Lo había logrado. La bestia había sido contenida. La piscina había sido asegurada. Y mi orgullo de limpiapiscinas había sido protegido.

Lancé un par de pastillas al agua, y llevé a la bestia al acuario de la recepcionista. "Una rosa para otra rosa", le dije. No volvió a hablarme desde entonces, intimidada por mis dotes de limpiapiscinas, sabe que no puede aspirar a estar con alguien de mi nivel.

EL LIMPIAPISCINAS - EPÍLOGO

Cada época tiene su momento de prueba. Las mallas lo tuvieron antes de ser la materia firme que soportan nuestras redes. Las piscinas resistieron fuertes suciedades antes de que sus aguas nos dieran la vida. En todos mis años de trabajo solo he conocido una prueba semejante, pero el héroe que creó fue un limpiapiscinas eterno.

FIN

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