La cuadrada y gris sala de recreación de La Instalación estaba medio llena y medio vacía por personas sentadas solas en una mesa y un grupo aburrido que decidió cuestionarse por qué no tenían cosas buenas.
—Oye ¿Por qué no tenemos cosas buenas?
—¿A qué te refieres?—le respondió el único del grupo que no estaba dormido o usando su laptop o viendo su celular.
—Se supone que este es un lugar de "recreación" y por ahora solo hay mesas y sillas. Lo único entretenido que podemos hacer aquí es revisar nuestros aparatos electrónicos. Antes se reunía más gente y la pasábamos bomba.
—Bueno, eso es porque así se incentiva a que-
—Ninguno de ustedes recuerda que antes había ahí una puerta y detrás habían cosas divertidas… cosas buenas—continuó el más viejo del grupo.
—¿No lo recordamos? ¿Eso fue lo que nos borraron de la memoria en la última sesión de amnestización?—Su rostro se había puesto tenso.
—No, me refiero a que antes de que ustedes trabajaran aquí habían reglas más… ligeras. Todo era más "relax".
—Oye, pero eso fue por lo que pasó—un tercero dijo—Escuché que usaron un cristal piramidal para alumbrar esta sala con colores, pero que alguien la botó de la mesa.
—¿Y?
—No sé, tal vez tenía líquidos radioactivos como las lámparas de lava y… eso fue difícil de limpiar.
—Deja de inventar. Yo estuve aquí cuando nos daban más tiempo libre y podíamos usar unas pistolas de agua que podían hacer invisible cualquier cosa.
—Ey, ey—dijo alguien que vino de otra mesa—Hay que tomar en cuenta que el agua de esa pistola también tenía como efecto colateral cegar a la gente si le disparabas en el ojo.
—Bueno, si no quieres llorar no juegues.
—Esa actitud irresponsable sobre usar anomalías para fines lúdicos es lo que nos tiene donde estamos—dijo otro sin despegar la mirada de su celular.
—Lo único bueno que podemos hacer ahora es ir a la Sala de Recreación II… que está al aire libre porque el Comité de Ética y sus tonterías quiere que recibamos la cantidad adecuada de vitamina solar y no sé que otras cosas más inventadas.
—¿Y por qué no vas ahi afuera para disfrutar de las "cosas buenas"?—dijo mientras guardaba su celular—Ya sabes respirar aire fresco para que se te aclare el coco. ¿Sabes por qué no lo haces? Porque te gusta platicar. Por eso te quedas aquí. Porque las verdaderas cosas buenas son los momentos que compartimos en esta Sala.
—Oye, creo que tienes un punto—dijo mientras se acariciaba la barba y contemplaba la respuesta.
—¡Por fin se calló!—dijo alguien desde el fondo de la Sala.