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Final de la caza
Parque Nacional, Washington, D.C.
Lunes, 26 de Diciembre de 1988, 1130 horas, hora local
Harper decidió tomarse un almuerzo temprano para aclarar la cabeza y considerar lo que sabía.
Desde la interrogación que le hizo Muir a Ford, se había enterado que la Fundación se las arregló para cubrir la explosión del almacén en Finlandia como el resultado de “materiales volátiles almacenados inapropiadamente”. Los equipos de recuperación habían sacado un número de restos humanos de los escombros, incluyendo el cuerpo del ahora identificado positivamente como Lord George Smith-Cumming, un miembro del parlamento británico y un miembro conocido de Marshall, Carter, y Dark. Contadores forenses empleados por al menos seis diferentes agencias, por supuesto incluyendo a la Fundación, ya estaban examinando las finanzas del difunto Lord. La evidencia preliminar era prometedora: según todas las apariencias, el elusivo C no era más una preocupación. Harper tenía sus dudas, pero ninguna evidencia que corrobora su corazonada.
Mientras Harper paseo enfrente del Castillo Smithsoniano masticando un sándwich que compro de un carro de comida, se le acercó un niño no mayor a doce—. ¡Oiga señor! —dijo el niño corriendo hacia él—. ¡Un hombre me pago cinco dólares para que le diera esto! —sacó un empaque arrugado de su bolsillo trasero.
Frunciendo un poco el ceño mientras aceptaba el sobre, Harper le dio las gracias al muchacho, que se fue corriendo. Miró a su alrededor, pero no reconoció a nadie en los alrededores. Su nombre estaba escrito en letra clara en la solapa del sobre. Al abrirlo, el oficial de contrainteligencia descubrió que contenía una sola hoja de papel cubierta con la misma letra pequeña.
Querido Tim,
Agradezco su ayuda para facilitar el envio del líquido de SCP-006. Hizo de un regalo de Navidad maravilloso. Me disculpo por los medios poco ortodoxos por los cuales este mensaje fue enviado; Considero poco prudente confiar en los canales de comunicación oficiales de la Fundación, o mis maneras no oficiales para contactar a la organización. Como prometí, lo siguiente es información que puede serle de interés a su investigación.
Primero, como ya le he informado a la Fundación a través de los canales oficiales, creo que un número de objetos poseídos por C están localizados en un almacén en la zona pluvial de Helsinki, en las 60.161 N, 24.903 E. A menos que hayan sido movidos a otro lado en las últimas 24 horas, encontraran el cofre, las monedas explosivas, y el mapa ahí. Le doy la justa advertencia de que la Coalición Oculta Global sabe esto, aunque yo no les proveí la información. Acordemente, le recomendaría que sus fuerzas de recuperación ejerzcan la prisa. Para el momento en el que reciba este mensaje, la Coalición seguramente habrá tomado medidas para lidiar con los objetos en cuestión.
Segundo, alguien muy poderoso en la Fundación es un conspirador clave, tal vez incluso la mente maestra detrás de todo el complot. Le imploro que no confié en nadie, y que tenga cuidado cuando use las líneas de comunicación oficiales de la Fundación. Mientras que mis fuentes sugieren que ninguno de sus dos asociados, el Sr. Troy Muir ni la Sra. Mónica Daniel, está involucrado, es ciertamente muy posible que mi información sobre esta conspiración este incompleta. Es posible que cualquiera esté involucrado, incluso alguien en la que tiene todas las razones para confiar.
Tercero, aunque estoy seguro que ya sospechaba esto, la Fundación no es la única institución en la cual sus niveles más altos han sido infiltrados. Mi información sugiere que hay conspiradores clave en la Fundación; la Coalición Oculta Global; y Marshall, Carter, and Dark, Ltd. No tengo información que indique que cualquier otra organización contenga más conspiradores de alto nivel, más bien simples agentes en el lugar con el propósito de recolectar inteligencia. Mis fuentes indican que es poco probable que el Agente Especial Harry Granger de la COG sea un conspirador voluntario, si requiriera asistencia de esa organización, aunque no puedo ni garantizar su cooperación, ni su lealtad.
Por este punto, se preguntara porque alguien en mi condición, con información como esta, no estaría haciendo todo en mi poder para prevenir el éxito de esta conspiración. Mientras que no tiene ninguna razón para confiar en mí, y, considerando el juego en curso todas las razones para no hacerlo, imploro su indulgencia para permitirme ofrecerle dos explicaciones posibles: es una estrategia de inversión insensata dar información por nada cuando puedo recibir pago por ella, y estoy, de hecho, haciendo todo en mi poder para interferir con esta conspiración. Le estoy proveyendo esta información y tomando acciones propias para prevenir un resultado que seria, pongámoslo “problemático”. Por supuesto, es libre de creer si lo que le dije es verdadero o no, pero sería un comerciante de información bastante pobre si mis clientes no pudieran confiar en mi palabra.
Esto me lleva a la cuarta pieza de información: el objetivo de la conspiración. Vivimos en un mundo complejo e intricado; incluso si lo antinatural no fuera más que los cuentos de hadas e historias de horror que el mundo en general cree que son (por lo tanto reduciendo la complejidad del mundo significativamente), sería tonto y arrogante para cualquier individuo o grupo, sin importar que tan poderoso, creer que puede dominar y controlar el globo. Los conspiradores saben esto, así que han puesto sus miras más abajo. El mundo en general está separado de la vida por lo que los informados conocemos por un Velo. Este Velo es mantenido por una variedad de organizaciones con una variedad de motivos; siempre ha sido así, y es enteramente posible que siempre lo sea. Incluso grupos caóticos y anárquicos cuando se les da acceso a lo verdaderamente paranormal, tienen una tendencia a mantener este Velo, si no es por otra razón más que para asegurar la separación de los que “tienen” y los “que no”, con ellos mismos firmemente seguros en la primera categoría. En una manera, poco diferente al tremendo poder que se le da aquellos pocos con los recursos para partir el átomo, lo antinatural es una fuente de poder capaz de inspirar reverencia y terror, creo que lo que los conspiradores buscan es: la capacidad de controlar, si no el mundo, entonces el mundo tras del Velo.
Eso concluye la información que la Fundación compro cuando me proveyó el líquido de SCP-006. Tengo dos piezas de información que proveerle a usted, y solamente a usted. Si decidiera no seguir mi consejo y revelar lo antes mencionado, le suplico que no revele que le dije lo que sigue:
La muerte de tu familia no fue accidental.Investiga a la familia Roosevelt.
Que su investigación continua se encuentre con la mejor de las suertes. Si puedo proveer más asistencia en asuntos consecuentes no dude en contactarme, ya sea directamente o dejándome un mensaje en el club Diógenes en Londres. Confió en la discreción del Club para pasar comunicación segura.
Con la mayor sinceridad,
James Mycroft
Harper estaba tan impresionado con los contenidos de la carta que apenas se preguntó cómo demonios el excéntrico profesor de matemáticas sabría que pasearía por un edifico en particular en una hora en particular, dados sus extensos viajes recientes. Poniendo la nota en su bolsillo, encendió un cigarrillo y camino de regreso a Comando-02.
Muir y Mónica miraron hacia arriba para ver a Harper entrar a la oficina. Sin una palabra, tomo una hoja de papel y una pluma y garabateó, "ASUMAN OFICINA PINCHADA, MOVAMONOS AL TANQUE." Silenciosamente, los dos asintieron. Recogiendo varias cajas de archivos relevantes, los tres de ellos se movieron a una habitación en lo más profundo de las entrañas del edificio: El Tanque. El Tanque era una habitación diseñada con el propósito de hacer la vigilancia electrónica ("pinchar", como se le llama popularmente) imposible. Estaban puestas una variedad de medidas activas y pasivas, bloqueando la escucha electrónica convencional y varias técnicas de escucha anómalas conocidas. Barrida a diario, podía ser reservada por personal con Nivel 4 o Nivel 5 de autorización que estuviesen lidiando con documentos particularmente sensibles.
Después de que todos los archivos fueran transferidos, Harper volteo hacia Mónica—. Mónica, necesito que vayas al Edificio en la Cuadra Judicial y saques el archivo de la investigación de la Policía de D.C. en un choque de auto fatal que ocurrió el 25 de Diciembre de 1978 en la Glorieta Dupont, —ordenó.
—En ello, —dijo ella, sin cuestionar lo significativo de un accidente de tráfico de hace diez años en su investigación actual. Pescó en su bolsa sus credenciales falsas que la identificaban como una agente junior del FBI, y se fue.
—¿Qué está pasando, Tim? —preguntó Muir.
Sacando la nota de su bolsillo, Harper dijo—, Un niño me dio esto en el almuerzo.
Después de leer cuidadosamente la nota, no una sino dos veces, Muir soltó un silbido bajo—. Esto complica las cosas," murmuró—. ¿Quieres que escarbe lo que tenemos en la COG y la Insurgencia del Caos para ver que puedo conseguir?
Harper sintió—. Claro. Céntrate en aquellos que puedan estar involucrados con cualquier cosa inusual o relacionada a la Fundación, —sugirió—. El archivo de investigación por el que envié a Mónica…
—…es del choque que mato a tu familia, —termino Muir—. Sabía que la fecha me sonaba familiar. Cuando regrese, haré que referencie el archivo con todo lo que hemos sacado relacionado a esta investigación. Mycroft no te habría dado esa información si no fuera pertinente a esto de alguna forma.
—Me imagine que no estaba siendo simplemente amable, —dijo Harper—. Yo iré a sacar los archivos de la Fundación relacionados a los Roosevelts.
Eso requería un viaje a Registros Centrales, un cavernoso laberinto de documentos amarillentos más grande que la mayoría de bibliotecas, localizado en los cuatro niveles inferiores del Sótano. Solo el personal Nivel 5 tenía permitido pasear por las estantes libremente, y en algunos lugares incluso ellos necesitaban una escolta. Harper hojeo el catálogo de cartas, localizando los números de referencia para cada miembro del personal o persona de interés para los individuos de la familia Roosevelt. Resulto ser, que había un gran número de archivos individuales relevantes, más un archivo colectivo en la familia. Escribió los números de referencia en una carta índice y fue a localizarlos.
Después de unos productivos cuarenta y cinco minutos, Harper regreso al tanque con una gruesa pila de archivos. Muir y Mónica ya estaban trabajando duro sumergidos en sus propios archivos, así que Harper puso sus materiales en el escritorio y se puso a trabajar.
El archivo colectivo en la familia incluía un detallado análisis de la genealogía de la familia Roosevelt, llegando tan lejos como hasta los dos patriarcas (Johannes, cabeza de la rama de la familia de Oyster Bay, y James Jacobus, cabeza de la rama de Hyde Park). Las fechas de nacimiento y muerte, casamientos, ocupaciones y descendientes estaban listados, así como si existiera o no un archivo individual para esa persona.
El primer archivo individual de la pila era para Theodore Roosevelt (específicamente el que vivió entre 1855 y 1919, pues "Theodore" era un nombre que aparecía varias veces en el árbol familiar). Mejor conocido para el resto del mundo como el 26to Presidente de los Estados Unidos, también había sido una amigo de la Fundación durante los primeros días de la organización durante finales del siglo XIX. Había cierto número de rumores sobre él que flotaban de vez en cuando, que había ayudado a empujar a los Estados Unidos hacía la guerra Hispano-Estadounidense de parte de la Fundación, que la Fundación se opuso a que fuera hecho vicepresidente (lo cual lo habría "sacado del juego" políticamente si McKinley no hubiera muerto), que la Fundación lo ayudo a volverse vicepresidente y que McKinley fue asesinado por órdenes de la Fundación para ponerlo en el poder, incluso que era un miembro de la Fundación, y mucha otra especulación normalmente contradictoria. La verdad se encontraba en el archivo en las manos de Harper. Por supuesto nada de lo que estaba en el archivo resulto ser particularmente relevante para los detalles de la investigación a mano, incluso si TR estuvo involucrado en una guerra que la Fundación fomento con un artilugio usado noventa años más tarde, para matar a un Supervisor.
El segundo archivo, extrañamente, estaba completamente vacío. El nombre era "Cornelia Roosevelt", y de acuerdo con el archivo colectivo de la familia, era la hija de James Alfred Roosevelt, el hermano mayor del padre de TR. La información relacionada a Cornelia también estaba, en su mayor parte, faltante en la genealogía del árbol familiar. Harper dejo el archivo a un lado, garabateando una marca de interrogación en sus notas junto a su nombre.
Franklin D. Roosevelt (1882-1945), 32do Presidente de los Estados Unidos, Secretario Asistente de la Marina (1913-1920); tuvo tratos con la Fundación como SAM durante la Primera Guerra Mundial, y como presidente en la segunda.
Eleanor Roosevelt (1884-1962), sobrina de Theodore, esposa de Franklin D., y Primera Dama de los Estados Unidos; persona de interés sin ningún trato directo con la Fundación.
Theodore Roosevelt, Jr. (1887-1944), hijo de TR, Brigadier General en el Ejercito de los Estados Unidos, Secretario Asistente de la Marina (1921-1924), Gobernador de Puerto Rico (1929–1932), Gobernador-General de las Filipinas (1932–1933); tuvo numerosos tratos con la Fundación en cada puesto. Harper encontró interesante el hecho de que un total de cinco miembros del clan extendido Roosevelt hayan servido en el puesto. Considerando ek significado que la posición había tenido como un conducto entre la Fundación temprana y el gobierno americano, considerando el número de Roosevelts que habían interactuado con la Fundación tenia cierto grado de sentido.
Theodore Douglas Robinson (1883-1934), sobrino de TR y Secretario Asistente de la Marina (1924-1929); tuvo tratos con la Fundación como el SAM, y sospechoso de ser uno de los primeros partidarios de la Insurgencia del Caos.
Henry Latrobe Roosevelt (1879-1936), primo tercero de TR y Secretario Asistente de la Marina (1933-1936); lucho en la guerra hispano-americana y tuvo tratos con la Fundación como SAM. Henry Latrobe también era sospechoso de albergar simpatías a la Insurgencia del Caos. Harper se preguntó si las alegadas simpatías a la Insurgencia del Caos de Theodore Robinson y Henry L. Roosevelt habían resultado en el distanciamiento de la Fundación de la Oficina de la Secretaria de la Marina, y de algunas de las hostilidades que más tarde surgirían entre el ejército americano y la organización.
Cornelius Van Schaack Roosevelt (nacido en 1915), hijo de Theodore Roosevelt, Jr., agente de la Fundación incrustado en la Agencia Central de Inteligencia1; sirvió como el jefe de la División Técnica de la CIA desde 1960-1961. Fue parte del proyecto conjunto CIA/Fundación MKULTRA, y estaba listado como uno de los promotores principales dentro de la CIA del intento de envenenamiento de Fidel Castro (de parte de la Fundación). Desde entonces se había retirado, y el archivo no le dio a Harper ninguna razón para creer que estuviera involucrado en la conspiración actual.
Kermit Roosevelt, Jr. (nacido en 1916), nieto de TR y primo de Cornelius Van Schaack, agente de la Fundación incrustado en la CIA. Kermit Jr. había coordinado el golpe de estado iraní de 1953, otra operación conjunta CIA/Fundación. Aunque retirado en 1979 por la Revolución Iraní, Kermit Jr. todavía asesoraba a la Fundación como un experto en el Ejército Iraní de los Guardias de la Revolución.
Archibald Bulloch Roosevelt, Jr. (nacido en 1918), nieto de TR y primo de Cornelius Van Schaack y Kermit Jr., Inteligencia del Ejército de los Estados Unidos, oficial de la CIA. Aunque nunca un miembro formal de la Fundación como sus primos, Archibald Bulloch Jr. estaba listado como un "amigo a la Fundación" durante su carrera, sirvió en la 2GM en África del Norte, Iraq, e Irán, y como jefe de Estación de la CIA en Estambul, Madrid, y Londres. Había una nota estableciendo que se rehusaba a asistir a la Fundación cuando estaba en contra de la CIA, como también rehusándose a proveer documentos clasificados sin la aprobación oficial del enviado CIA/Fundación. Estaba ahora retirado, habiendo publicado recientemente sus memorias.
—Tim, tenemos algo, —dijo Mónica, interrumpiendo sus pensamientos genealógicos y biográficos. Caminó hacia donde estaba sentada Mónica y Muir.
—El borracho que mato a tu familia, —comenzó Muir.
—Tristan Arnold, —escupió Harper. El nombre estaba grabado en su memoria.
Bien, él, —dijo Mónica—. Sus padres murieron en un incendio casero cuando él y su hermano gemelo tenían seis, después de lo cual los dos fueron puestos en adopción.
—Ahora, como adultos sus vidas divergen substancialmente, —explico Muir—. Ambos se enlistaron en el Ejercito. Tristan fue descargado deshonrosamente, y vivió el resto de su vida en el fondo de una botella.
—Su hermano, Benjamin, por otro lado, —continuo Mónica—, fue descargado con honores después de dos rotaciones, después fue a trabajar para el Servicio de Seguridad Diplomática del Departamento de Estado como guardaespaldas. Eso es hasta que fue transferido a…
—…la Coalición Oculta Global, donde sirvió lealmente como guardaespaldas personal del Director Regional Asistente Bain, hasta que decidió montarse una racha de tiros, matando al Director Regional de la COG Strauss y a O5-3, —termino Muir.
Harper miro de Muir a Mónica—. ¿Así que el hermano del hombre que mató a mi familia hace diez años, —pregunto lentamente—, es el asesino de ayer?
—Digo, es un mundo pequeño, pero esto no puede ser una coincidencia, —dijo Mónica. Le paso dos fotografías. Una, un recorte de periódico amarillento, mostraba a un hombre sombrío en el funeral de Tristan. La otra era de una cámara de seguridad que aun mostraba al mismo hombre, diez años después, portando un auricular y gafas de sol mientras escoltaba a Bain hacia un edificio.
Después de que mi familia muriera, deje de rechazar el ascenso a Jefe de Sección, —Harper respiro—. Alguien, ahora involucrado en este complot, ¿Arreglo que mi familia muriera para que yo tomara este ascenso?
Muir pregunto—. Eso fue antes de que empezáramos a trabajar juntos; ¿Quién te estaba presionando para que tomaras el trabajo?
Harper recordó—. El Director de Contrainteligencia en el momento - Erik DeVoe. Pero él estaba siendo presionado por alguien en el Consejo O5. Seguí resistiéndome porque mis hijos estaban en la primaria…
—¿Podría estar involucrado este Sr. Bain? —preguntó Mónica.
—Es posible, —contesto Harper—. Estaba en posición como para ganar directamente del asesinato de su jefe, y el tirador era su propio guardaespaldas.
—Y el mismo mató al asesino, —señalo Muir.
—Persigue esa pista, —dijo Harper—. Uno de los archivos que saque de Registros Centrales estaba vaciado.
—¿Completamente vacío? —preguntó Muir—. Se supone que nadie, ni siquiera los Supervisores, debe borrar completamente los contenidos de cualquier archivo que no contenga un peligro memético o un infopeligro.
—Sip, Troy, lo sé, —dijo Harper—. Y este era un archivo personal, por lo que debería haber estado bien. Probablemente no sea nada, pues el individuo nació allá en los 1870s. Pero voy a dirigirme a los Archivos Nacionales para tratar de reconstruir la información genealógica y biográfica no sensible.
—De acuerdo, —dijo Muir—. Por curiosidad, ¿De quién es el archivo?
"Cornelia Roosevelt."
Edificio de los Archivos Nacionales, Washington, D.C.
Lunes, 26 de Diciembre de 1988, 1400 horas, hora local
La mayoría de las personas que van a visitar el Edificio de los Archivos Nacionales van a ver las copias originales de la Declaración de Independencia, Constitución y Acta de Derechos. Aunque son documentos famosos, impresionantes, invaluables e interesantes, solo representan la fracción más pequeña de los documentos mantenidos y almacenados por la Administración de Archivos y Registros. Aunque pocos turistas se aventuran más allá de la Rotonda de las Cartas de la Libertad, cualquier miembro del publico podría volverse un investigador certificado y obtener acceso a los documentos ahí guardados. Aunque no es la única razón por la cual un ciudadano ordinario se vuelva un investigador certificado, muchos genealogistas tomaban ventaja de los incontables registros de la NARA (registros censales, reclamos congrecionales privados y registros de legislación privada, registros judiciales, registros de inmigración, registros militares, listas de pasajeros, peticiones de pasaporte, registros postales y muchos otros registros archivados) para poder construir historiales familiares detallados. Por supuesto, muchas veces los documentos no se hacían públicos hasta al menos siete décadas después de su creación.
Esto no presentaba un problema para Harper, sin embargo. Sus notas indicaban que Cornelia Roosevelt nació alrededor de 1867, lo que significaba que los registros de al menos sesenta años de su vida estarían disponibles. Sin embargo, solo porque los archivos estaban disponibles no lo hacía una tarea fácil. Tomo varias horas de examinar documentos laboriosamente para empezar a formar un retrato de quien había sido esta mujer.
Cornelia Maria Roosevelt, hija de James Alfred Roosevelt, nació en la Ciudad de Nueva York en Febrero de 1867. Ella era una de cinco hijos, sufrió de asma, similarmente a su primo Theodore (que más tarde se volvería Presidente). Como niña y joven, fue descrita en varias fuentes contemporáneas como teniendo una fascinación con las ciencias naturales y sociales. En 1893, se casó con Jonathan Franklin Dark, un adinerado banquero británico joven, e inversor que hizo negocios con su padre a través de su firma, Roosevelt e Hijo. Cornelia y Jonathan mantuvieron dos casas, una en Westminster y otra en Arlington. Después de que Jonathan muriera bajo circunstancias sospechosas en Abril de 1898, Cornelia desapareció sin dejar rastro en Agosto del mismo año.
Harper estaba leyendo un artículo de periódico sobre la inusual desaparición de la pareja cuando noto una fotografía de la mujer. El parecido era perturbador - demasiado parecido para ser una coincidencia. Y se casó con un hombre llamado "Dark". Harper hizo una fotocopia de la foto, reunió sus notas, y camino rápidamente de regreso a Comando 2.
—Lo tengo, —Harper le dijo a Muir y a Mónica—. ¡Miren esto!" Puso abajo la fotografía de Cornelia Dark.
—¿Esa es…? —preguntó Mónica.
Harper asintió dejando una foto más reciente a junto a la otra—. Idéntica, ¿No lo creen?
—Rayos, —dijo Mónica—. Espero verme así de bien cuando tenga ciento diez.
Muir froto su barbilla mientras leía las notas de Harper—. Jonathan Franklin Dark, gruñó. ¿Él no era el hijo del viejo Dark, uno de los cofundadores de MC&D?
—El mismo, —dijo Harper—. No me sorprende que el archivo de Registros Centrales estuviera vaciado. Es un demonio de esqueleto para mantener en el closet todos estos años.
—Sip,—concordó Muir—. Mientras estabas afuera, Mónica y yo logramos relacionar a Bain a la conspiración. Resulta que le pago a ambos hermanos Arnold un cuentas suizas enumeradas, solo para transferir el dinero de regreso cuando cada hermano estiro la pata.
—Bastardo avaricioso,—bromeó Mónica—. Pero es evidencia que los poderes ulteriores pueden llevarle a la COG si quieren hacer las paces. Después de todo, Bain también se llevó a uno de sus Directores Regionales.
—Tenemos suficiente para ir al Consejo O5, —decidió Harper—. Mónica, dirígete al séptimo piso y arregla una reunión con los siguientes Supervisores…