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El Comerciante de Información
Vuelo de British Airways Moscú-Londres, En algún lugar sobre el Mar del Norte, Viernes, 23 de Diciembre de 1988, 1900 horas, GMT
Disfrutando de un cigarro y cuidando un whisky de treinta años, Harper examino el archivo de la Fundación sobre el Profesor Sir James Mycroft desde la relativa privacidad de su asiento en primera clase. Una persona curiosa, este Sir James. Mientras Harper leyó el archivo, se le ocurrió que era un poco extraño que nunca antes hubiera oído del hombre; después de todo, Harper estaba en lo alto de la jerarquía de contrainteligencia de la Fundación, y los Procedimientos Especiales de Contacto sobre el profesor requerían que todo y cualquier contacto deba ser dirigido a través de la CI de la Fundación. Harper exhaló. Tal vez no, pensó. Después de todo, la Fundación es una organización grande, con muchos demasiados contactos. Dudo que siquiera alguno de los Supervisores conozca todos los grupos o personas de interés.
Archivo de Persona de Interés
Nombre: James Carl Mycroft
Protocolos Especiales de Contacto: Todo el personal de la Fundación debe observar precaución y reportar cualquier interacción con el individuo a la contrainteligencia de la Fundación. Se sabe que el individuo solicita material clasificado; la divulgación no autorizada de información es motivo de acción disciplinaria bajo el Protocolo General de Seguridad de la Fundación 03, Secciones 366.
Género: Masculino
Fecha de Nacimiento: 12 de Marzo de 1945 (edad 44)
Nacionalidad: Británica; Mantiene ciudadanía en el Reino Unido y Suiza
Cabello: Blanco (lleva una barba completa, también blanca)
Ojos: Azules
Altura: 188 cm
Peso: Estimado ~80 kg (boxeador designado durante sus días de universitario)
Condecoraciones/Honores: Caballero gran cruz de la Orden del Imperio Británico (GBE)
Profesión: Profesor de Matemáticas, Universidad de Cambridge, RU
Historial Académico:
- Licenciado (Matemáticas), Universidad de Cambridge (c/o 1966)
- Doctor (Matemáticas), Universidad de Cambridge (c/o 1970)
- Doctor (Astronomía), Universidad de Cambridge (c/o 1974)
Membrecía a Sociedad Académica: Instituto de Matemáticas y sus Aplicaciones, Instituto de Física, Real Sociedad Astronómica
Nivel Lingüístico: Inglés (Nativo), Alemán (Nativo), Francés (Fluente), Ruso (Fluente), Italiano (Conversacional), Español (Conversacional), Latín clásico (Rudimentario)
Prospectos de Reclutamiento: Reclutamiento intentado y fallado, 1971. (Ver anexo)
Afiliaciones de Grupos de Interés: Sirve como un comerciante de información independiente, habiéndole proveído información a la Fundación, la Coalición Oculta Global y Laboratorios Prometheus Inc.; Se cree que es un miembro del Club de Marshall, Carter and Dark, Ltd.; Demuestra poca lealtad hacia cualquier grupo y está dispuesto a proveer información si el pago es suficiente.
Nivel de Amenaza: Moderado; El personal Fundación debe mantener precaución y reportar cualquier interacción a la contrainteligencia Fundación.
Perfil: El Profesor Sir James Mycroft es un Profesor de Matemáticas en la Universidad de Cambridge. Ha hecho publicaciones extensas en matemáticas avanzadas y mecánicas celestes. También es un comerciante de información independiente para organizaciones estudiando lo paranormal y supernatural. Le demuestra poca lealtad a cualquiera de estas organizaciones, prefiriendo una postura auto descrita como “neutral”. Ha aconsejado a la Fundación en varias ocasiones, proveyendo información sobre otras organizaciones y objetos fuera de la custodia de la Fundación, y realizando análisis en objetos SCP astronómicos o matemáticos. Aunque la fuente[s] de la información de Mycroft dentro de la Fundación y otras organizaciones son/es desconocida, se especula que dichas fuente[s] es/son de alto nivel e influyentes. Se aconseja al personal de la Fundación precaución cuando se interactué con Mycroft; todas las interacciones deben reportarse a la contrainteligencia de la Fundación.
Mycroft es adinerado, poseyendo acciones en varias corporaciones mayores incluyendo (pero no limitadas a):
- Baasch Engineering Corporation
- Global Transport, Ltd.
- Howell Information Technologies
- Huntington Arms, Inc.
- Prometheus Labs, Inc. [*Grupo de interés a la Fundación]
- Industrias Mineras Saito
- Wallace Security Enterprises
Aunque controla suficientes acciones como para influir en la política de estas corporaciones, Mycroft parece demostrar poco interés en influir en sus operaciones o gestión. Mycroft también es conocido por apoyar generosamente a diversas caridades, incluyendo a la Cruz Roja Internacional, Caridad de la Clínica Global, Ingenieros Sin Fronteras y la Fundación Make-a-Wish.
Asociados Conocidos; Mycroft está bien conectado social y políticamente, y se ha confirmado que tiene trato con estos individuos:
- [NOMBRE CENSURADO], O5-5: Compañeros de cuarto durante la universidad. (Fallecido, 21 de Diciembre de 1988)
- [NOMBRE CENSURADO], O5-7: La conoció en la universidad.
- Johann Schneider, Director Adjunto de la División Europea de la Coalición Oculta Global: Amigo de la infancia.
- Randolph Carter III, Socio en Marshall, Carter, & Dark: Mentor. [*Persona de interés para la Fundación]
- Sir John Major, Británico Secretario Jefe de la Tesorería: Compañero de ajedrez.
- Sir Christopher Keith Curwen, Británico Jefe del Servicio de Inteligencia Secreto: Amigo personal.
Objetos SCP Asociados:
- SCP-033 – Escribió tratado clasificado disertando sobre la existencia documentada y efectos (diseminado a la COG y la Fundación).
- SCP-1050 – Proveyó análisis matemáticos a la Fundación.
—Damas y Caballeros, este es el capitán al habla, —sonó el altavoz—. Estamos iniciando nuestro descenso a Heathrow. Deberíamos aterrizar en treinta minutos. Apagare la señal de fumar y encenderé la del cinturón de seguridad en breve. Actualmente el clima está despejado en Londres y está a unos vigorosos cuatro grados. —Harper apago su cigarro, termino su whisky, y metió el archivo de Sir James de regreso en su carpeta.
Interludio
Harper está ahora en camino a Londres. Probablemente la reunión tenga lugar mañana en la mañana.
¿Sabe algo perjudicial?
No. Los archivos de la Fundación han sido esterilizados. ¿Los de la Coalición lo han sido?
Si. La investigación de la Coalición está casi tan atrasada como la de la policía escocesa.
¿Y la conversación de Harper con Sir James se adecuará a nuestros propósitos?
Por supuesto.
Petersfield, Cambridge, Reino Unido
Sábado, 24 de Diciembre de 1988, 0900 horas, hora local
La residencia del Profesor Sir James Mycroft resulto ser una elegante casa adosada en uno de los mejores distritos residenciales de Cambridge. Harper camino hacia los escalones delanteros y agito la ornamentada aldaba tres veces. La puerta se abrió, revelando a un bajo mayordomo corpulento británico—. ¿Si, señor?
—Soy Timothy Harper, —se presentó el americano—. ¿Está Sir James?
—Lo ha estado esperando, —dijo el mayordomo. Harper parpadeo sorprendido, no había hecho una cita. Aunque de nuevo, Sir James era un corredor de información—. Si gusta seguirme señor. —El mayordomo llevó a Harper adentro, llevándolo a través de un adornado salón delantero y hacia una biblioteca
La biblioteca de Sir James estaba cubierta de suelo a techo con tomos forrados en cuero cubriendo cada tema conocido al hombre (y, para ese caso, probablemente un número de temas no conocidos al hombre). Había paneles de roble oscuro descubiertos a la vista en las pocas secciones de la pared que no estaban escondidas tras las estanterías. El centro de la habitación estaba ocupado por un escritorio de roble antiguo decorado con tallas de grifos. Tres pequeñas estatuas de grotescos descansaban a un lado del secador; una campanilla de mano de plata estaba encima de una pila de libros azules de examen calificados. A un lado de la habitación estaba una pizarra llena de patrañas matemáticas que Harper no podía empezar a descifrar. Una alta chimenea crepitaba felizmente en la esquina, con la pintura de una cascada colgada arriba del manto. La pintura le resultaba extrañamente familiar, aunque Harper sabía que no la había visto antes. En una silla de respaldo alto junto a la chimenea, un hombre alto con un pelo plateado salvaje y una barba espesa estaba sentado leyendo un pequeño libro. Harper y el hombre tenían aproximadamente la misma edad, de acuerdo al archivo, pero el hombre barbado parecía antiguo y joven a la vez, en una manera eterna. Sir James miro hacia arriba, primero al mayordomo, y luego a Harper. Los duros ojos azules metálicos del profesor parecían atravesarlo; este era claramente un hombre con el que no debía meterse. En un instante el duro destello de los ojos de Sir James fue reemplazado con un brillo amistoso, si hubiera estado llevando un traje rojo en lugar de un abrigo tweed, Harper podría haberlo confundido con San Nicolás.
—Bienvenido ¡Bienvenido! —exclamo Sir James, guardando el libro verde en el interior de su abrigo. Le señalo otra silla cerca del hogar, separada de la suya por una mesa de café con un set de ajedrez de mármol—. Ven, siéntate. ¿Puedo ofrecerte una taza de café o té?
—Café, negro, gracias, —dijo Harper, tomando el asiento ofrecido.
Sir James miró fijamente al mayordomo: —Que sean dos, Deeds. Una pizca de menta en el mío, si eres tan amable.
—Sí, señor, —contestó el mayordomo, desapareciendo de la habitación.
Sir James dirigió su atención a Harper. —Mi querido amigo, ¿Qué le trae a mi humilde morada en esta hermosa mañana de Nochebuena?
Harper comenzó—, Profesor Mycroft, soy el Sr. Timothy…
—Timothy Harper, oficial de contrainteligencia para la Fundación, recientemente ascendido a Nivel 5 por la duración de su Investigación actual, —le interrumpió el inglés—. ¿Prefiere "Sr. Harper," "Timothy," o "Tim"?
—Tim está bien, —comenzó Harper.
—Muy bien, Tim, —continuo el inglés, sonriendo educadamente—. Yo prefiero simplemente "Profesor," aunque no es uno de mis pupilos, o "Sir James." Nunca me pude acostumbrar a que me llamen "Profesor Mycroft", en mi mente ese siempre ha sido mi padre.
Mis disculpas, Sir James, —dijo Harper—. Estoy investigando el atentado del Vuelo Pan Am 103. Varios miembros del personal de la Fundación murieron en la explosión, y tenemos razón para creer que un artefacto paranormal fue usado en la explosión específicamente para matarlos y destruir los documentos en su posesión.
—Una terrible tragedia, —concordó Sir James—. Alan Hamilton – lo conocías como O5-5, estaba entre los muertos. Era un buen amigo. ¿Cómo puedo serle de ayuda a la Fundación?
Harper explico lo que sabía hasta ahora, pausando solamente cuando el mayordomo regreso con el café.
—Y así que Cornelia creyó que puedo guiarte a "C," —Sir James dijo pensativamente, sorbiendo su café.
Harper frunció el ceño—, ¿Perdón, Cornelia?
Sir James parpadeo, y sonrió—. Cierto, se me olvido por un momento que no sabía su nombre real. Supervisora Siete. Otra vieja amiga mía, nos conocimos en la universidad, uno daba una conferencia y el otro atendía—. Harper asintió, y el inglés continuó—, De acuerdo, No conozco la ubicación precisa del cofre de las monedas explosivas o su atlas asociado. Debo decir, sin embargo, que me parece una manera astuta de lograr la destrucción de una aeronave. Después de todo, ningún oficial de seguridad aeroportuaria mirará dos veces a alguien que tenga una moneda o en su equipaje o en su persona. Sin embargo, tratare de determinar su paradero.
—Se lo agradezco, —dijo Harper. Esperó, sintiendo que Sir James tenía más que decir.
—Te estás preguntando que más sé, —el travieso profesor observo—, porque sospecha que hay algo más detrás de este atentado. Una creencia razonable, dada la reciente redada que la Fundación realizo en un almacén no muy lejos de aquí, y es una creencia que comparto. Mis fuentes sugieren que esta persona, C ha estado husmeando sobre una serie de objetos paranormales muy peligrosos.
—La mayoría de objetos paranormales son peligrosos, —observo Harper.
Sir James asintió—. Eso es cierto, pero estos objetos en particular son unos con la capacidad de hacer un daño relativamente dirigido. En resumen, el tipo de objeto o entidad que puede usarse como arma en contra de los enemigos de uno. ¿Asumo que está familiarizado con el fiasco de Omega Siete de la Fundación?
Harper asintió—. Vagamente. No es mi departamento, pero era algo de poner un SCP humanoide inmortal con habilidades de combate impresionantes en un Destacamento Móvil. Termino mal.
—Decir que el fiasco termino mal sería similar a llamar a una de las guerras mundiales una disputa insignificante, —Sir James dijo secamente—. Casi bajas totales en el personal involucrado. La detonación de los seguros nucleares in-situ. El final de las carreras del General Bowe y varios supervisores de la Fundación.
—¿Así que está diciendo que C quiere armamentizar SCPs? —preguntó Harper.
—Si C es quien creo que C es, eso es dudoso, —contesto el profesor—. Es mi suposición que C es simplemente uno entre más conspiradores, posiblemente un peón en los ojos de otros conspiradores. Dicho eso, esta conspiración ha demostrado la disposición de usar SCPs peligrosos en contra de otros, como lo demuestra el atentado de Pan Am, y no es adversa a las bajas. Dicha mentalidad es, dicho simplemente, peligrosa.
Harper concordó—. Definitivamente. ¿Piensa que es probable que los conspiradores traten de usar a Able?
—Lo dudo, —dijo Sir James—. Es muy inestable mentalmente como para ser controlado, como Bowe descubrió muy a su desgracia. Recomendaría que investigara sobre SCP-557-1 y SCP-1440. Mis contactos sugieren que C busco información sobre ellos recientemente.
—Gracias, —dijo Harper, tomando notas—. ¿Puedo hacerle algunas preguntas Sir James?
—Puede preguntar, pero no prometo responder todas, respondió el profesor—. Después de todo, el conocimiento es poder y la información moneda. Pero le prometo que todo lo que le diga será verdad.
Harper asintió—. De acuerdo, parece razonable. ¿Conoce a C?
—Lo hago, pero no revelare la identidad de C, —contesto Sir James—. Hacerlo sería traicionar una confianza.
La respuesta era molesta, pero entendible—. Vale. ¿Hay alguna amenaza inmediata que deba conocer? —preguntó Harper.
Sir James declaró—, No puedo decirlo con certeza, pero basado en lo que me has dicho, recomendaría aumentar los detalles de seguridad del Consejo O5. Especialmente ahora que Alan fue asesinado, un ataque de decapitación no puede descartarse.
Harper tomó nota—. ¿Sabe más de esta conspiración? —preguntó el investigador de la Fundación.
—Si, —dijo Sir James.
Harper decidió hacer un doble—. ¿Me contara?
—Bueno, no me malentienda, hay un límite a mi conocimiento. No sé todo sobre ella, y estoy seguro que hay puestas medidas de las que no estoy enterado, —dijo el profesor—. Incluso si le dijera todo lo que sé, es concebible que sea insuficiente para prevenir el éxito de los conspiradores. Dada la respuesta que los conspiradores tuvieron a que su almacén haya sido asaltado, que le diga podría costarnos la vida a ambos.
—No contesto mi pregunta, —observó el americano.
—Muy astuto, —replicó su anfitrión—. Estoy dispuesto a decirles más con una condición, y estoy seguro que necesitara consultarlo con Cornelia. Requiero setenta y cinco litros del líquido de SCP-006 para mi investigación. Mientras que podría obtenerlo por otros canales, que la Fundación me lo supla directamente simplificaría las cosas significantemente.
—No estoy familiarizado con cero cero seis, —dijo Harper, frunciendo.
—Pregunte a Cornelia; el archivo está clasificado solo para Supervisores, —declaro Sir James—. Si quiere la información, consígame el líquido. Ese es mi precio.
—Se lo diré, —dijo Harper, preguntándose qué era lo que el profesor quería exactamente que él no conociera—. Una última pregunta, que tiene poco que ver con esta investigación más allá de mi propia curiosidad.
—Pregunte.
—La pintura sobre su chimenea, —comenzó Harper—, me ha estado molestando desde que entre. Reconozco la cascada, pero no la ubico.
Sir James sonrió—. Esas son las cataratas Reichenbach en Suiza, famosas por las historias de Sherlock Holmes. Nací no muy lejos de ahí, de hecho, es el porque tengo nacionalidad doble. Mi abuelo paterno, también un matemático si puedo añadir, de hecho conoció al buen doctor cuando visito las cataratas Reisenbach antes de escribir El Problema Final. Tengo una primera edición autografiada arriba.
—Gracias por satisfacer mi curiosidad Sir James, —dijo Harper, dándole la mano a Sir James. El agarre del profesor era firme y fuerte, claramente una reliquia de sus días de boxeador
—Para nada, mi querido Tim, —dijo Sir James. Tomo la campanilla de mano de la mesa y la agitó hábilmente. Tenía un teñir peculiar, no parecía venir de la misma campanilla, pero antes de que Harper pudiera pensarlo, se abrió la puerta—. Deeds, por favor acompañe al Sr. Harper afuera.
—Si, señor. —Mientras el mayordomo dirigía a Harper hacía afuera, él ya estaba pensando su llamada a Siete.