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Jaque Mate
Comando-02 de la Fundación, Washington, D.C.
Lunes, 26 de Diciembre de 1988, 2130 horas local time
Esta vez, era Harper el que esperaba a Siete en la sala de conferencias oscurecida. Sóla, entro en la poco iluminada habitación para encontrar al oficial de contrainteligencia fumando un cigarrillo —Señora, —dijo suavemente.
—Sr. Harper, —contestó Siete—. ¿Tiene un reporte de estatus de su investigación?
—Lo tengo, —dijo, tomando una calada de humo—. Inicialmente, parecía que una vasta conspiración desconocida se las había arreglado para penetrar cada organización mayor tras el Velo. Pero resulto que no era cierto. La información descubierta en el almacén era un cebo preparado cuidadosamente, reunido por unos pocos individuos con acceso a aparatos de inteligencia casi omniscientes. Después de que uno de los conspiradores clave llamo a la línea directa del Director McDonnell desde un número irrastreable, Robert se tragó el anzuelo y línea. Siendo el operativo de protocolo que siempre ha sido, se reportó a su superior directo: O5-5. Cinco había, por años, manejado la contrainteligencia, mientras que tú manejabas la recolección de inteligencia, hasta que su desafortunado final dejo un vacío en el Consejo, que tú te ofreciste a satisfacer su función hasta que pudiera nombrarse un Supervisor de reemplazo, probablemente después de las fiestas.
Siete frunció el ceño ligeramente. El reporte no estaba yendo como esperaba.
Tomando una calada de su cigarro, Harper continuo—. La muerte de Cinco y del Director McDonnell fue lo suficientemente fácil de arreglar para los conspiradores, pues tenían conocimiento de un aparato que podría detonar explosivamente un objeto de apariencia mundana desde medio mundo de distancia. Este aparato, las monedas explosivas y su atlas asociado, habían sido usados por la Fundación una vez para destruir un navío naval americano, causando una guerra que beneficiaba directamente a esta organización. Desafortunadamente, las monedas habían sido robadas por Marshall, Carter and Dark después de que Fidel Castro nacionalizara el sitio donde estaban almacenadas. Esto no representaba un obstáculo para los complotadores, sin embargo, pues ellos tenían acceso a los registros del club. Ya sea que Lord George Smith-Cummings era un miembro voluntario de la conspiración o simplemente un desafortunado peón sacrificado, o incluso, si de hecho alguna vez poseyó las monedas, tal vez nunca lo sepamos. Pero la pista falsa estaba ahí para cualquiera que llegara tan lejos
Siete tragó. Su mano derecha se deslizo siempre lentamente hacia la pistola oculta en la curva de su espalda, moviéndose lentamente para evitar que la notara
Harper exhaló, y dijo—. Los conspiradores fueron astutos, realmente, pues ellos tenían posiciones desde donde no solo podían vigilar las investigaciones, pero dirigirlas. Podrían jugar ambos lados fuera de en medio, y por un tiempo, funciono. Mi investigación me llevo a Europa, el Medio Oriente y la Unión Soviética, mientras que estoy seguro que las investigaciones de la Coalición Oculta Global requirieron una cantidad similar de trotamundos. Me enviaron a perseguir al esquivo C. Mientras tanto, los conspiradores trabajaron ya sea para asegurar, o lucir como que aseguraban, algunos SCPs con no solo la capacidad de infligir daños colaterales significativos si se les soltaba en un área poblada, pero que carecían de las intransigentes medidas de seguridad que les permitían requisarlos con una facilidad relativa.
Los dedos de Siete sintieron la empuñadura de su pistola.
—Preferiría que no lo hicieras, —dijo Harper, produciendo un arma de su propiedad con su mano derecha, la izquierda aun sosteniendo un cigarrillo—. Aún no termino, —dijo fríamente—. Llegaste a un acuerdo con el Director Regional Asistente de la COG, otro de los conspiradores clave, —continuo Harper—, haciéndolo contratar a un borracho para matar a mi familia, para que aceptara un ascenso que eventualmente me aterrizaría aquí: como el investigador que te mantendría enterada de tu propia conspiración para adueñarte de la Fundación. Desafortunadamente, Bain cometió un error. El borracho que contrato era el hermano gemelo de su guardaespaldas, el mismo guardaespaldas que uso para asesinar a O5-3 y su propio superior directo como parte de la conspiración. Al dispararle a su guardaespaldas, limpiamente previno que el asesino le diera todos sus secretos a su empleador, mientras que se volvía simultáneamente el héroe de la COG.
—Las relaciones Fundación-Coalición estarán dañadas durante décadas por esto, —dijo Cornelia.
Harper agito la cabeza—. Es posible, pero es poco probable dado que el Consejo O5 ha proveído al liderazgo de la Coalición con pruebas financieras irrefutables de la traición de Bain. Bastardo avaricioso, Bain. Tengo entendido que lo han puesto bajo arresto. —Cornelia se vio ligeramente ceniza. Harper pauso para tomar una calada de su cigarro, y luego continuo—. "No sé con quiénes de la Insurgencia del Caos estabas en la cama, pero hacer que atacaran el Sitio de Investigación-29 justo después de que me fuera fue un buen toque, mientras que dejaban a Ford para decir que fue tomado. Y, si se echaba la culpa por el ataque, mucho mejor.
Si las miradas pudieran matar, Harper habría sido disparado por la ventana entintada detrás suya desde hace mucho. No le tenía cuidado a las miradas feas, sin embargo, como su pistola estaba nivelada limpiamente al pecho de su adversaria—. Me han autorizado para saber la verdad sobre SCP-006. Una astuta actuación, comprar los servicios de Sir James para la conspiración con agua de la fuente de la juventud. Desafortunadamente para ti descubrí la verdadera identidad de C, Cornelia.
Cornelia Dark soltó una risa rápida, como un ladrido—. No sabes nada.
Harper sonrió—. Sir James menciono como tú y él se habían conocido por primera vez: "en la universidad, uno daba una conferencia y el otro atendía," él dijo. Ahora me doy cuenta que tú eras la conferencista, no él, a pesar de las apariencias de sus edades. Has estado jugando a esto por un muy largo tiempo. Ahora se acabó. Pasaras el resto de tu vida natural en un hoyo tan frio, oscuro y húmedo como la Fundación pueda encontrar.
—¡Como el Demonio! —rugió Cornelia. Con una velocidad asombrosa, una pequeña pistola apareció en su mano fuera de la manga de su saco. Alzo el brazo para disparar. Dos disparos sonaron, y Cornelia Dark, //nèe // Roosevelt, antiguamente O5-7, cayó al suelo muerta, con dos hoyos de bala en su corazón.
—Una pena, —dijo una voz baja—. Hubiera sido bueno saber quién era su contacto en la Insurgencia. —Una figura salió de las sombras de la esquina de la habitación. Un hombre normal, sin nada destacable en toda su apariencia, él era O5-1, el primero entre iguales del Consejo O5.
—Me disculpo señor, —dijo Harper respetuosamente.
O5-1 contesto—. No necesitas preocuparte, fue defensa propia. El equipo de limpieza ha tenido desastres más substanciales que limpiar, están volviéndose bastante buenos en sacarle sangre a la alfombra.
—Sí, señor —dijo Harper.
—Ahora, Sr. Harper, he hablado con los otros Supervisores, —dijo O5-1—, y nos gustaría que asumieras las obligaciones de O5-7, efectivo de inmediato. ¿Acepta?
¿Yo? ¿Un Supervisor? Harper pensó para sí mismo sorprendido. Tomo un largo momento para considerarlo, y después contesto—. Sí.
—Muy bien, —dijo O5-1, sacando una tarjeta de identificación negra con borde dorado, la fotografía de Harper y O5-7 impreso en oro—. Bienvenido a bordo, Siete. La primera asignación del Consejo para ti es supervisar la conclusión de esta conspiración. Permíteme dejar algo perfectamente claro: esto nunca paso. Nunca hubo un complot para derribar al Consejo o tomar el control del mundo tras el Velo. No se le disparo a tu predecesora; se retiró. Por favor asegúrese que el Sr. Muir y la Sra. Daniel entiendan como ocurrieron los eventos, y vea que toda la documentación refleje lo que paso precisamente.
—Sí, señor —dijo el Supervisor más reciente de la Fundación.
—Una cosa más Siete, —O5-1 dijo, volteándose para irse—. Asegúrate de atraparlos a todos.