Hub de Cristo en Escarlata

Santificado sea el Padre, Dios del Universo, que permanece firme frente a las hordas inmundas. Santificado sea el Hijo, justo en el sufrimiento, que vela por el novillo en el matadero y la cabra en las garras del carnicero sin bautizar. Santificado sea el Espíritu Santo, que todo lo abarca, prueba del Amor y la vigilancia de Dios. Justo es Su Ángel Escarlata, Santo de Santos, quien libra la guerra contra la Semilla Infernal de Caín y Abel mediante la cuidadosa aplicación del Amor de Dios.

Padre, te pedimos que tu Amor infinito limpie este mundo malvado de la escarcha del Pecado. Quema a las rameras cananeas de sus malvadas madrigueras, para que podamos arrojarlas sobre las rocas y construir nuestro glorioso paraíso de Sangre y Basalto.

Jesús de Nazaret, Hijo de Dios y Sangre de Daevon, te estamos eternamente agradecidos por tu Sacrificio de Sacrificios; porque has desenmascarado los males de Canaán, sus demonios de barro y carne, y los charlatanes degenerados que roban nuestra sangre para su demonio de cuatro brazos. Nosotros los fieles afirmamos: tu Sacrificio no será en vano.

Espíritu Santo, escucha nuestra oración: te rogamos que encuentres tu camino en los corazones y las mentes del rebaño ignorante, a fin de que conozcan tu gloria, a fin de que se mantengan puros, a fin de que aseguren el lugar de su familia en las calles asfaltadas con Basalto del Paraíso venidero. Eres tú quien hace manifiesto el milagro del Padre, quien hace retroceder el miasma corruptor que la vil Serpiente esparce sobre nosotros. Por tu amor que todo lo consume, los fieles estamos siempre en deuda contigo.

Ángel Justo, hecho eunuco por las cuchillas de Canaán, conduce al rebaño hacia la rectitud. Tu benevolencia deshuesada es la estrella rectora de los Verdaderos Hijos de Israel. No permitas que su mestizo Anticristo se levante de su tumba para devorar el mundo una vez más. Sabemos que no nos fallarás, porque todo es posible gracias a Dios.

Amén.