Sueños olvidados
Camila
Aún recuerdo cuando vi a mis padres aquella vez en el Templo de Tonatiuhpipiyoli en Chilpayatla. Antes de ser una madre. Antes de ser la líder de “Radiosol”. Antes de conocer las maravillas del mundo fuera de Tlaneyanco.
Todo era más sencillo y mi futuro era tan claro. Caminando junto los demás niños. Nuestras manos brillando con la flama rubí. Un incendio que no carboniza ni daña. Una promesa para la juventud. Para mí temprana vida. Entre nuestras creaciones, desde dulces hasta huaraches; jóvenes manos buscando significado. ¿Y yo? Quizás traté de morder más de lo que pude masticar.
Madre, padre. Perdón por no poder defender lo que fue nuestro derecho desde hace milenios. Nuestra empresa, nuestra misión bajo el Sol y Tonatiuhpipiyoli. Ni siquiera su nombre original conserva ya. Yo soy…
Camila, nata de llama rubí,
la líder de un millón de pensamientos,
trae a la vida gran millar de objetos,
talento que refleja linaje perfecto,
en su empresa de trabajos incompletos,
ya que este no es su verdadero aliento.Radiosol, voz del solar aliento,
tus hornos brillan de ámbar y rubí,
naranja y jade, aún así, incompletos,
aquellos temerosos pensamientos,
de Camilia, su sueño perfecto,
rebosando en inútiles objetos.Abeja solar, forjadora de objetos,
un aliento divino, nuestro aliento,
bajo la lluvia del cielo perfecto;
Camila come de tu miel rubí,
tratando de saciar sus pensamientos,
en vida de caminos incompletos.Teresa, reina de los incompletos,
interesada de aquellos objetos,
llena justos e injustos pensamientos,
sale caótico su verde aliento,
cae en Camila lágrima rubí,
rompiendo un bello proyecto perfecto.En Tlaneyanco reina lo perfecto,
incluso si sigue en lo incompleto,
incluso con un paño manchado de rubí,
de Camila atrapada de objetos,
donde poco a poco pierde aliento,
marcando muerte de sus pensamientos.Camila contra todos pensamientos
¡No dejará morir lo que es perfecto!
Un milagro revive su aliento,
acabará sus planos incompletos,
vive y respira para sus objetos,
líder nacida de abeja rubí.Mujer del fuego rubí y pensamientos,
objetos que reflejan lo perfecto,
nunca incompletos bajo eterno aliento.
No importa ya. Si es este el camino de mi existencia, no permitiré que así sea el final de mi historia. El legado de mis hijos. De mi pueblo. Ante las barreras que colapsan año con año, y del peligro que mi reina me ha contado. El enjambre rubí me guiará mientras mi sangre y mente se mantengan protegidas bajo el cobijo de la fe. Y “Radiosol” volverá a sus raíces. Resplandeciendo verdaderas creaciones divinas, no sólo para mí, sino para el mundo entero.