Un buen día en la Fundación, el Dr. Bright se encuentra en la necesidad de limpiar algunos, pequeños problemas. Un investigador ha estado haciendo preguntas, y, peor, cuestionando a Bright. Y es por eso que el Dr. Bright llama al Dr. Heiden a su oficina para algo de… discusión.
Heiden es guiado a la habitación por un anciano, el joven doctor está clara e increíblemente preocupado. “…Dr. Bright, ¿usted solicitó mi presencia?
“Heiden”. Bright sonríe jovial. “Por favor, toma asiento”. Señala a la silla visiblemente cómoda del otro lado de su lugar en el escritorio. Heiden se toma un momento para observar incómodo la habitación antes de sentarse en la silla.
“Aguarda sólo un momento, por favor.” El Dr. Bright saca un pequeño control remoto de su bolsillo y comienza a presionar los botones. Las luces rojas de las cámaras de la oficina se apagan, la puerta se cierra con seguro y todas las demás máquinas se apagan. “Ahí está. Mucho mejor”
Heiden traga saliva nervioso antes de decir “…sí, señor.” Las acciones de Bright no hicieron nada que calmara los nervios erizados de Frederick. De alguna forma sospecha que eso fue intencional.
“Ahora pues, no habrá registros si eliges ser insubordinado. A saber, mi bastón está en la esquina detrás de ti, y mis manos están vacías. Hago esto como un intento de proveer el ambiente de conversación abierta que parece ser necesario” Cabecea solemnemente, antes de continuar. “Ahora, parece que tienes algunos asuntos no resueltos conmigo. ¿Podemos discutirlos?”
La mente de Heiden se acelera… pero una vez más, la honestidad se mantiene como el principio de Frederick. Se toma un momento para serenarse antes de hablar. “Si señor. En mi primer incidente con la Fundación, encontré SCP-963. Fue usado para someter a un prisionero, un androide armado que sin duda le es familiar”
Bright asiente con la cabeza. “Sonia Velamour. Tenía 29 años, no tenía hermanos, y sus padres habían fallecido. Una vez amó a un hombre, y él la convirtió en cyborg. Sí, la recuerdo, continúa.”
Heiden mira fijamente a Bright, atónito por la información “… sí. Inicialmente protesté por esta acción, pero como fue emprendida en el fragor de una situación de combate, es comprensible que mis protestas fueran ignoradas. Pregunté acerca de la naturaleza de SCP-963, y se me ofreció acceso a un archivo clasificado con un breve informe sobre el objeto. Soy moralista por vocación, Dr. Bright, aunque mi-”
Bright exhala. “Es un objeto siniestro y despreciable.”
Heiden parece ser tomado increíblemente desprevenido por esta declaración. Titubea por un momento antes de continuar. “ –ah, bueno. Mi resumen del archivo contenía secciones concerniendo cuerpos guardados para uso futuro – cuatro, de hecho.”
“Eso es correcto.” Bright toca el tatuaje de lágrima bajo su ojo. “Me pareció mas adecuado mantener cuerpos disponibles, en lugar de confiar a los azares del destino que me proveyeran de nuevos en caso de que surgiera un incidente. Al mantener estos cuerpos en estasis, me encuentro capaz de extender su tiempo de vida.”
“Para ser franco, señor, esto está entre los mas horrorosos crímenes que he visto ser sistemáticamente infligidos sobre un grupo de personas, clase-D o no. Tengo una tremenda dificultad para justificármelo a mi mismo y como resultado, puede que me haya comportado de manera inconsistente con la actitud esperada hacia personal superior” Heiden tose, aún nervioso de insultar a un director “…para llegar al meollo del asunto, señor, ¿qué le da derecho a sus cuerpos?”
Bright sonríe… ah… brillante. “Ah sí, derecho. ¿Estas consciente de que los clase-D son ejecutados cada mes, verdad?”
Heiden asiente. “Estoy consciente. Sinceramente creo que la muerte es preferible.”
“Bueno entonces, vayamos a ver mis cuerpos. ¿Tienes algún problema con mi uso de cuerpos simios?”
“Lo encuentro… inquietante, lo admito, señor.” Heiden pondera un momento y sus palabras adquieren un tono mas informal. “Aunque no es… no es tan visceral. No me quita el sueño. Es sólo otra cosa levemente perturbadora que ocurre en el trabajo.”
“Eso se encarga de dos de los cuerpos guardados.” Golpea dos dedos en su mano. “Veamos éste. Hank Ashton, 42, pedófilo convicto y asesino de niños. Disfruta el helado de fresa, y el reflejo de su cuchillo en los ojos de una niñita antes de cortarle la garganta.”
Heiden asiente. Puede ver a donde se dirige Jack con todo esto. “Merece estar muerto. A menos que la exposición a SCP-963 haya probado ser idéntica a un trasplante cerebral, y considerando la naturaleza de SCP-963 dudo que una prueba este próxima a aparecer, no creo que el uso del objeto este justificado.”
“Es idéntico a un trasplante cerebral. El cerebro receptor es limpiado completamente”
“No voy a presionar mas allá de ésta pregunta- pero ¿cómo está seguro? Ese artefacto es una cosa retorcida, perturbadora. ¿Qué pasa con los “datos” que son limpiados? Heiden sólo quiere estar seguro.
Bright agita un dedo ante Heiden, esperando explicar. “Piensa que es como una computadora todos los archivos son llevados a la papelera de reciclaje” -golpea a 963- “y nuevos archivos son sobrescritos. Aunque aun puede haber algunas pequeños indicios de que los archivos estuvieron allí, tienes que esforzarte para encontrarlos. Desgraciadamente, una copia pobre se mantiene en la papelera de reciclaje. Por eso intento mantenerme fuera de allí, tanto como sea posible.”
“Si… la conciencia nunca muere, ¿sólo es recluida en el fondo?” Es sólo que suena tan… desagradable, para él.
Bright niega con la cabeza. “La conciencia muere, pero los recuerdos permanecen.”
“Entonces… es como si hicieras caballito con tu conciencia sobre un cadáver.” Heiden se arrepiente de lo crudo que eso suena, pero esta tratando de darle forma en su cabeza.
Bright chasquea los dedos. “Exacto. Todas las funciones se vuelven mías. Incluso las que no creerías que pueden cambiar. Todo cuerpo en el que estoy, late con el mismo pulso, respira de la misma manera, camina con los mismos pasos”.
Heiden frunce el ceño. Eso es… bizarro. Espera, ¿dónde es que trabaja? “Entendido señor. Mi conducta hacia usted estaba basada en un entendimiento de SCP-963 que estaba equivocado, y por eso ofrezco disculpas.”
“Bien, pero aunque no hubiese estado equivocado, hay otra razón por la que yo… merezco… estos cuerpos.”
Heiden inclina ligeramente la cabeza hacia un lado. “…No entiendo. Continúe, ¿señor?”
“Yo soy la Fundación” Bright mira fijamente a Heiden, una leve sonrisa en su rostro. En sus ojos… bueno, lees los reportes y las teorías, ¿cierto?
Heiden recibió una versión densamente censurada del reporte, al parecer. Mira a Bright sintiéndose más que un poco tonto. “Usted… ¿usted es la Fundación?” La única teoría que él escucha ahora mismo es ‘gigantesca megalomanía’, al nivel de ‘¡Yo soy la Ley!’. “Señor, la Fundación SCP, según entiendo… requiere del trabajo de mentes como la suya, es- hasta donde sé- el esfuerzo colaborativo de muchos. Para ser franco, no entiendo.”
Bright se levanta, y camina de un lado para otro, expresándose con ademanes. “Actualmente eres un investigador subalterno, y yo soy director a cargo del personal. Eso significa que yo elijo quién sube a bordo, me aseguro de que puedan manejar lo más duro, y en general, los convierto en personas capaces de convertirse en personal superior, se den cuenta o no de que lo estoy haciendo.”
Bright continúa. “En 25 años serás un investigador de alto rango, tal vez con tu propio sitio para manejar, definitivamente con muchos nuevos investigadores, entrenados por mí, bajo tu ala. Yo seré el director encargado del personal.”
“En 50 años, tu estarás, si Dios quiere, listo para retirarte, y dejarás tu trabajo a un investigador de confianza, que fue traído a la Fundación bajo mi supervisión. Yo aún seré el director encargado del personal.” Bright enfoca su mirada en Heiden, asegurándose de que está entendiendo.
“En 75 años, si sigues con vida, estarás sufriendo demencia, y otros deterioros mentales, apenas con control de tus propios intestinos. Yo, como sea, estaré en un cuerpo tan joven como el que me den, entrenando una nueva generación de Investigadores.”
Heiden, con horror creciente, comprende a donde se dirige Bright.
Bright golpea la mesa con un dedo, para enfatizar el punto. “En 100 años estarás muerto, y los investigadores que enseñaste estarán acercándose a su propia jubilación. Yo sabré con quienes reemplazarlos.”
La voz de Bright se mantiene calmada y serena, como si discutiera una nueva asignación. No parece preocuparse en serio por nada de esto, sólo necesita decirlo. “En 200 años tu nombre sólo será conocido por investigadores diligentes, un nombre entre muchos de los que han sido investigadores para la Fundación. Yo aún seré un director. De vez en cuando, me sentaré con una copa de vino y recordaré a aquellos que han pasado, pero la lista será larga.”
“Dentro de 1000 años nadie sino yo recordara que existías. Y… yo seguiré trabajando con la Fundación para proteger a la humanidad. ¿Lo comprendes? Yo soy la Fundación, yo moldeo su futuro, y la mantengo en sus deberes.”
Heiden deja pasar un largo silencio. “¿Por que debe ser usted? 963 era llevado por alguien más antes de usted, y en un tiempo, lo llevará otro. ¿Usted quiere esto?”
Bright niega con la cabeza, tristemente. “Nadie uso 963 antes que yo. Fue creado para otra persona, pero no logró hacerlo funcionar. Soy su primer, y único, residente. ¿Quiero esto? No. ¿Pero a quién se supone que lo confiaré para que se haga?”
Agitadamente, Heiden continúa. “Usted no tiene que sostener la Fundación, Dr. Bright, usted no es Atlas- nadie lo es. Confíe que existen personas que pueden hacer el trabajo. En su tiempo aquí, puede asegurar muchos. Pero no es responsabilidad de un solo hombre salvar el mundo.”
“¿Que otra cosa tengo? Si me voy, me marcarán como un SCP, y se llevaran a 963 lejos, donde tomara muchísimo tiempo para que alguien lo encuentre” Sabe que alguien eventualmente lo hará. Parte de la maldición “¿Crees que puedo tener una vida normal? No puedo tener hijos propios, sólo aquellos del cuerpo que este usando. Cielos, cuando se trata de sexo, ¿sabes lo difícil que es tener algo tocándote todo el tiempo pero nunca a tu pareja? Las posiciones se ponen tan extrañas que tengo que pagar por ello. La Fundación es mi vida. Y la haré grandiosa.” Bright sonríe. No es tan reconfortante.
“¿Usted… en serio no puede deshacerse de eso, verdad? Heiden se detiene, solo un momento. “Yo, ah… mis condolencias para usted, señor.” Heiden no sabe que decir. Se siente como un bastardo.
“Nunca” Bright levanta el control remoto. “¿Terminamos?”
“Creo que sí, señor.” Heiden agacha la cabeza.
Bright presiona el botón y todo regresa a la vida. “Asunto resuelto. No te preocupes demasiado por esto, Heiden. Tengo grandes planes para ti.”
Heiden se levanta, su postura se endereza al mirar derecho al frente. “Sí, señor.” Se da la vuelta y camina fuera de la habitación.
Y Jack Bright lo observa atravesar la puerta, su sonrisa creciendo. “Planes muy grandes.”